La obesidad como factor de riesgo para la osteoartrosis sintomatica en adultos mayores
Autor: Msc. Dr. Héctor Gutiérrez Medina | Publicado:  30/09/2011 | Traumatologia , Reumatologia , Endocrinologia y Nutricion , Geriatria y Gerontologia , Articulos | |
La obesidad como factor de riesgo para la osteoartrosis sintomatica en adultos mayores .5

Edad: Se ha encontrado un marcado incremento en la frecuencia de artrosis grave en la edad avanzada. La correlación no es lineal, y el incremento es exponencial a partir de los 50 años. El mecanismo que provoca la asociación entre el envejecimiento y la artrosis es poco conocido. Entre los posibles factores, se incluyen pequeños cambios anatómicos de las articulaciones y alteraciones biomecánicas o bioquímicas en el cartílago articular que comprometen las propiedades mecánicas del cartílago. (43)

Factores nutricionales: Existen pruebas de que los condrocitos producen diversos radicales de oxígeno y que el deterioro oxidativo puede ser relevante. Por este motivo se postula que moléculas antioxidantes, como las vitaminas C, E y D, son beneficiosas en la artrosis. (43)

Patogenia:

La artrosis es el resultado de la pérdida de la función articular como consecuencia de la rotura del cartílago articular. Aunque la degradación del cartílago articular es el evento central en la patogénesis de la artrosis, otros tejidos, como el sinovial o el hueso subcondral, participan en el inicio y desarrollo de esta patología. El resultado final es una destrucción acelerada de la matriz por enzimas procedentes de los condrocitos y de las células sinoviales, seguida por alteraciones en los sistemas de reparación del cartílago. (43)

En la patogenia participan los siguientes factores: (43)

Factores mecánicos: Las articulaciones que soportan carga están sometidas a presiones repetidas y localizadas. Aunque una de las funciones de los tejidos periarticulares y del hueso subcondral es la de disipar la energía en las articulaciones de carga, algunas fuerzas mecánicas son transmitidas al cartílago.

Mecanismos enzimáticos: Los grupos de enzimas que desarrollan una función esencial en la Osteoartrosis son las metaloproteasas y las serinoproteasas.

El tejido sinovial: Se ha demostrado la inflamación del tejido sinovial en la artrosis y su participación en la destrucción del cartílago articular y en la cronificación de esta patología articular.

Diagnóstico positivo:

Las articulaciones más afectadas resultan ser las del raquis, manos, caderas y rodillas, de aquí que se reconozcan cuatro formas clínicas: axial, nodal, coxartrosis y gonartrosis. (42)

El cuadro clínico se caracteriza por dolor al movimiento que cede al reposo, con poca rigidez matinal y sin acompañamiento de síntomas generales ni signos inflamatorios. En las manos son característicos los nódulos de Heberden, protuberancias no dolorosas en las falanges distales que limitan poco el movimiento. En el raquis, el dolor asienta directamente sobre la columna y puede ser consecutivo a la degeneración articular o a la compresión de raíces nerviosas por los osteofitos. Típicamente el dolor empeora con el movimiento y se alivia con el reposo. La rigidez matinal es breve y suele mejorar en menos de 30 minutos. La restricción del rango de movimientos de articulaciones como la cadera o la rodilla puede limitar la marcha, producir inestabilidad y predisponer a las caídas. (42)

Las radiografías muestran estrechamiento del espacio articular, erosiones del cartílago, esclerosis y quistes subcondrales, y formación de hueso en forma de osteofitos. (42)

Principales manifestaciones:

El dolor es el síntoma más frecuente y se localiza en la articulación afectada. Inicialmente el dolor se desencadena con el uso de la articulación, mejorando con el reposo. A medida que progresa la enfermedad, el dolor es más continuo, apareciendo en reposo e incluso por la noche interfiriendo con el sueño. No existe siempre una correlación entre la intensidad del dolor y el grado de daño estructural articular; la correlación más estrecha es en la artrosis de cadera seguida de la rodilla, siendo peor en la mano y en las apófisis espinosas de la columna. El origen del dolor en los pacientes con artrosis es multifactorial, dependiendo tanto de estructuras articulares como periarticulares. Entre las causas del dolor están: el incremento en la presión intraósea secundario a una obstrucción intravenosa, el estiramiento periostal secundario a la formación de osteofitos, las microfracturas subcondrales, la hipertrofia sinovial que origina inflamación y distensión capsular, las distensiones ligamentosas y las contracturas musculares. (43)

