La lactancia materna. La alimentacion ideal para el lactante menor de 6 meses de edad
Autor: Noelia Casquete López | Publicado:  13/06/2012 | Medicina Preventiva y Salud Publica , Pediatria y Neonatologia , Articulos | |
La lactancia materna. La alimentacion ideal para el lactante menor de 6 meses de edad .2

Cuando el niño succiona el pezón, se transmiten impulsos sensitivos a lo largo de los nervios somáticos, hacia la médula y de allí al hipotálamo, donde desencadena la secreción de oxitocina, esta pasa a la hipófisis posterior y finalmente llega a las mamas por vía sanguínea provocando la contracción de las células mioepiteliales que rodean la superficie externa de los alveolos; así es expulsada la leche de los alveolos hacia los conductos, este proceso recibe el nombre de reflejo de eyección láctea. Este es un reflejo que está influenciado por las emociones maternas (ansiedad, temor, incertidumbre, preocupaciones, dolor, etc), que puede inhibir la secreción de oxitocina, disminuyendo así la eyección de leche (8).

DESARROLLO.

La alimentación exclusiva del bebé con leche materna, es la mejor forma de nutrirlos los primeros 4 a 6 meses de vida. Los suplementos como la fórmula comercial, la leche de vaca, el cereal, las aguas de hierbas y aún el agua pura, llenan el estómago del bebé y lo hacen mamar menos, con lo que se reduce la producción e leche materna (9).

La succión frecuente del bebé sin horario predeterminado en los primeros días, favorece el inicio de la lactancia, hace que el recién nacido se beneficie plenamente de las ventajas que le ofrece el calostro desde el punto de vista inmunológico nutricional y del desarrollo, pues “el calostro es la primera inmunización que recibe el niño” (9).

La lactancia según demanda garantiza las necesidades de agua del organismo del bebé por lo cual no es necesario la suplementación, por otra parte, la introducción del biberón, establece un patrón de succión que difiere del que fisiológicamente se desarrolla con el de la succión al pecho, entorpeciendo el desarrollo del aparato bucal. En el mecanismo de succión del pecho, se requiere del movimiento vigoroso y activo de los carrillos, de las encías y de la lengua, que se fortalece con la frecuencia de succión, mientras que en el biberón el mecanismo de succión es pasivo, en el cual el único movimiento es el de la lengua, para cerrar el flujo gota a gota de la tetina y facilitar la respiración, este último mecanismo, más fácil, compite con ventaja sobre el primero, lo que conduce al abandono progresivo del pecho por el lactante. La menor frecuencia y tiempo de succión va debilitando los reflejos de la lactancia lo que lleva al fracaso de esta práctica (6,9).

Las etapas por las que atraviesa la leche humana son: calostro, leche transicional y leche madura. Su composición en cualquier etapa es importante para la adaptación a la vida extrauterina del recién nacido y está adecuada a las características digestivas y necesidades nutritivas del niño.

Calostro:

Su composición es distinta a la de la leche madura. Dura aproximadamente hasta una semana después del parto. Es un líquido amarillento con un valor energético algo menor de el de la leche madura (67 kcal/100 ml contra 75 kcal/100 ml). La cantidad va a variar en proporción directa, según la paridad de la madre y la lactancia anterior. El color amarillo es debido a los betacarotenos, el contenido en minerales es alto y la concentración de sodio, cloro y potasio es mayor que en la leche madura. La concentración de proteínas y vitaminas liposolubles es también elevada, el Ph es de 7,45 que favorece el vaciamiento gástrico; contiene IgA e IgE, ambos secretados por las glándulas mamarias (sobre todo IgA secretoria) (9).

Leche transicional:

La leche a partir de los 7 días aproximadamente, va sufriendo cambios glandulares y hacia los 14 días aparece la llamada leche de transición.

La concentración de inmunoglobulinas totales descienden, mientras la lactosa, las grasas y el contenido total de calorías aumenta. Las vitaminas hidrosolubles aumentan y las liposolubles disminuyen en relación con los niveles de la leche madura.

Leche madura:

El agua: Es el mayor componente de la leche, aproximadamente el 87% de la misma, los requerimientos de agua en el lactante con un clima húmedo y caliente pueden ser suministrados enteramente por el agua contenida en la leche humana.

