Efectivamente, el riesgo de volver a padecer un problema vascular es muy importante y sería aconsejable la anticoagulación oral permanente (a menos que el problema haya disminuido mucho en los controles con pruebas de imagen (ecografía, TAC).
Lo que realmente sorprendente es, teniendo en cuenta todo lo mencionado, e incluso hasta el punto de haber corrido el peligro de un nuevo embarazo, que no haya dejado de fumar, que es lo más inmediato para este problema.
Si la anticoagulación hace que la viscosidad de la sangre disminuya y los problemas de trombosis sean menos probables, el tabaquismo tiene el efecto contrario.