La enfermedad hemolítica perinatal, es una anemia que afecta al feto en el transcurso de su vida intrauterina, provocada al sensibilizarse la embarazada por diferentes anfígenos existentes en la sangre fetal y que están ausentes en la madre. Dichos anfígenos estimulan la formación de anticuerpos IgG en la madre que por su bajo peso molecular atraviesan la barrera placentaria y provocan una anemia hemolítica en el feto.
La alteración genética que determina la HBSS es consecuencia de una mutación de genes que ocurrió hace miles de años, predominantemente en el continente africano, donde hubo tres mutaciones independientes en los pueblos del grupo lingüístico Bantú y en los grupos étnicos Benin y Senegal.
Varios investigadores asocian la mutación genética a la respuesta del organismo a la agresión sobre los glóbulos rojos por el Plasmodium falciparum, agente etiológico de la malaria.
La infección del tracto urinario (ITU) es un proceso inflamatorio determinado por la invasión y multiplicación de cualquier microorganismo, desde la uretra hasta el riñón, es una complicación médica común del embarazo. Por lo que requiere orientación y atención especializada. Entre el 3-8% de mujeres embarazadas, aún sin exhibir síntomas presentan en la orina un número significativo de bacterias (bacteriuria asintomática). Cerca de un 40 % de mujeres embarazadas no tratadas portadoras de una bacteriuria asintomática pueden desarrollar infecciones sintomáticas en vejiga o riñones (cistitis aguda o pielonefritis), ambas son encontradas en aproximadamente un 1% de embarazadas.