La microalbuminuria se define como la excreción urinaria persistente de albúmina por debajo del límite de sensibilidad para ser excretada por los métodos habituales. Con excepción de las glomerulopatías y la nefropatía diabética, el curso clínico de la microalbuminuria suele ser muy largo en el tiempo al ser expresión del daño endotelial sistémico implicado en el proceso evolutivo de la lesión aterosclerótica.

El uso de la microalbuminuria en la práctica clínica, inicialmente dirigido al control de los pacientes con diabetes mellitus tipo1 como marcador precoz de nefropatía diabética, ha ido extendiéndose y popularizándose a medida que diferentes estudios epidemiológicos y terapeúticos han ido demostrando su importancia como marcador pronóstico de riesgo cardiovascular tanto en población diabética como problación general, siendo hoy en día una excelente herramienta de trabajo para el desarrollo de la práctica clínica habitual.

Puede ser medida en muestras de orina de 24 horas, de periodo nocturno o de primera orina de la mañana; los métodos más usados son el radioinmunoensayo y la inmunonefelometría, que presentan una excelente correlación. Existen procedimientos semicuantitativos de tira reactiva que, siguiendo los criterios de la ADA (American Diabetes Association), pueden utilizarse como métodos de cribaje y, en caso de positividad, procederse a la determinación cuantitativa.

Las determinaciones en orina de 24 horas u orina nocturna son las preferidas. La determinación de microalbuminuria en muestra de orina aislada de la mañana debe ser ajustada a la excreción de creatinina y expresada como cociente albúmina-creatinina, usándose más para establecer el diagnóstico de microalbuminuria que para el seguimiento clínico de los pacientes.

Es necesario confirmar la presencia de microalbuminuria en rango patológico en dos de tres determinaciones realizadas al paciente y considerar que existen varios factores confundentes que pueden influir en su determinación, tales como: ejercicio físico, infecciones del tracto urinario, infecciones vaginales, procesos febriles, hematuria, insuficiencia cardíaca y situaciones de estrés. Además, la variabilidad intraindividual diaria puede oscilar entre 30 y 50% por lo que se recomienda repetir la determinación 2 o 3 veces antes de establecer el diagnóstico de microalbuminuria.

De forma sencilla, y siguiendo las recomendaciones de la National Kidney Foundation, consideramos microalbuminuria niveles de excreción urinaria de albúmina entre 30 y 300 mg en orina de 24 horas, entre 20 y 200 mg/litro en orina nocturna, o un cociente albúmina/creatinina superior a 3,5 mg/g en primera orina de la mañana.

En el seguimiento clínico del paciente el método más usado es la medida de orina de 24 horas.