Caracterizacion de la fractura de cadera en el adulto mayor
Autor: Dr. Rafael Martinez Leon | Publicado:  10/06/2010 | Traumatologia , Geriatria y Gerontologia | |
Caracterizacion de la fractura de cadera en el adulto mayor .1

Caracterización de la fractura de cadera en el adulto mayor. Clínica Popular “Simón Bolívar”, Mariara, Estado Carabobo. Noviembre 2005- Diciembre 2007.

Dr. Rafael Martínez León (1)
Dr. Aracelio Pérez Guevara (1)
Dr. José Ramón Hernández Puerto (2)
Dra. Juliett Leal Yanes (3)

(1) Especialista de Primer Grado en Ortopedia y Traumatología. Profesor Instructor.
(2) Especialista de Primer Grado en Medicina General Integral y en Ortopedia y Traumatología. Profesor Instructor.
(3) Especialista de Primer Grado en Medicina General Integral. Profesora Instructora. Residente de Primer Año de Dermatología.

RESUMEN

Se realizó un estudio descriptivo de corte transversal en 42 pacientes adultos mayores con fractura de cadera atendidos en la Clínica Popular “Simón Bolívar” de Mariara, municipio Diego Ibarra, en el periodo de noviembre 2005- diciembre 2007, con el objetivo de caracterizar la fractura de cadera en adultos mayores. Se describieron variables relacionadas con esta entidad. Se obtuvo como resultados que el grupo de edad de 70-79 años fue el más frecuente con 40,47%, predominando el sexo femenino (76,16%) y la raza blanca (95,23%).

Las fracturas extracapsulares predominaron (66,66%); Los antecedentes patológicos personales más frecuentes fueron: la hipertensión arterial con 20 pacientes (47,61%), la diabetes mellitus con 6 pacientes (14,28), la cardiopatía isquémica y los accidentes cerebrovasculares se comportaron iguales con 5 pacientes para un 11,90%; y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica con 4 pacientes para un 9,52%. En cuanto a la demora para realizar el tratamiento quirúrgico se obtuvo que 21 pacientes fueron intervenidos antes de las primeras 24 horas (50%) e igualmente ocurrió en los intervenidos después de las primeras 24 horas. Se recomienda que se aplique en la República Bolivariana de Venezuela la Guía Nacional de Buenas Prácticas Clínicas para la atención del paciente anciano con fractura de cadera que existe en nuestro país, con la finalidad de disminuir la morbimortalidad asociada a esta entidad.

Palabras clave: Fractura de cadera, ancianos, adulto mayor, morbilidad, tratamiento.

SUMMARY

We conducted a cross sectional study in 42 elderly patients with hip fracture treated at the People's Clinic "Simon Bolivar" of Mariara, Diego Ibarra Municipality in the period November 2005 - December 2007, with the aim of characterizing the fracture hip in the elderly. Related variables were described with this entity. Such analysis indicated that the age group 70-79 years was the most frequent with 40.47%, predominantly female (76.16%) and whites (95.23%). Extracapsular fractures predominated (66.66%); The most frequent personal medical history were hypertension in 20 patients (47.61%), diabetes mellitus in 6 patients (14,28), ischemic heart disease and accidents cerebrovascular behaved the same with 5 patients for a 11.90% and chronic obstructive pulmonary disease with 4 patients for 9.52%. As for the delay for surgical treatment was found that 21 patients were operated on before the first 24 hours (50%) and also occurred in the surgery after the first 24 hours.It recommends implementation of the Bolivarian Republic of Venezuela, the National Guidance on Good Clinical Practice for the care of elderly patients with hip fracture that exists in our country, with the aim of reducing morbidity and mortality associated with this entity.

Keywords: hip fracture, elderly, morbidity, treatment.


INTRODUCCIÓN

En Venezuela, con una población estimada para el año 2001 de 24.701.478 habitantes, de los cuales el 50,3% eran hombres y el 49,7% mujeres, y en donde el 9% de la población general estaba representado por mujeres mayores de 50 años, ha habido un notable incremento de las fracturas de cadera. Conociendo que la principal causa de esta fractura es la osteoporosis, se han realizado varios estudios donde se ha encontrado baja masa ósea en una media de 66%, que fue catalogada de acuerdo con el criterio de la OMS en osteoporosis y osteopenia. Es así como el 30% de la población mayor de 50 años resultó osteoporótica, a la vez que se catalogó como osteopénica al 36% de la población portadora de baja masa ósea (1).

