La tuberculosis es una de los padecimientos más antiguos que afecta a la especie humana y sigue existiendo en este nuevo milenio la primordial causa de muerte en todo el mundo, a pesar de los esfuerzos que se han realizado para su control en el último período. Esta situación llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a declarar en 1993, a la tuberculosis como una emergencia de salud mundial, en respuesta al aumento constante en la incidencia de casos de tuberculosis. La incidencia de tuberculosis se debe también a otros factores incluyendo la negligencia de los gobiernos en controlar esta enfermedad y a un manejo inadecuado de los programas de control, aunado al crecimiento poblacional y a la urbanización rápida y descontrolada de los países.