Yo pasé por esas angustias (creo que como casi todo hombre) y solucioné el problema de manera abrupta y traumática: en ocasión de un coito "seco" (mi pareja no estaba bien lubricada) y con la excitación del momento, tuve rompimiento de frenillo justo en aquel momento... sangre y dolor no impidieron que la "intervención quirúrjica" termine bien: mi pareja, con mucho cuidado y cariño me higienizó correctamente y.. nada más ! No hubo ningún problema posterior y en lo sucesivo siempre gocé de gran comodidad y libertad. Aconsejo "cortar". También ayudará en la higiene.