La obesidad es una enfermedad sistémica crónica, no exclusiva de países desarrollados, y puede presentarse en cualquier grupo de edad o etnias; además, ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial, en 2014 murieron al menos 2,8 millones de personas a causa de la obesidad (OMS, 2014), razón por la cual, la Organización Mundial de la Salud (OMS) denominó a la obesidad como “la epidemia del siglo XXI”, (Becerra-Cruz, 2013).
En lugares donde el análisis de ADN para la identificación de restos esqueléticos sigue siendo de difícil acceso, el método estándar utilizado para la determinación de edad y sexo de cadáveres está fundamentado en las características osteológicas propias de cada sexo y edad, las cuales se basan en criterios establecidos para evaluar el desarrollo y la morfología ósea propias de cada grupo.