Este aumento creciente de la población anciana y, por supuesto, el incremento de la incidencia de las fracturas del extremo proximal del fémur, obligan al estado a trazar estrategias para poder darle la atención de calidad que necesita este tipo de pacientes, con una elevada morbi-mortalidad.

En marzo del 2003 comenzó la Misión Barrio Adentro en todo el país y ya para mayo de ese mismo año, este plan se había extendido más allá de las barriadas caraqueñas para llegar al municipio Sucre del estado Miranda y casi de inmediato sembrarse en todos los rincones del país.

En estas circunstancias surgieron las Clínicas Populares, que son establecimientos públicos de salud orientados a la construcción de redes como formas articuladas que den respuestas oportunas, regulares y suficientes, dirigidas a cubrir las necesidades de salud y atención médica especializada a las poblaciones en un territorio social específico. El área de influencia de la Clínica Popular comprende entre 40 y 60 Consultorios Populares, siendo ella el centro de salud de referencia natural de estos consultorios atendiendo una población aproximada de 75.000 habitantes de domicilio cercano o contiguo a la clínica, exceptuando las zonas especiales (áreas indígenas y rurales) (2).

El presente trabajo se realiza en la Clínica Popular “Simón Bolívar” de Mariara, municipio Diego Ibarra, del estado Carabobo, en Venezuela, en el contexto de la Misión Barrio Adentro.

El municipio Diego Ibarra limita al norte con el Parque Nacional Henri Pittier y la cordillera de la costa perteneciente al municipio Ocumare de la Costa de Oro del estado Aragua, al sur con el Lago de Valencia, al este con los municipios Mario Briceño Iragorry y Girardot del estado Aragua y al oeste con el municipio San Joaquín del estado Carabobo. En el censo del año 2000, tenía una población de 100.918 habitantes y se plantea que para el 2010 tenga una población de 128.094 habitantes. Además, en nuestro centro se atienden pacientes de todo el estado Carabobo y del estado Aragua por la cercanía del mismo.

La incidencia de fractura de cadera se incrementa exponencialmente con la edad y así aumenta la necesidad de una atención inmediata y de calidad a estos pacientes que generalmente presentan complicaciones propias de la edad (cardiovasculares, respiratorias, etc.). En personas mayores de 50 años, la relación entre mujeres y hombres es de 2:1. Cerca del 98% de las fracturas de cadera ocurren en personas mayores de 35 años, y el 80% ocurre en mujeres (debido a que existen más mujeres ancianas que hombres). La mayoría de las fracturas de cadera ocurren dentro del hogar, como resultado de caídas en suelo húmedo (3).

La mortalidad de los ancianos con fractura de cadera por osteoporosis es de aproximadamente el 20%. De los que sobreviven aproximadamente la mitad de los pacientes presentan discapacidad (4).

La mortalidad luego de un año de una fractura de cadera es aproximadamente el doble en hombres si se comparan con mujeres (5).

Estudios revelan que en Suecia el riesgo de sufrir una fractura de cadera a lo largo de la vida es de un 25% en mujeres y del 7% en hombres. En la actualidad se está detectando un incremento dramático en la incidencia de estas lesiones debido a la mayor longevidad de la población sobre todo de las mujeres. Las expectativas de reducción de la tasa de mortalidad para mujeres mayores de 65 años (1,5% por año) durante la próxima década traerán consigo un incremento de entre un 10 y un 15% en la incidencia de fractura de cadera (6, 7, 8, 9, 10).

Es un hecho evidente que la masa ósea es mayor en los africanos cuya tasa de fractura de cadera es la más baja, mientras que la mujer caucásica con menor masa ósea tiene la tasa más elevada. Estas diferencias constatables en la masa ósea de las diferentes razas parece tener relación con patrones de dieta y de actividad física. El efecto protector del ejercicio ayuda a explicar el bajo índice de osteoporosis entre las mujeres africanas y asiáticas. La mujer negra tiene menos tendencia a la caída que la mujer blanca, probablemente debido a una buena salud consecuencia de una vida de trabajo físico. Por su parte la mujer japonesa presenta una menor incidencia debida probablemente a su mayor equilibrio, fuerza o talla baja (11).


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