Material de apoyo para la enseñanza de Enfermeria Transcultural
Autor: Alicia Hernández García | Publicado:  22/11/2007 | Formacion en Ciencias de la Salud , Enfermeria | |
Material de apoyo para la enseñanza de Enfermeria Transcultural.4

Diferencias en cuanto a los cuidados de Enfermería Transcultural entre Cuba y los EE.UU.

 

Estados Unidos de Norteamérica es un país donde habitan personas de todas las latitudes. Los inmigrantes crean comunidades aisladas y luchan por mantener su identidad, costumbres e idioma. Según Brunner – Suddarth se hablan más de 150 idiomas. En este sentido el fenómeno social de la transculturación es un proceso que está algo lejos en el futuro, por el carácter secular de este fenómeno. Este hecho trae como consecuencia que la enfermera, al brindar sus cuidados, debe enfrentarse a no pocas dificultades por todas las barreras que explicaremos más adelante en el aspecto de la comunicación transcultural.

 

En Cuba los estudios etnográficos y sociológicos realizados por el Dr. Fernando Ortiz, continuados hasta nuestros días por Natalia Bolívar, Miguel Barnet, Samuel Feijó, Diana Iznaga y otras figuras relevantes en estas ramas del saber, han demostrado desde mediados del siglo pasado la solidez de la cultura cubana, inmersa cada vez más en el mestizaje. Retomando las palabras de Fernando Ortiz, “en una transculturación blanquinegra de zarabanda y de cumbé”. 7

 

El cubano ha transculturado su música, sus recetas de cocina, sus instrumentos musicales, su lenguaje, su arte, sus creencias, sus hábitos y sus costumbres y preferencias. Este hecho social lo distinguen en el mundo como una cultura auténtica.

 

En este sentido el personal de Enfermería cubano puede brindar cuidados culturalmente eficaces porque conoce las costumbres de la población que atiende, su cultura, sus creencias. Como ejemplo de ello podemos alegar que, a ninguna enfermera cubana que preste sus servicios en un Consultorio Médico de Familia, se le ocurriría citar a una paciente devota de San Lázaro (Babalú Ayé) para realizarle una prueba citológica el día 17 de diciembre, porque sabe que ese día la paciente está inmersa en los preparativos para la celebración de las actividades en ofrenda a Babalú Ayé.

 

 

Comunicación Transcultural:

 

Existen 3 aspectos fundamentales según Brunner – Suddarth que son:

 

1.- La concepción acerca del proceso salud – enfermedad.

 

2.- La conciencia cultural.

 

3.- La comunicación con sus variados aspectos, que son:

 

La comunicación verbal y extra verbal.

Espacio y distancia.

          Contacto Visual.

          El tiempo.

          El tacto.

          Las ceremonias religiosas.

          Cultura y dieta.

          Los curanderos.

 

 

1.- Concepción acerca del Proceso Salud – Enfermedad:

 

Varios autores coinciden en que son tres las concepciones diferentes acerca del proceso salud – enfermedad.

 

1ª El Científico o Biomédico: esta concepción es la que predomina en la prestación de los servicios de salud en Cuba y se basa en el concepto del fenómeno causa – efecto. En este sentido, generalmente, la causa es tratada por el médico y el efecto es tratado por el personal de Enfermería como se expreso al abordar los aspectos jurídicos que rigen la labor de enfermería.

 

2ª Naturalista u Holístico: como ejemplo de este podemos citar la Teoría del Yin/Yan y la teoría de los cuatro humores del cuerpo, que son la sangre, la flema, la bilis negra y la bilis amarilla.

 

3ª Mágico – Religiosa: dentro de esta está la creencia vudú, de origen afrohaitiano, la curación por la fé, y otras.

 

 

2.- Conciencia Cultural:

 

Las personas actúan y se comportan de acuerdo con sus antecedentes culturales. Es importante comprender y respetar al individuo como ser social, y que en el actuar de los enfermeros esté presente siempre el principio holístico y émico, si queremos conquistar la confianza del paciente y su seguridad plena en la atención que se le ofrece.