La rigidez es otro de los síntomas característicos de la artrosis; aparece después de un período de inactividad y puede existir también rigidez matutina. La duración de la rigidez es siempre corta en el tiempo, esto la diferencia de la rigidez de las enfermedades inflamatorias. La incapacidad funcional es una consecuencia importante de la artrosis, hasta el punto de que es la principal causa de incapacidad en ancianos. (43)

Criterios del Colegio Americano de Reumatología para la clasificación de la artrosis:

OSTEOARTRITIS (OA) DE RODILLA:

— Dolor de rodilla.
— Osteofitos:
• Líquido sinovial de osteoartritis (OA) (sustituible por edad > a 40 años).
• Rigidez matutina < 30 min.
• Crepitaciones.
Sensibilidad, 94%; especificidad, 88%.

OSTEOARTRITIS (OA) DE CADERA:

— Dolor de cadera y al menos dos de los tres siguientes:
• VSG < 20 mm/h.
• Osteofitos en las radiografías.
• Reducción del espacio articular radiográfico.
Sensibilidad, 89%; especificidad, 91%.

OSTEOARTRITIS (OA) DE MANO:

— Dolor, congelación o rigidez de mano.
— Proliferación tejido duro en dos o más de las 10 articulaciones seleccionadas.
— Tumefacción en menos de dos MCF:

• Proliferación de tejido duro en dos o más IFD (segunda y tercera IFD pueden ser contadas en 2 y 4a).
• Deformidad de una o más de las 10 áreas articulares de la mano seleccionada
Sensibilidad, 93%; especificidad, 97%.44

Afectación de articulaciones específicas:

Artrosis de cadera: Ocurre por igual en hombres que en mujeres, y frecuentemente es de localización única. El síntoma principal es el dolor mecánico que se localiza en la ingle y se irradia a la cara anterior del muslo hasta la rodilla. En ocasiones, se presenta el dolor de localización posterior en glúteo y cara posterior o interna del muslo. El dolor puede ser intenso y crear gran limitación funcional (limitación para anudar los zapatos, ponerse las medias). La rigidez es habitual tras los períodos de reposo. A la exploración existe una disminución importante de la movilidad pasiva, especialmente en la flexión y abducción. Puede observarse atrofia del cuádriceps y glúteos. En fases avanzadas, la pelvis bascula hacia el lado sano cuando el paciente se apoya en el lado enfermo, y puede observarse hiperlordosis compensadora. La evolución puede ser variable, existiendo casos estables muchos años, mientras que otros requerirán rápidamente cirugía. (43)

Artrosis de rodillas: Suele ser más frecuente en mujeres y se asocia a obesidad. El síntoma principal es el dolor mecánico, con rigidez, crepitación e impotencia funcional, tanto más severa cuanto más avanzada está la enfermedad. Según donde se localice la afectación, el dolor será global, en los lados o en zona posterior si se centra en el compartimento femorotibial, y si se centra en la zona femoropatelar el dolor se producirá al bajar o subir escaleras, arrodillarse, etcétera. A veces pueden existir bloqueos por la presencia de algún cuerpo libre intraarticular. En la exploración existe dolor y limitación en la flexión, desplazamiento rotuliano y tumefacción articular. Conviene constatar la presencia de varo o valgo. Un signo constante en fases avanzadas es la atrofia del cuádriceps y una actitud en flexión más o menos importante. (43)

El manejo terapéutico de la osteoartritis incluye medidas no farmacológicas, farmacológicas y tratamiento quirúrgico. La educación del paciente comprende la explicación de la naturaleza de la enfermedad y asegurar la participación activa del paciente y sus familiares en el plan terapéutico. La fisioterapia y la terapia ocupacional incluyen un programa de ejercicios que mejoren la fuerza muscular, disminuyan la rigidez articular y aumenten el rango de movimiento articular, dirigidos a mantener de forma óptima las actividades básicas e instrumentadas de la vida diaria. Como analgésico se utiliza con buenos resultados el acetaminofén en dosis de hasta 4 g/día como máximo.


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