Trastorno de somatizacion. Diagnostico y tratamiento en consulta de medicina familiar
Autor: Dr. Ramiro Eduardo Guzmán Guzmán | Publicado:  13/05/2008 | Psicologia , Psiquiatria , Medicina Familiar y Atencion Primaria | |
Trastorno de somatizacion. Diagnostico y tratamiento en consulta de medicina familiar.2

Factores biológicos

Determinados estudios demuestran que las funciones cerebrales derechas están más desarrolladas que las izquierdas en los pacientes somatizadores, cierta hiperactividad del locus coeruleus (lo cual disminuiría el umbral del dolor) y disminución del riego sanguíneo cerebral en las áreas posteriores del cerebro.

 

Experiencias infantiles

 

«La expresión somática es una expresión emocional donde el cuerpo ha sustituido a las palabras». Hay quien teoriza la formación del carácter del somatizador desde una perspectiva evolutiva. Influirían factores como las carencias afectivas en la infancia, un modelado erróneo de la enfermedad por parte de los padres (enfermaban con frecuencia, acudían a menudo a los médicos, la enfermedad física era bien aceptada por parte de la familia y excusaba al enfermo de obligaciones).

 

Dentro de un grupo familiar patológico, la familia se organiza en torno al enfermo para olvidar otros problemas. El niño puede aprender poco a poco que, a veces, la única manera de obtener la respuesta que necesita es mediante una «conducta de enfermedad». De adulto, ante las dificultades para manejarse en las situaciones de la vida diaria, la enfermedad puede ser una forma inconsciente de refugio que aprendió a usar cuando era pequeño.

 

Categorización del paciente somático.

 

Conviene citar la clasificación Munarría, menos ortodoxa, pero con adecuado apoyo empírico y mucho más práctica para los casos indiferenciados que ve el médico de familia en atención primaria.

 

Somatizadores agudos

 

Forma benigna y autolimitada, muy frecuente, con funcionamiento y personalidad previos normales. Los síntomas, de reciente aparición, suelen desencadenarse por algún acontecimiento estresante psicosocial y son escasos. Los pacientes no saben a que atribuir su trastorno y se les puede ayudar explicándoles la relación de éste con los desencadenantes psicosociales o con su estado de ánimo. Su tratamiento sería el de la técnica de reatribución, que luego desarrollaremos.

 

Somatizadores facultativos

 

La duración y la intensidad del trastorno son mayores, pero conservan cierta capacidad para la comprensión psicológica, no son reacios a la exploración de los aspectos psicosociales y revelan espontáneamente más emociones. La somatización puede ser un disfraz con el que se presentan ante el médico, con la idea de que éste espera oír síntomas somáticos

 

Somatizadores crónicos

 

Se trata de personas con un funcionamiento previo insatisfactorio y una personalidad con frecuentes alteraciones patológicas, que durante años han presentado diferentes síntomas somáticos produciendo intensa invalidez. En su historia clínica se encuentran ingresos, diversas exploraciones y tratamientos.

 

En este grupo la expresividad emocional está más limitada, hay una clara hostilidad y resistencia a cualquier insinuación de que su trastorno no sea orgánico. Las técnicas de reatribución son inútiles y lo que se recomienda son medidas de apoyo para evitar defectos iatrogénicos.

 

Categorización de posibles cuadros clínicos.

 

Han sido descriptas tres formas para categorizar los posibles cuadros clínicos:

 

·         Síndromes clínicos en relación a los síntomas.

·         Categorías psiquiátricas

·         Visión integradora.

 

Síndromes clínicos relacionados a los síntomas.

 

Una primera alternativa es categorizar a estos pacientes desde el punto de vista de la descripción de síntomas definidos que van configurando patrones clínicos para los que cada especialidad describe sus síndromes en relación al órgano, aparato o sistema de su incumbencia. Ver tabla.

 

Síndromes funcionales somáticos descritos por especialidad

Especialidad - Síndrome funcional

 

Gastroenterología - Colon irritable, dispepsia no ulcerosa

Urología - Dolor pelviano crónico

Reumatología - Fibromialgia

Neumología - Síndrome de hiperventilación

Neurología - Cefalea tensional, acúfenos

Otorrinolaringología - Globus faríngeo, tinnitus

Cardiología - Dolor precordial atípico

Ortopedia - Dolor lumbar crónico

Miscelánea - Síndrome de fatiga crónica

 

Categorías psiquiátricas.

 

La segunda forma de categorizar a estos pacientes es intentar incluirlos dentro de las categorías psiquiátricas del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (en inglés DSM-IV) que incluye los trastornos somatomorfos. Este consenso define estos trastornos como la presencia de síntomas físicos que sugieren una enfermedad médica y que no pueden explicarse completamente por la presencia de una enfermedad, efectos de una sustancia u otro trastorno mental. Además, los síntomas deben producir malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral, o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.

 

Visión integradora.

 

Una tercera forma de categorizar esta problemática integra las clasificaciones anteriores en forma práctica y con fines pragmáticos. Esta parte de la premisa de que la somatización no es una entidad específica y sí un proceso con diferentes aristas y grados de expresión y de que si el proceso de somatización es identificado, el manejo de las diferentes formas de expresión es similar. En ocasiones puede ser más claro y conveniente utilizar las "etiquetas" los cuadros clínicos y en otras, las de la terminología psiquiátrica.

 

El espectro del síndrome es tan variable que puede relacionarse, en un extremo del espectro, con síntomas comunes o habituales como lumbalgia, cefalea o diarrea, en el contexto, por ejemplo, de una crisis vital normativa como casamiento, duelo o nacimiento de un hijo; y en el otro extremo, con síntomas crónicos, múltiples e incapacitantes que generan gran interferencia en la vida del sujeto y fatiga en el equipo de salud.


Diagnóstico.

 

El diagnóstico de trastorno de somatización no es simple, ni en servicios del nivel primario ni en los especializados. La cuarta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de la Asociación Psiquiátrica Americana (DSM-IV) define seis tipos de trastornos somatomorfos que se traslapan con los cuadros ansiosos y depresivos: el trastorno de somatización, el trastorno somatomorfo indiferenciado, los síntomas conversivos, el trastorno por dolor, la hipocondriasis y el trastorno dismórfico corporal.

 

El trastorno de somatización es con frecuencia un diagnóstico de exclusión, por la dificultad de explicar medicamente los síntomas somáticos debido al gran número de entidades orgánicas que puedan producirlos. De esto deriva el problema del coste y la frustración que puede generarnos el proceso diagnóstico, además del deterioro en la relación con el paciente si caemos en la discusión sistemática de todos los síntomas que éste nos presenta.


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