Del total de los individuos estudiados, 65 eran hombres, éstos presentaron un porcentaje de riesgo de 90,8% y 17,0% de riesgo alto; frente 85,1% de riesgo en las mujeres, con 10,6% de riesgo alto (ver Tabla N° 3). No se observa una diferencia porcentual importante entre los grupos por sexo, y de acuerdo con lo expresado por Silvestre y Domench, en el año 1998, España, donde enuncian que en ninguna de las ocasiones de su estudio transversal se observó asociación del sexo al desarrollo de úlceras (7). Por el contrario, hay otras investigaciones en las cuales se observan porcentajes de riesgo y de úlceras por presión (UPP) predominantes relacionados con el sexo, tal como lo expone Esperón, Angueira y Escudero, España, año 2007, donde determina que el paciente tipo a desarrollar UPP es del sexo masculino (8). Así también, Campos, 2009 y De Con, en el mismo año observan en sus investigaciones que la población femenina tiene mayor probabilidad de presentar úlceras por presión (UPP) (14, 12).
En lo referente a los diagnósticos médicos de la población estudiada, en esta investigación se encontraron 16 patologías, de las cuales 4 se consideraron sobresalientes por poseer riesgo alto. Mientras que el resto está exento de riesgo alto y fueron englobadas en el grupo de Otros diagnósticos. Entre los juicios diagnósticos sobresalientes se observó que la Diabetes, Fractura de fémur/pelvis y Enfermedades de la piel presentaron 100,0% de riesgo y las Cardiopatías con 76,5%. En los pacientes con fractura de fémur o de pelvis el riesgo alto fue de 44,4%; en los cardiópatas de 23,5%; en los pacientes diabéticos de 21,4%, en los que padecían enfermedades de la piel de 20,0% y, los de otros diagnósticos no presentaron riesgo (ver Tabla N° 4). De lo obtenido en esta investigación, se puede decir que, las condiciones nutricionales, enfermedades crónicas y trastornos metabólicos que producen la salud de los tejidos también contribuyen al desarrollo de las úlceras por presión (UPP). Los pacientes que tienen niveles bajos de proteínas o quienes experimentan balance nitrogenado negativo presentan desgaste e inhibición en la separación de los tejidos. Se necesitan nutrientes específicos, que no son obtenidos de manera adecuada por los pacientes hospitalizados, para mantener los tejidos y repararlos. De la misma manera, los cambios cardiovasculares ocasionan menor perfusión hística (26,27).
Cuando una persona permanece inmóvil o inactiva, los objetos sobre los cuales reposa, como colchones, asientos de la silla o yeso, ejercen presión sobre la piel y tejidos subcutáneos, si la presión continua el tiempo suficiente, se suscrita trombosis de vasos sanguíneos y necrosis de los tejidos, que da como resultado una úlcera (27). Esto, guarda similitud con la investigación realizada por Lago, España, en el año 2007, en la cual determinó que el porcentaje de riesgo de padecer úlceras por presión (UPP) aumentó con las patologías médicas relacionadas con el déficit o alteración de la movilidad, como insuficiencia cardíaca con 10,3% de riesgo, EPOC con 15,5% y fractura de fémur/pelvis con 11,3% (10). De igual manera, Miralles en el año 2008, en España, expone las enfermedades contempladas en su estudio asociadas con el riesgo de desarrollar úlceras por presión (UPP), siendo la Diabetes con 27% de riesgo, EPOC con 27% y con 43,2% la insuficiencia cardíaca. En ninguno de los estudios se recogieron datos sobre pacientes con enfermedades en la piel (11).
CONCLUSIÓN
• El riesgo de aparición de Úlceras por presión observado en el Servicio de Medicina del Hospital del IVSS “Dr. Héctor Nouel Joubert” está asociado con los cuidados recibidos por parte del personal sanitario, además de la movilidad, nutrición y actividad de los pacientes internados en la misma.
• La edad está íntimamente relacionada con el riesgo de aparición de úlceras por presión (UPP).
