Aspectos clinicos epidemiologicos de la encefalopatia aguda en la UCIP
Autor: Dr. Alcibiade Castaigne Ricardo | Publicado:  29/05/2007 | Pediatria y Neonatologia , Neurologia , Cuidados Intensivos y Cuidados Criticos | |
Aspectos clinicos epidemiologicos de la encefalopatia aguda en la UCIP 3.

La Etiología se dividió en hipóxica - isquémicas (Anoxia peri-natal, Síndrome de Casi ahogamiento, Parada cardiorrespiratoria), tóxicas (medicamentosas), metabólicas (Síndrome de Reye e Hipoglicemia), Hipertensiva, encefalitis aguda y hepáticas (Hepatitis A).

Para la Escala de Glasgow al ingreso en UCIP se utilizaron dos valores: hasta 8 puntos y 9  y más, se consideró, el primero  como  crítico y el  segundo  no  crítico.

Criterio de exclusión. Se excluyeron de nuestro estudio las EA por traumas craneales ligeros que requerían la atención del Servicio de Neurocirugía y por lo tanto fueron excluidos de nuestro estudio.    
 

RESULTADOS


En el estudio realizado en 40 pacientes ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Pediátrico Universitario de Holguín, con el diagnóstico de Encefalopatía Aguda en el período comprendido desde enero del 2003 a diciembre del 2006 encontramos que el mayor número de pacientes correspondió a las edades entre 5 y 13 años (52,5%) y le siguieron en frecuencia los de 1 a 4 años (40%) y de 0 a 11 meses (7,6%)

La mayor parte de la muestra perteneció al sexo masculino, con el 52,5%.


La tasa de mortalidad por E. A fue de 22.5 por cada 100 pacientes de riesgo.


En los pacientes estudiados se diagnosticaron 6 causas diferentes de encefalopatía aguda, y estas fueron en orden de frecuencia hipóxica izquémica (30%), tóxica (25%), encefalitis (15%), metabólicas (15%), hepática (12,5%) e hipertensiva (2,5%).


En la evaluación de acuerdo con la Escala de Glasgow el 62,5% de los casos se ubicó en un puntaje de hasta 8 y el 37,5% en 9 y más.


Del total de pacientes atendidos, el 62,5% recibió tratamiento en las primeras 24 horas de iniciados los síntomas y el 37,5% en un período de tiempo posterior.

De los pacientes tratados, el 77,4% no presentó durante su recuperación alguna manifestación clínica que hiciera sospechar la existencia de una lesión orgánica como secuela de la enfermedad de base. En el 22,6% restante aparecieron manifestaciones correspondientes a diferentes tipos de secuelas neurológicas.

De los 40 pacientes atendidos 31 (77,5%) tuvieron una evolución favorable y 9 (22,5%) fallecieron.


Al analizar la relación entre el estado al egreso y la Escala de Glasgow encontramos que de 25 pacientes con escala menor de 8, 8 (32%) fallecieron y de los casos con escala de 9 y más  falleció 1 (6,6%). Al realizar el procesamiento estadístico fue significativo.


Al relacionar la mortalidad con la precocidad en el inicio del tratamiento encontramos que de 25 pacientes que recibieron tratamiento en las primeras 24 horas solo 2 (8%) fallecieron, mientras que en los 15 pacientes que recibieron tratamiento específico después de las 24 horas 7 (46,6%) fallecieron. No hubo significación estadística.

ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS

 

En el estudio realizado en los pacientes con EA que ingresaron en la U.C.I.P. durante el periodo de enero del 2003 a diciembre del 2006, hallamos el siguiente comportamiento: En cuanto a la edad, la mayor incidencia correspondió a los pacientes que presentaron entre 5 y 13 años, lo cual significó el 52,5 por ciento y que fue esta etapa de la vida más afectada por tal entidad, lo cual corresponde con lo revisado en la literatura mundial(2) (3) (6) (10) (11) (15) (16). Le siguen en orden decreciente las edades  entre 1 y 4 años, con el 40 por ciento, y con un menor porcentaje los niños menores de 11 meses, para el 7,6, no menos importante por la gravedad que se presentó en este grupo etáreo, según refieren la mayoría de los autores (22) (23) (24) (41) (42) (43). En cuanto al sexo hubo un ligero predominio del masculino sobre el femenino. Este es un elemento al que los autores no le atribuyen ningún valor desde el punto de vista epidemiológico, ya que no se hace referencia a él.


La tasa de mortalidad de E. A que encontramos en el periodo de estudio fue de 22.5  por cada 100 pacientes. No encontramos en la bibliografía tasa global  en relación con esta entidad. Sí existen tasas de mortalidad elevadas en casos de E A por Síndrome de Reye, al igual que en casos reportados de insuficiencia hepática por hepatitis aguda (25) (26) (27)  (41)(42) (43) . 


En la tabla número tres se hace mención a las causas más frecuentes de EA encontradas en nuestro trabajo y que presentaron el siguiente comportamiento: Hipóxico-isquémica 30 %, Tóxicas 25 % Encefalitis 15 %, Metabólicas 15 %, Hepáticas 12,5 %, Hipertensivas 2,5 %, lo que coincide con las investigaciones de otros autores que reportan similar orden en la etiología de dicha enfermedad (5) (6) (7) (10) (18) (19) (20) (41).


La EA debida a trastornos Hipóxico isquémicos se presentó en el 30 por ciento de los pacientes analizados, y dentro de los mismos la causa más frecuente fue la parada  cardiorrespiratoria ( 4 pacientes ),  distrés respiratorio del adulto en el niño y  asfixia peri-natal ( 3 casos en cada dolencia) cuerpo extraño intrabronquial,  2 pacientes.


Como es de esperar,  la parada cardiorrespiratoria está asociada a pacientes críticos  en los cuales fue necesario tener apoyo hemodinámico y ventilatorio durante tiempo prolongado, sin resolver la situación de base existente, y se corresponde con una alta mortalidad y presencia de secuelas, (7) (38) (39) (40) (44) (45) (46) lo cual coincidió con varios autores.


Las  causas tóxicas  se presentaron  en relación con los conflictos situacionales del adolescente, condicionados por un inadecuado manejo familiar. Con más frecuencia se observo  la ingestión de medicamentos  como intento suicida. Diferentes autores hallaron similares coincidencias (47) (48) (49) (50) (51). Otros plantean el consumo de estupefacientes como causa frecuente, en países del Tercer Mundo, donde las condiciones higiénico sanitarias y el sistema de salud, no garantizan una adecuada prevención y existe un alto consumo de drogas en la población infantil, lo que  no sucede en nuestro país (50) (51).


La encefalitis y las causas metabólicas ocupan el tercer lugar de importancia en los casos estudiados, con el 15 por ciento cada una de ellas (10) (11) (22) (23). Al   igual que en nuestro trabajo, los distintos autores refieren que  las encefalitis se presentaron en los meses finales del año y su principal causa fue viral (15) (16) (17) (19).


Nuestro estudio coincide con distintos autores en la evolución tórpida en la fase aguda de la encefalitis, tardía recuperación y presencia de secuelas, así como una baja mortalidad (14) (18) (19).


Debido a que las causas metabólicas (Síndrome de Reye) y las hepáticas (hepatitis tipo A ) presentaron manifestaciones clínicas comunes, como en el l fallo hepático y la evolución desfavorable y la mortalidad elevada( en total representaron el 27,5 por ciento de los casos), las asociamos para su discusión, ya que se  reportan  iguales resultados en cuanto a mortalidad a nivel internacional en la literatura consultada, donde se plantea igualmente que el fallo hepático y el propio daño neurológico de la  EA son los elementos, determinantes en la evolución tórpida y la mortalidad (8) (9) (10) (11) (41) (42) (43).


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