Proteínas.- Las principales proteínas de la leche son la caseína, la seroalbúmina, alfa y betalactoglobulina, etc. Otros componentes proteicos son: inmunoglobulinas, lactoferrina y proteínas fijadoras de vitamina B-12 de acción antimicrobiana, nucleótidos, enzimas y hormonas.

Caseína: Es una proteína específica de la leche. Existen diferencias físico-químicas entre la caseína humana y la de vaca, pues la composición de aminoácidos es propia de la especie.

Cuando se forma el coágulo de caseína por acción de las enzimas digestivas, queda un líquido claro llamado suero, que contiene agua electrolitos y proteínas. La proporción de proteínas en la leche humana es de 40% de caseína y 60% de lactoalbúminas, mientras que en la leche de vaca, es de 80 y 20% respectivamente.

Las alfalactoalbúminas son proteínas específicas presentes en las leches con alto contenido en lactosa.

Lactoferrina: Es una proteína que se une al hierro e inhibe el crecimiento de algunas bacterias del tracto intestinal que necesitan hierro para su crecimiento. Esto produce cierta protección en el niño contra algunas infecciones gastrointestinales.

Inmunoglobulinas: La principal es la IgA producida por las glándulas mamarias y que aparece en grandes cantidades en el calostro.

Lisozima: Se ha identificado como un factor antimicrobiano inespecífico, contribuye al desarrollo y mantenimiento de la flora intestinal en el lactante alimentado a pecho.

Nucleótidos: Son compuestos derivados del ácido nucleico, importante para la síntesis de proteínas y para aumentar su valor biológico, además estimulan el crecimiento.

Carbohidratos: La lactosa es el carbohidrato predominante en la leche humana, su concentración es mayor que en la leche de vaca. Es un disacárido compuesto por 2 monosacáridos: glucosa y galactosa.

La lactosa ayuda a la absorción del calcio, además es una buena fuente de galactosa esencial para la producción de los galactolípidos, incluyendo los cerebrósidos, esenciales para el desarrollo del sistema nervioso central (SNC).

Otro carbohidrato que existe en la leche materna es el “factor de crecimiento” del bacilo bífidus que hace diferente la flora intestinal del niño lactado al pecho a la del alimentado artificialmente.

Lípidos: Los triglicéridos aportan el 98% de las grasas, el resto son fosfolípidos, ácidos grasos libres, colesterol, etc. La dieta materna afecta los constituyentes de los lípidos, pero no la cantidad de grasa.

La leche de mujer no contiene ácidos grasos de cadena corta, que son irritantes para el tubo digestivo y producen algunos tipos de eccemas infantiles. Contiene ácidos grasos de cadena larga, insaturados que se absorben mejor y tiene efectos hipolipemiantes, encontrándose entre ellos los ácidos grasos esenciales.

Colesterol: Se ha sugerido que el colesterol presente en la dieta, interviene en el mecanismo que regula su biosíntesis y que una dieta pobre en el mismo, en los primeros años de la vida podría favorecer la aparición de hipercolesterolemia en edades más avanzadas (9).

En la actualidad se busca la relación que existe entre la dieta de la infancia y la obesidad, aterosclerosis y otras enfermedades degenerativas. Se ha demostrado que la esclerosis múltiple es muy rara en países donde la lactancia materna es común. Se plantea que el desarrollo de la mielinización en la infancia es fundamentalmente para prevenir la degradación ulterior.

Hierro: El niño necesita en su primer año de vida de 80 a 100 mg/día de hierro para cubrir sus necesidades, la leche humana contiene 100 mg/100 ml y la de vaca 79 mg/100 ml. Esto no cubre los requerimientos realmente, sin embargo, los niños alimentados a pecho, no presentan anemia. El hierro absorbido de la leche humana es más eficiente y se absorbe un 49%, mientras que de la leche de vaca se absorbe solamente el 10% y de las fórmulas a las que se añade hierro solo el 4%. El niño alimentado a pecho tiene niveles elevados de ferritinas que provocan una mejor asimilación de hierro, lo cual explica lo anterior. La lactosa ayuda a la absorción de hierro y de altas cantidades de vitamina C.

Vitaminas:

Vitamina A: Aunque el contenido es de 280 UI en la leche humana, sus precursores, los carotenoides, cubren los requerimientos. Hay 2 veces más cantidad de vitamina A en el calostro que en la leche madura.


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