• A mayor edad, mayor es el riesgo de padecer úlceras por presión (UPP).
• A menor edad, menor es el riesgo de presentar úlceras por presión (UPP).
• La inmovilidad y los déficits nutricionales impuestos por la edad, son factores de riesgo importantes para la aparición de úlceras por presión (UPP).
• El sexo no está relacionado con el riesgo de aparición de úlceras por presión (UPP).
• Las patologías médicas en las cuales se ve involucrada la actividad, movilidad y/o nutrición representan un factor de riesgo para padecer úlceras por presión (UPP).
RECOMENDACIONES
• Como institución sanitaria, se deberían tener estos resultados en cuenta como problema importante derivado de las características del Servicio de Medicina. Los directivos hospitalarios deberían convencerse de que deben invertir en intensificar y auspiciar la realización de protocolos actualizados, acceso a superficies especiales para el manejo de la presión, dispositivos locales que alivien la presión en las zonas de riesgo, ácidos grasos hiperoxigenados, entre otros.
• Como personal sanitario, se debe tomar conciencia y responsabilidad de la gravedad potencial del problema que tan directamente nos afecta y adquirir “cultura preventiva”, que no es más que asimilar la importancia de la prevención y actuar en consecuencia. Eso implica: Actuar de forma protocolizada, detectando la población de riesgo a través de la escala de valoración de riesgo. Aplicar medidas de prevención básicas como higiene, cambios posturales y acomodar a los pacientes con cojines que alivien la presión, intentando conseguir una cama física lo antes posible para los pacientes que ingresan. Conocer y aplicar un tratamiento según el protocolo del centro. Registrar las alteraciones de la piel y las actuaciones de prevención y tratamiento en la hoja de enfermería para facilitar la continuidad de los cuidados.
• Así también, se debe tener especial atención con los pacientes de la tercera edad quienes tienen la necesidad de ayuda o asistencia importante y son población de riesgo. Teniendo mayor vigilancia en cuanto a la integridad de la piel, movilidad y nutrición.
• De igual manera, hay que tener cuidados particulares con los pacientes que tengan inmovilidad impuesta, trastornos metabólicos o deficiencias nutricionales, ya que son factores predisponentes para padecer UPP.
• Por otra parte, hay que concientizarse de que la prevención es el pilar fundamental y más importante en lo referente a este problema, con la aplicación de guías clínicas en los que se recogen medidas preventivas.
APÉNDICE
APÉNDICE A. Guía de Observación.
I Parte. Datos personales del paciente.
Nombre del paciente (sólo iniciales) ___________ Sexo: F___ M___
Edad: ____ años Fecha de ingreso: ___/___/_____
Diagnóstico médico:
II Parte. Escala de Valoración Nova 5.

Puntuación:
____ 0 = Sin riesgo ____ 1-4 = Riesgo bajo
____ 5-8 = Riesgo medio ____ 9-15 = Riesgo alto
Observaciones
Fecha: __/__/__
Persona que realiza el cuestionario________________
APÉNDICE B. Acta de Consentimiento informado.
TESIS: Riesgo de aparición de Úlceras por Presión en pacientes del Servicio de Medicina del Hospital del IVSS “Dr. Héctor Nouel Joubert” Mayo-Junio 2010.
Se me ha solicitado aceptar mi participación voluntaria en un estudio que realizan dos tesistas de la Universidad De Oriente.
Al participar en este estudio, yo estoy de acuerdo con las técnicas que se lleven a cabo para determinar el riesgo de ulceras por presión durante mi hospitalización.
Yo entiendo que mi participación en este estudio no implica riesgos y puedo negarme a la misma.
He realizado varias preguntas acerca del estudio y sé, que puedo retirarme de él en cualquier momento.
Mi identidad es confidencial, sin embargo, los resultados que arroje el estudio podrán ser divulgados o publicados por los tesistas.
YO ____________________________________________________________________
Doy libremente mi consentimiento para participar en este estudio.