 

 

3.- La Comunicación:

 

Verbal y Extra Verbal: Es la comunicación que se establece por mediación del lenguaje hablado y por mediación del lenguaje escrito, el Braille y el lenguaje de señas. La interferencia más frecuente a estas vías de comunicación es la del idioma, puesto de manifiesto en las misiones cumplidas por nuestros profesionales de la salud en Pakistán y otros países del continente africano, así como en países de América Latina en los que se hablan lenguas como el quichua, aimará, guaraní, y otros.

 

Espacio y Distancia: Son aspectos que se toman o no en cuenta a la hora de establecer una comunicación en dependencia de la cultura de las personas. Por ejemplo, los asiáticos son individuos que en sus conversaciones mantienen una distancia entre sí, de acuerdo con sus jerarquías o posición familiar; el espacio entre las personas que conversan puede ser entre tres y cuatro pasos, con un tono de voz entre mesurado y bajo. Otro tanto pudiera decirse de alemanes e ingleses, mientras que, por el contrario, los cubanos somos menos protocolares y más efusivos. Nos abrazamos y palmoteamos las espaldas, nos tocamos, hablamos en voz alta, etc. O sea, que si un cubano quiere comunicarse con alguien de otra cultura, teniendo dominio del idioma, tiene que tener en cuenta espacio y distancia en el momento de establecer la conversación.

 

Contacto Visual: Hay culturas en las que este aspecto es de vital importancia, en la mayoría de las culturas es usual que las personas se miren a la cara y a los ojos cuando conversan; sin embargo no en todas es así, hay etnias latinoamericanas, por ejemplo, en las que cuando alguien les habla, agachan la cabeza y bajan los ojos en señal de respeto y deferencia hacia la persona que les dirige la palabra.

 

Tiempo: Este es un factor que puede favorecer o no el establecer una buena comunicación al iniciar una relación, ya sea de índole profesional, laboral, y por qué no, hasta sentimental. En las relaciones interpersonales se establecen citas para discutir determinadas cuestiones en un determinado lugar y a una hora específica; es muy importante respetar el tiempo de los demás llegando a la hora convenida y, al establecer la comunicación, no extender la conversación innecesariamente, haciéndola tediosa porque nuestro interlocutor ya habló lo que le interesaba y necesita terminar la conversación para dedicarse a otras tareas. ¿Cuántas veces nos ha ocurrido que no podemos despegarnos de la conversación de una persona que no tiene para cuándo acabar. Es de uso común la frase “puntual como un inglés”, y es que en esa cultura se da una gran importancia al tiempo, y la puntualidad es una virtud que se inculca desde la infancia. En nuestro caso, los profesionales de la salud, tenemos que respetar el tiempo de nuestros pacientes. Si decimos que la consulta comienza a la 8 de la mañana, tenemos que comenzar a esa hora, no a las 8:15 ni a las 8:30, ni muchísimo menos a las 9:00. Ubíquese usted en que necesite llevar un artículo a reparar y le suceda algo similar cuando llega al taller. La irritación va creciendo y por fin, cuando lo atienden, tiene más deseos de agredir a la persona que de comunicarse adecuadamente con ella.

 

Tacto: Este aspecto se refiere a la discreción y respeto que debemos mantener en la comunicación en cuanto a las costumbres y creencias religiosas de las personas que tratamos. Por ejemplo, en Pakistán, los hombres sólo se dejan examinar por médicos y enfermeros hombres, mientras que las mujeres sólo de dejan examinar por personal femenino. Intentar ir a la contraria de este hecho, determinado por creencias musulmanas, podría no sólo interferir gravemente la comunicación con los pacientes, sino que podría ocasionar también un conflicto de consecuencias imprevisibles. En estos casos se puede lograr cambiar conductas mediante la persuasión y el transcurrir del tiempo.


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