La lactancia materna. La alimentacion ideal para el lactante menor de 6 meses de edad .3
Vitamina D: Existen Cantidades suficientes en la leche humana para satisfacer los requerimientos. También está en mayor cantidad en el calostro que en la leche madura.
Vitamina E: Es necesario para la integridad muscular, resistencia de los eritrocitos a la hemólisis, así como para otras funciones bioquímicas y fisiológicas.
Vitamina K: Esencial para la síntesis de factores de la coagulación sanguínea.
Vitamina C: Es parte de varias enzimas y sistemas hormonales. Esencial para la síntesis halógena, se debe incrementar en la dieta de la embarazada y de la mujer que lacta. Refleja las cantidades que se ingieren en la dieta materna.
Complejo B: Interviene en mecanismos bioquímicos muy importantes en el organismo humano, sistemas oxidativos intracelulares, mecanismos respiratorios intracelulares, en el metabolismo del tejido nervioso y en la formación de la coenzima A.
Enzimas: Lactoperoxidasa, galactosiltransferasa, fosfatasa alcalina, lipasas, lisozima, etc.
Se considera necesario que se reconozca el don más preciado de la leche materna: ”la prevención de las infecciones” (6,9,10-15).
Estudios realizados por Goldblum, Ylänson et al demostraron que loa antígenos (bacterias, virus, etc) que son administrados o ingeridos por vía oral a las madres que lactan a sus hijos, pasan al tractus intestinal. En el segmento terminal del íleon se encuentran numerosos folículos linfáticos: tejido linfoide asociado al intestino /TLAI). Ellos constituyen un grupo organizado de células inmunocompetentes.
Las células intestinales altamente especializadas, denominadas células M, son las encargadas de captar los antígenos que llegan al intestino y transportados hacia las placas de Peye. Aquí se elaboran los antígenos de los macrófagos y aparecen los linfocitos “T”. Producto de la interacción entre los macrófagos y los linfocitos “T” surgen las subpoblaciones de linfocitos “B” que hacen proliferar las células precursoras productoras de anticuerpos. Estas células emigran por los ganglios linfáticos regionales del mesenterio, a través del conducto torácico en la vía sanguínea y allí se dividen en 3 compartimientos: a) las glándulas mamarias, b) los tejidos linfáticos del tractus intestinal materno y c) el sistema bronquial. En estas regiones maduran y se transforman las células plasmáticas formadoras de anticuerpos (13).
Mediante este eje entero-bronco-mamario se abastecen con anticuerpos específicos por un corto período los recién nacidos pretérminos y lactantes (13).
Las células linfáticas de las glándulas mamarias del sistema bronquial: tejido linfático asociado al bronquio (TLAB) y del lTLAI se asocian unas con otras y representan un sistema de defensa relativamente propio, que aporta una importante contribución a la síntesis de nuevos anticuerpos en la leche materna (13).
Alrededor de la mitad de los anticuerpos que se producen en el organismo son del tipo inmunoglobulina A (IgA). La inmunoglobulina predominante en las secreciones exocrinas que protegen las mucosas es la inmunoglobulina A secretora (IgAs). Los anticuerpos del tipo IgAs, son producidos localmente como dímeros de IgA con un polipéptido extra, la cadena J, por las células plasmáticas que se encuentran adyacentes a la porción basal de las células epiteliales de las glándulas exocrinas (mamarias, lagrimales y salivales, así como en las glándulas situadas en los sistemas respiratorio, digestivo y en el tractus urogenital). Los dímeros de IgA unidos por cadenas se ligan a una glicoproteína que constituye el componente secretor, que se produce por las células de la membrana del epitelio glandular. El complejo formado por la IgA, la cual es transportada a través de epiteliales y aparece en las secreciones exocrinas en la superficie de las membranas mucosas (13).
El eje entero-bronco-mamario está basado en el transporte de células linfoides desde las placas de Peyer donde radica el TLAI o el TLAB hasta el intestino delgado y en los bronquios hasta las glándulas mamarias donde estas producen IgAs (13).
Por intermedio del eje entero-bronco-mamario, la leche materna contiene anticuerpos IgA contra todos los microorganismos y antígenos alimentarios a que la madre ha sido expuesta.
