Modificacion de la alimentacion de mujeres de la ciudad de Buenos Aires durante la crisis economica en la Argentina entre los años 2007 y 2009
Autor: Lic. María de las Mercedes Gabin de Sardoy | Publicado:  19/09/2011 | Medicina Preventiva y Salud Publica , Endocrinologia y Nutricion , Articulos | |
Modificacion alimentacion mujeres Buenos Aires durante crisis economica Argentina 2007 - 2009 .2

Ahora bien, si la fuente oficial se presume inexacta o adulterada, las estadísticas de instituciones privadas no estarán exentas de sesgo. Una tercera opción sería el Sector Académico, el cual no se ha ocupado mucho más de estas cuestiones. Entonces nos encontramos en un terreno lleno de irregularidades que deben ser salvadas de algún modo. A fin de dar respuesta a esta situación, el Lic. Oviedo -representante del Instituto de Economía y Finanzas de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Córdoba-, publicó un trabajo denominado “Una Rigurosa Estimación Académica de la Verdadera Inflación en Argentina: Años 2006 y 2007”, en el que propone un método nuevo e indirecto de medir la inflación en el país. El mismo se basa en el “(…) Método Tradicional de la tasa de crecimiento en la Recaudación en IVA a la que se le introdujeron determinados ajustes (…) se procedió a modelar una ecuación en diferencias recursiva que incorporó endógenamente la metodología del cálculo del PBI a precios constantes”. (10)

Según esta nueva metodología y a fin de ejemplificar los modos de cálculo, la inflación del año 2006 sería del 19,51% comparado con el 8,5% declarado por el INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) y para el año 2007, del 26,24% comparado con el 8,4% respectivamente. (11)

Es menester aclarar que la Canasta Básica de Alimentos (CBA) incluye poca variedad de hortalizas (acelga, cebolla, lechuga, tomate, zanahoria, zapallo, tomate en lata) y frutas (banana, mandarina, manzana y naranja), y que los cortes de carnes utilizados (asado, carnaza, carne picada, cuadril, falda con hueso, nalga, paleta, pollo) no siempre son los consumidos con mayor frecuencia por poblaciones de clases socio-económicas medias. Esto último dificulta el establecimiento de un parámetro real que evalúe las fluctuaciones de precios respecto de la alimentación diaria de este estrato.

Asimismo, un alimento como el queso sólo se encuentra en 270 gramos mensuales y la manteca, ampliamente utilizada en la alimentación, no figura en la lista y sólo se incluye el aceite.

Desde esta perspectiva, se hipotiza que los porcentajes de aumento de precios declarados por las instituciones oficiales no son los que el consumidor percibe en el momento de la compra de alimentos fundamentalmente debido a que en muchos casos los productos consumidos no forman parte de las estadísticas y relevos.

Con este panorama, se pretende conocer si los consumidores modifican sus hábitos alimentarios a merced del incremento de los precios del sector, considerando que en la alimentación hay opciones de reducir costos: reemplazar primeras marcas por otras más económicas; disminuir la cantidad de alimentos pre-elaborados o de servicios de entrega a domicilio “delivery”, entre otros. Paralelamente, teniendo en cuenta parte del historial de los encuestados respecto de sus hábitos alimenticios, se intenta detectar si parte de estos han consultado en algún momento a un nutricionista o lo hacen actualmente; y como la educación alimentaria nutricional que tienen puede influenciarlos a la hora de realizar la compra. Para llevar a cabo el objeto del presente trabajo, primero se elaboró una encuesta y los resultados de la misma serán desarrollados a lo largo de este artículo. Cabe aclarar que la misma fue realizada con anterioridad al aumento del consumo de entregas a domicilio y compras vía Internet generado por la epidemia causada por el Influenza virus A subtipo H1N1.

Se ha focalizado en el público femenino basándose en la hipótesis sobre el rol de la mujer dentro del hogar como encargada de los gastos, de las compras y de la elaboración de las comidas y, a su vez, como transmisora de conocimientos sobre educación alimentaria nutricional.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) sostiene que “la educación es un requisito indispensable para construir un mundo dotado de seguridad alimentaria, reducir la pobreza y conservar y aumentar los recursos naturales”. (12) Como se mencionó, en la mayoría de los casos, son las encargadas de las compras y la preparación del alimento diario, además de trabajar o administrar los ingresos del hogar. Como consecuencia, ellas son las que saben hasta donde pueden gastar o como realizar gastos moderados pero alimentar a sus familias de modo saludable.

