Muchas veces los papás se desesperan al ver que su hijo recién nacido o con algunos meses de vida no les hace caso; esto puede ser consecuencia de un problema auditivo, y si los padres se enteran lo antes posible el daño puede detenerse y las probabilidades de que el bebé lleve una vida normal son elevadas.

En la etapa neonatal es difícil tener la certeza de la existencia de un problema de oído, sin embargo, es importante señalar que la pérdida de audición puede ser prevenida y tratada mediante un método de análisis que brinda una garantía de vida a los niños, ya sea utilizando un auxiliar auditivo discreto y cómodo o llevando un tratamiento que ayude al infante a tener un desempeño y desarrollo normales que no afecten su estado psicológico y social.

En entrevista, Jonathan Salomón, gerente de Comaudi, empresa que ayuda a la rehabilitación auditiva a través de auxiliares, menciona algunas señales que indican posibles problemas de audición en los neonatales:

"Entre los niños de tres a seis meses es muy común que se exalten ante cualquier ruido fuerte; si esto no sucede es probable que el menor tenga algún problema auditivo".

Agrega que si en su primer año de vida no responde por su nombre, no hace el intento por balbucear y decir palabras, es también signo de un probable desequilibrio en su órgano del oído.

Comaudi es una compañía que cuenta con el personal especializado, así como con terapeutas de lenguaje y el equipo necesario para realizar estudios a los niños a partir de los dos años.

Además, Salomón aclara que el daño auditivo es permanente; no obstante, los aparatos auxiliares ayudan a superar la pérdida de audición.