La falta de deseo (también conocida como disminución de la libido) es, como su nombre lo indica, un bajo nivel de interés sexual. Se manifiesta a través de la dificultad para iniciar o responder a la actividad sexual ante los estímulos que solían provocar deseo.

En muchas ocasiones la falta de deseo está asociada con otras disfunciones sexuales y, algunas veces, puede ser causada por éstas. Un hombre que padece disfunción eréctil o eyaculación precoz puede perder interés en el sexo porque lo relaciona con el fracaso o con una actividad no muy placentera.

La falta de deseo puede darse:

De forma general: cuando se carece de interés sexual hacia cualquier persona

Con relación a la pareja: cuando se tiene interés hacia otras personas pero no hacia la propia pareja

Además, la falta de deseo puede ser:

Primaria: cuando nunca ha sentido interés o deseo sexual

Secundaria: cuando solía tenerse deseo sexual, pero ya no se tiene

Para la mayoría de las parejas el sexo estrecha los lazos de la relación o se convierte en algo que los separa en forma gradual. El bajo deseo sexual puede hacer que su pareja se sienta herida y rechazada de manera repetida, lo que lleva finalmente a sentimientos de resentimiento y fomenta un distanciamiento emocional. En Boston Medical Group creemos que es muy importante buscar ayuda profesional antes de que la relación se resienta.



Son signos de falta de deseo:

Apatía ante la idea de practicar el coito

Desinterés por toda conducta sexual (masturbación, pensamientos, ensoñaciones, fantasías sexuales, material erótico, percepción del atractivo en otras personas, en especial de aquellos que pueden ser compañeros sexuales)

Causas
Las causas de la falta de deseo son complejas, y pueden involucrar tanto factores orgánicos como psicológicos.

Factores orgánicos
En este punto es importante recordar la distinción entre la falta de deseo primaria y secundaria. Cuando la falta de interés es primaria, es necesario constatar que no exista un problema fisiológico, pues en algunos casos pueden estar presentes anomalías orgánicas, como carencias hormonales, trastornos endocrinos, insuficiencia renal, dolor durante el coito o alteraciones consecuentes a la ingestión excesiva de alcohol, drogas o fármacos. La falta de deseo secundaria, por otro lado, puede deberse a una cirugía, medicamentos, traumas derivados de accidentes, etc.

Factores psicológicos
En la mayoría de los casos, la falta de deseo tiene causas psicológicas, tales como estados depresivos, temor al fracaso, bajo nivel de autoestima, concepto pobre de la propia imagen corporal, etc. Las dificultades en la pareja, las discusiones, los traumas sexuales, las depresiones, y los desengaños amorosos también pueden ser causas de la falta de deseo. Factores vinculares (relaciones disfuncionales, violencia, seducción pobre o inadecuada, infidelidad) y sociales (exigencias estéticas y personales desmedidas, crisis socioeconómica, falta de información) pueden considerarse también causas psicológicas. Es interesante destacar que en un porcentaje muy alto de los casos la falta de deseo es producto de la disfunción eréctil o la eyaculación precoz. El individuo, temeroso de fallar nuevamente y no satisfacer a su pareja, pierde el interés en el sexo (prefiere no empezar lo que no puede terminar, o que termina muy rápido). En estos casos, lo pertinente es tratar el problema subyacente. Solucionándose la disfunción eréctil o la eyaculación precoz, el deseo sexual normal reaparece.

Diagnóstico
En Boston Medical Group consideramos que la entrevista con el especialista es fundamental. Una historia clínica bien desglosada permite determinar el momento en el que el paciente ha sentido la pérdida del deseo sexual, y facilita hallar la causa.

Si tras responder un cuestionario minucioso, no se hallan posibles causas psicológicas, es probable que el médico quiera realizar un examen físico. Este examen es muy simple y se lleva a cabo para determinar si la disminución del deseo es debida a un posible descenso de los niveles de testosterona, que es la hormona responsable de originar el deseo sexual en el hombre.

Si por otro lado el médico determina que la falta de deseo en provocada por una disfunción eréctil o eyaculación precoz, llevará a cabo los exámenes necesarios para determinar el grado de la dolencia. Los exámenes son simples e indoloros y se llevan a cabo en nuestras propias clínicas, en la misma consulta. Realizados los exámenes y con los resultados en mano, el médico podrá recomendarle el tratamiento más adecuado a sus circunstancias.

Tratamiento
Los médicos de Boston Medical Group diseñan cada uno de los tratamientos teniendo en cuenta las causas que operan en el paciente en el momento de la consulta. Los tratamientos son personalizados.

Si de acuerdo con el diagnóstico del especialista, el cuadro de falta de deseo es originado por una depresión, habrá que tratar primero este problema. Si la causa está relacionada con el consumo de un fármaco, el médico verá la posibilidad de disminuir la dosis, suspenderlo temporalmente, o sustituirlo por otro que tenga una acción menos perjudicial sobre el deseo sexual, siempre en coordinación con el médico que le recetó el medicamento en cuestión. Si la falta de deseo está originada por un problema hormonal, será necesario aumentar el nivel de testosterona. Por último, si la causa es una disfunción eréctil o eyaculación precoz, el médico recomendará un tratamiento para estas dolencias.

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