Se podría inferir, que
el proceso en el paciente comienza al producirse cambios orgánicos que
llevan a una manifestación emocional de estas experiencias, hecho que
puede aumentar o disminuir la intensidad del síntoma en cuestión,
dependiendo del manejo; en la familia, la primera manifestación es
emocional, al ser testigos del proceso de deterioro de su ser querido, y
de acuerdo a su historia familiar, sus mitos y experiencias previas, estas
manifestaciones podrán o no, hacerles daño, incluso haciendo que
aparezcan síntomas físicos similares a los del paciente, o exacerbando
enfermedades previas (Ej. : hipertensión, diabetes, etc.
Si no se modifican estas diferencias, a través de una información
creíble y continuada, estas conductas repercutirán negativamente en el
paciente y bloquearán los cuidados del equipo. La cantidad de tiempo y
desgaste que conlleva la asistencia a la familia es recuperada con creces
al conseguir que no interfieran negativamente en la buena marcha del
proceso individual e intransferible de la propia muerte de la persona.
Ninguna familia que haya
tenido que convivir con una enfermedad fatal sale ilesa de esa
experiencia, pues debe enfrentarse permanentemente a desgastantes
exigencias y cambios, él ultimo es la muerte del ser querido y cuando
esto ocurre cada miembro es diferente de lo que era cuando aquel gozaba de
salud.
10. DIFICULTADES INTRA
FAMILIARES ANTE LA ENFERMEDAD TERMINAL.
Básicamente la familia
se ve sometida a cuatro tipos de problemas:
10.1 Desorganización: la
enfermedad quebranta los recursos adaptativos para afrontar situaciones
difíciles que antes habían sido exitosos.
10.2 Ansiedad: conductas
hiperactivas, irritabilidad, intolerancia entre unos y otros.
10.3 Labilidad emocional:
reacción oscilante y superficial cuando la capacidad de contener, frenar
y organizar las respuestas afectivas se muestra insuficiente
10.4 Tendencia a la
introversión: La enfermedad y la muerte son poderosas fuerzas
centrípetas que ejercen un efecto de muralla en la familia, la cual para
defenderse del desorden implanta nuevas normas
Todos estos factores,
sumados a una grave y larga enfermedad cambia a todos los que conviven con
quien la sufre en aspectos como:
· Preocupación
insistente por las consecuencias futuras (soledad-economía familiar-
educación de los hijos-etc)
· Sentimientos de culpa originados en el ir muriéndose.
· Emociones y reacciones contradictorias derivadas del agotamiento
físico y emocional
· Colapso de la red de comunicación intra familiar
· Aislamiento de los miembros
· Redistribución de los roles
· Confusión personal
Sumado a estos factores,
el estrés psicológico cambia la dinámica familiar, dentro de la cual se
desarrollan nuevos patrones de afrontamiento y convivencia:
· Constantes visitas al
hospital
· Acompañamiento a consultas
· Análisis y tratamientos
· Largas noches de acompañamiento
Todas estas actividades
deben combinarse con las de la vida diaria, las que también cambian:
· Alimentación
irregular
· Disminución e incluso desaparición de momentos de descanso
· Periodos de ocio y placer que son utilizados para recuperar tareas
domesticas, vigilancia y crianza de los hijos (tareas de por sí agotantes
y absorbentes).
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