De los prodigios
que los psiquiatras y farmaceuticas anunciaron
ninguno se ha cumplido, y pasa el tiempo.

De nada a poco, cara al viento siempre,
camino de angustia y de silencios.

Mejor saber que estamos donde estamos,
fijar los pies en tierra y proclamarnos
herederos de una educacion esquizoide
en el que el ruido ahoga las palabras
y la vida en espejos deformados.
De nada valen los neurolépticos
ni la persistente melodia
psiquiatrica de 'nueva generacion'
Poseemos
apenas el espacio de la historia
concreta que nos toca, y un minúsculo
lugar para vivirla.
Nuevamente
pongámonos en pie y que nuestra voz
solemnemente y clara vuelva a oírse.
Que todos puedan escuchar quien somos.
y al final, que se vista cada uno
como bien le parezca y a delirar
que está todo por hacer, y es posible.
Con frecuencia excesiva nos volvemos
mostrando angustia y desfallecimientos.
La 'conciencia de enfermedad' nos chupa la mirada
y hiela el sentimiento. De entre todas,
ésta es la más obscura soledad,
la más feroz, amarga y persistente.

Nos vale más saber
que no hay grandes misterios, ningún pájaro
de alas inmensas que nos guarde; nada
de lo que tantas veces proclamaron
con la voz terca obscuros adivinos.

Pongamos mano sobre mano. El tiempo
conferirá dureza a cada gesto.
No a la esquizofrenia psiquiatrica!
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Tranxi50@yahoo.es