Los componentes humorales y celulares de la leche materna se agrupan en: específicos y no específicos.
Componentes humorales específicos.-
Inmunoglobulinas.-
En la leche materna se han encontrado todas las clases de inmunoglobulinas. La mayor concentración se encuentra en el calostro y va decreciendo en la medida en que transcurre el tiempo de lactancia (13-15).
La inmunoglobulina que presenta mayor concentración en la leche materna es la IgA, principalmente en el calostro, pero su importancia no sólo radica en su concentración sino en su actividad biológica. De las inmunoglobulinas A existentes, la que mayor trascendencia presenta, es la IgAs, la que parece ser sintetizada en las células alveolares de la glándula mamaria. Es la inmunoglobulina predominante en la leche materna y constituye el 80% de todas las inmunoglobulina presentes en el calostro y la leche
La IgAs se caracteriza por su resistencia a los ácidos y por su capacidad de resistencia contras la digestión enzimática (13-17).
Los anticuerpos IgAs específicos se unen directamente a bacterias y virus, por lo que de este modo se inhibe la colonización del tractus gastrointestinal por microorganismos causantes de enfermedades (13-17).
La leche materna además contiene las demás inmunoglobulinas: IgM, IgG, IgD, IgE, pero en una menor proporción.
En la leche materna se han identificado anticuerpos bacterianos contra agentes productores de infecciones en lactantes y niños. Entre ellos podemos citar los anticuerpos contra Vibrio cholera, enterotoxinas de E. Coli, Shigella, Salmonella, Campylobacter, Hemophilus influenzae tipo B , Klebsiella pneumoniae y Clostridium tetani entre otros, también han sido identificados en la leche materna un número considerable de anticuerpos contra virus que causa enfermedades y muerte entre los lactantes y niños menores de 5 años. Los anticuerpos virales presentes en la leche materna tienen acción contra: Rotavirus, que son considerados los agentes causales más comunes de diarreas (26), Poliovirus 1, 2 y 3, agentes causales de la poliomielitis, Coxsackie, virus Sincitial respiratorio (principal agente causal de la bronquiolitis del lactante), ECHO virus 6 y 7, Rinovirus, virus de la parotiditis, herpes virus 6 (HH V-6) agente causal del exantema súbito entre otros.(6,9,13-17).
Componentes humorales no específicos.-
Independientemente de los anticuerpos bacterianos y virales presentes en la leche materna, ella posee una serie de factores antibacterianos no anticuerpos que tienen acción protectora contra un grupo de agentes bacterianos productores de infecciones durante los primeros años de vida. Entre ellos se hallan los siguientes:
Factor bífido.-
Estimulador del crecimiento de bacterias bífidas. Es un bacilo anaerobio, inmóvil, grampositivo que alcanza niveles elevados en el intestino delgado de los lactantes. Mantienen una marcada acidificación intestinal y en unión de la IgAs y lisozima, antagonizan la implantación y desarrollo de gérmenes intestinales como E. Coli, Shigella y otros. Compiten con la Escherichia Coli en la formación de la flora intestinal y facilitan la flora normal (Gram + ) del niño lactado al pecho. Inhibe el crecimiento de bacterias gramnegativas como Escherichia Coli, Shigella, entre otras, también ejercen su acción sobre algunos protozoarios (6,9,13-17).
Componentes C3 y C4.-
Los componentes C3 y C4 del complemento tienen la habilidad de producir la lisis bacteriana al unirse con anticuerpos específicos (IgAs). Actividad contra Escherichia Coli.
Lactoferrina.-
Glicoproteína producida en las células epiteliales por los granulocitos neutrófilos y monocitos macrófagos. Es a su vez una enzima fijadora de hierro que normalmente se encuentra saturada en el 50%, cuando se satura completamente, pierde su acción. Su principal función es la captación del hierro exógeno que llega al intestino antes de que se una o se transporte el hierro endógeno de la leche. Tiene una elevada concentración en el calostro. Acción bacteriostática potente contra Estafilococo aureus, Escherichia Coli, Vibrio cholerae y Pseudomona aeruginosa por bloqueo de la síntesis de ARN de las bacterias. Inhibe el crecimiento de la Cándida albicans (6.9,13).