OBJETIVO GENERAL:

Obtener información y comparar las modificaciones de los hábitos alimentarios a partir de la crisis económica en la Argentina entre los años 2007 y 2009 de mujeres de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que concurren en la actualidad al consultorio de nutrición de la autora –sito en el barrio de Balvanera- comparadas con mujeres que no lo hacen en la actualidad pero que sí lo han hecho en alguna oportunidad. Siempre considerando que el muestreo está conformado por mujeres de clase social media, que acceden a un consultorio de nutrición o que no lo hacen actualmente.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

• Determinar las modificaciones de los hábitos alimentarios de mujeres, como comunicadoras y administradoras de sus hogares, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a partir de la crisis económica y la consecuente inflación de precios.

• Comparar las modificaciones de los hábitos alimentarios de mujeres de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que concurren en la actualidad al consultorio de nutrición de la autora comparadas con mujeres que no lo hacen en la actualidad pero que sí lo han estado en alguna oportunidad.

• Determinar si la educación alimentaria nutricional (EAN) recibida modificó en la elección de los alimentos a pesar de la crisis económica, según la opinión de las mujeres encuestadas como comunicadoras y administradoras de sus hogares.

Se entenderá EAN como “cualquier conjunto de experiencias educativas diseñadas para facilitar la adopción voluntaria de hábitos alimentarios saludables y otros comportamientos relacionados con la nutrición que conduzcan a la salud y al bienestar general”.

MATERIAL Y MÉTODOS:

Estudio transversal. El muestreo aleatorio, simple, donde los individuos son seleccionados al azar de una lista de pacientes, en este caso del consultorio ubicado en el barrio de Balvanera, y se dividió en dos grupos: aquellas mujeres que estaban en la actualidad en tratamiento nutricional y las que no lo estaban en la actualidad pero que sí lo han estado en alguna oportunidad; similitudes y contraposición con respecto a la modificación de hábitos alimenticios a partir de la crisis económica en la Argentina entre los años 2007 y 2009. Por ende, se consideran mujeres de clase social media.

El tamaño muestral fue de 64 encuestas autoadministradas a 64 mujeres, con edades comprendidas entre los 21 y los 69 años de edad, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires durante los meses de junio y julio de 2009. En la misma fecha, se contactó a mujeres que habían concurrido a dicho consultorio para conformar el grupo de mujeres que no estaban en tratamiento en la actualidad pero que sí lo han estado en alguna oportunidad.

Lo que se busca con esta muestra es obtener datos completos produciendo una saturación en los resultados, esto es, hasta el punto en que ya no se obtiene nueva información y ésta comienza a ser redundante. (13)

Las encuestas fueron semiestructuradas con preguntas tanto abiertas como cerradas. En todos los casos se les explicó a las participantes el objetivo del estudio (Ver el modelo de encuesta en el Anexo N° 1).

Mediante una combinatoria de metodologías tanto cuantitativas como cualitativas se obtendrán datos numéricos y apreciaciones personales de los entrevistados, que ayudarán a una mejor interpretación de los datos y permitiendo destacar los aspectos más relevantes de los mismos.

RESULTADOS:

La distribución de las edades fue la siguiente: entre 18 y 29 años un total de 24 casos (35,82%); entre 30 y 49 años, 25 casos (37,31%); entre 50 y 65 años 16 casos (23,88%); y mayores de 65 años, 2 casos (2,99%) (Ver Gráfico nº 1).

De la población encuestada, el 46,88% (30 mujeres) concurre en la actualidad a un consultorio de nutrición y el 53,13% (34 mujeres) no lo hacen (Ver gráfico nº 2).

Aparte de la concurrencia en la actualidad a un consultorio de nutrición, se indagó si en alguna oportunidad habían recibido educación alimentaria nutricional. De las 64 encuestadas, 56 mujeres (90, 32%) habían recibido educación alimentaria nutricional y 8 mujeres (12,50%) no la habían recibido (Ver gráfico nº 3). Sobre esta respuesta, se quiso saber que influencia tuvo el estar instruido o no a la hora de comprar, el resultado fue: Ambos grupos aseguran en su gran mayoría que ha influenciado su compra, en el caso de las que concurren al consultorio en un 90% y las que no en un 85%. De esto se desprende que las mujeres que viven conforme a una familia tipo brindan mayor dedicación al cuidado de los hábitos alimenticios, ya que asisten a un consultorio nutricionista interesándose más en las dietas y consejos institucionales, respecto a mujeres con diferentes características en su hábito familiar.


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