Aplicacion del proceso de enfermeria en embarazo de 37 semanas mas 5 dias de gestacion con diagnostico de infeccion del tracto urinario pielonefritis
Autor: TSU Irali Suárez | Publicado:  15/12/2011 | Enfermedades Infecciosas , Ginecologia y Obstetricia , Enfermeria , Urologia , Articulos , Casos Clinicos de Enfermedades Infecciosas , Casos Clinicos de Urologia , Casos Clinicos de Ginecologia y Obstetricia , Casos Clinicos | |
Proceso de enfermeria embarazo 37 semanas gestacion diagnostico infeccion tracto urinario .2

Resultados:

De un total de 100 pacientes, se obtuvieron 22 por ciento de urocultivos positivos, de los cuales el 77,2 por ciento correspondió a bacteriuria asintomática, 18,2 por ciento a cistitis y el 4,5 por ciento a Pielonefritis. El 22,6 por ciento de estas pacientes, presentó contracciones prematuras. De los gérmenes aislados 91 por ciento fueron bacterias gram negativas, de entre ellas: Escherichia coli 65 por ciento (13 urocultivos), Klebsiella pneumoniae 15 por ciento (3 urocultivos), Acinetobacter 10 por ciento (2 urocultivos), Klebsiella oxytoca 5 por ciento (1 urocultivos), Enterobacter aerogenes 5 por ciento (1 urocultivo); el 9 por ciento restante (2 urocultivos) fueron bacterias gram positivas; Staphylococcus aureus y Enterococcus faecalis.

El 100 por ciento de las cepas de Escherichia coli presentó resistencia a la ampicilina, y fue sensible a la norfloxacina; en cuanto a la Klebsiella pneumoniae el 100 por ciento fue sensible a la nitrofurantoína, norfloxacina y cefuroxima, el 66,7 por ciento fue resistente a gentamicina. Discusión: La elevada frecuencia de infección urinaria en el grupo de pacientes estudiados, los tipos de gérmenes aislados y la asociación con amenaza de parto prematuro concuerdan con la bibliografía consultada. La resistencia a la ampicilina encontrada, podría constituir un serio inconveniente en el momento de iniciar el tratamiento, ya que la administración de antibióticos está restringida durante el embarazo, siendo la ampicilina uno de los pocos que se pueden utilizar con cierta libertad durante el mismo y que además ofrece la ventaja de su relativo bajo costo.

Guerrero Miranda, Lizbeth. Describen en su trabajo “Infección del tracto urinario y embarazo”. El embarazo sin ser considerado un estado anormal, es una entidad predisponente para el aparecimiento de infecciones, en especial del tracto urinario, el cual se ve afectado de modo directo o indirecto, así por el aumento del volumen sanguíneo, aumenta la filtración glomerular, la producción; y el estasis urinario lo que favorece la colonización bacteriana. Por su ubicación anatómica las infecciones pueden ser altas (Pielonefritis) o bajas (uretritis-cistitis); ambas tienen características clínicas, métodos de diagnóstico y tratamiento específicos. Lo importante es hacer un diagnóstico oportuno y dar un tratamiento eficaz para evitar las complicaciones que pueden ir desde choque séptico hasta la muerte materna, septicemia fetal, o graves secuelas posteriores a hipoperfusión uterina.

En el trabajo de investigación realizado por: Meléndez Salmón, Antonio Dante. “Amenaza de parto prematuro en pacientes gestantes con Pielonefritis aguda en el Hospital Nacional Cayetano Heredia en 1993-1995” Se realizó un estudio observacional descriptivo, transversal, retrospectivo, para determinar la amenaza de parto prematuro en gestantes con Pielonefritis aguda en el período comprendido de enero de 1993 a diciembre de 1995 en el Hospital Nacional Cayetano Heredia. Ingresaron 100 gestantes, con Pielonefritis aguda sin otra enfermedad intercurrente que pudiese alterar el curso de la Pielonefritis o de la gestación. Donde se encontró una frecuencia de 14//de amenaza de parto prematuro en gestantes con Pielonefritis aguda, sólo se encontró que se asoció en forma estadísticamente significativa el nivel socioeconómico bajo, dentro de las características relevantes de amenaza de parto prematuro fueron: edad gestacional, contraindicaciones uterinas y cambios cervicales. Se encontró 27 por ciento de gestantes con Pielonefritis aguda tanto con y sin amenaza de parto prematuro que cursaron con anemia. El 81 por ciento de gestantes con Pielonefritis aguda tuvieron un riesgo de parto prematuro real según el CRAP, pero nosotros sólo encontramos en el 14 por ciento amenaza de parto prematuro.

FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA

Presencia de un número significativo de gérmenes en las vías urinarias. Parénquima renal o vejiga, demostrado por manifestaciones clínicas sugestivas, leucocitarias y bacteriuria. Los trastornos del tracto urinario pueden afectar de forma adversa la excreción de la orina, produciendo inflamación, lesión tisular y cicatrización de los elementos tisulares. (5)

Las infecciones urinarias son más frecuentes en las mujeres que en los hombres, y esta tendencia se acentúa durante el embarazo por el aumento de las hormonas o el peso que ejerce el útero sobre la vejiga. Para controlar la aparición de estas infecciones se hacen análisis de orina en todas las revisiones ginecológicas, ya que este tipo de enfermedad puede ocasionar partos prematuros. (5)

Las infecciones del tracto urinario pueden presentarse con o sin síntomas clínicos. Por tanto, a menudo es débil determinar con exactitud la localización de la infección. Pueden clasificar como: (5)

• Bacteriuria: crecimiento de bacterias en la orina no contaminada superior a 100.000 colonias por mililitro.
• Bacteriuria asintomática: Bacterias significativas, sin signos clínicos de infección activa.
• Bacteriuria sintomática: Bacteriuria significativa acompañada de signos físicos.
• Infección del tracto urinario (ITU) Recurrente: Episodios sintomáticos de repetición, debido por lo común a la entrada de nuevos microorganismos pertenecientes a la flora perineal fecal (Denomina en ocasiones reinfección)
• Recaída de una infección del tracto urinario (ITU): Persistencia del mismo microorganismo, a pesar de antibioterapia adecuada.
• Uretritis: inflamación de la uretra.
• Cistitis: Inflamación de la vejiga.
• Uretritis: Inflamación de los uréteres.
• Pielonefritis: Es una infección aguda o crónica del riñón. Suele ser más habitual en mujeres que en hombre y su origen puede ser desde una infección que asciende desde las vías urinarias al riñón, a directamente una infección del riñón por un cálculo, traumatismo o estenosis del uréter. El riesgo es que evolucione a una insuficiencia renal. (5)

Los gérmenes patógenos que participan en la primera infección de la vía urinaria generalmente pertenecen al grupo califorme: Escherichia coli, en un 50 a 90% de los casos; menos frecuente se trata de Enterobacter, Klebsiella, Pseudomona y Proteus. En cambio, en las infecciones recurrentes o en las píelo nefritis crónicas los más frecuentes son el Proteus, Enterococo, Pseudomona, Estafilococo, Colibacilos y entre los hongos, los del género candida. (3)

Curso de la Pielonefritis aguda:

• Curación con cicatriz. Cuando las cicatrices son grandes pueden comprometer las funciones renales, favorecer nuevas infecciones y complicarse de hipertensión arterial o litiasis.
• Extensión en forma de una Pielonefritis flegmonosa o apostematosa, o en forma de Pielonefritis, abscesos perinefríticos, piohemia u otra septicemia.
• Transformación en Pielonefritis crónica. (5)

Curso de la Pielonefritis crónicas:

• Curación con cicatrices de extensión variable. Cuando son muy grandes, se produce el riñón retraído pielonefrítico. Las cicatrices pueden tener las mismas complicaciones que las Pielonefritis agudas.
• Extensión en la misma forma quela de la Pielonefritis aguda.
• Mantención por persistencia de factores predisponentes o de gérmenes resistentes al tratamiento.
• La Pielonefritis crónica puede llevar a la insuficiencia renal. (5)

La patología se diagnostica:

• Mediante la detección de bacteriuria en un cultivo de orina.
• Pielografía Intravenosa (PIV), la Cistouretrografía de micción y la Cistoscopia, después que cede la infección, para indicar anormalidades anatómicas que podrían contribuir al surgimiento de la infección, así como cambios ranales existente en casos de infecciones recurrente (5)

El objetivo del tratamiento es:

• Eliminar la infección.
• Detectar y corregir los trastornos funcionales o anatómicos.
• Prevenir las recurrencias.
• Preservar las funciones renales.
• La antibioterapia debe iniciarse basándose en la identificación del patógeno. Entre los antibióticos principales se encuentran: penicilinas y sulfonamidas por vías generales, que se usan en tratamientos intensivos breves. En particular con el caso de estudio se utilizó Ceftriaxona 1 gramo cada 8 horas (1)

En el embarazo y en el caso particular de nuestra gestante la medicación que se recibe para compensar el efecto de estos medicamentos se emplean aquellos que refuercen el sistema de defensa del organismo como lo es el Carnisin que se emplea para el manejo de las deficiencias locales y sistémicas demostradas de carnitina. Es importante además proteger la vida del feto en desarrollo por lo que se indica el provicar el cual va a proteger específicamente la formación del sistema nervioso central del feto entre otros beneficios que le brinda a la madre. (6)


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