-Te quieres ocupar realmente de La Hiperplasia Benigna Prostática (HBP), que hoy padeces.

-Quieres reducir y mejorar la función de tú próstata a niveles de PSA (antígeno prostático específico) 1.6 u 1.8 como cuándo tenías 20 años de edad y sin cirugías ó pendejas similares.

Solo hay que comprometerse con una cosa y es de por vida...

¡¡¡¡ Deja de engordar y acumular grasa abdominal y subcutánea, en tú cuerpo !!!!

Un hombre sano; debe tener un promedio de 15% de grasa corporal y el aumentar 5% solo crea aumento de “estrógenos dañinos” tanto en hombres como en mujeres.

-Las medicinas que hoy consumes, solo dañan; tú cuerpo y la uretra junto con ello, como efecto secundario.

¿ Vigila y Corrige el nivel de gordura por Grasa Abdominal o Subcutanea con que vives ?

¿ Lo desconoces o ni enterado de que esa gordura existe, en tú cuerpo ?

¿ Cuál es tú nivel ó sus niveles de los “estrógenos en sangre que hoy tienes” lo sabes ?

Sobre todo si son generados por exceso de grasa corporal.

Ya que esta degeneración de grasa empieza en los 30 años de edad y es inverso a la perdida de hormona de crecimiento y de serotonina en tú cuerpo.

Al paso del tiempo se cumulan estos déficit y crean daños crónicos a la próstata La Hiperplasia Benigna Prostática (HBP), estos daños se acumulan hasta ser necesarias o impostergables las operaciones “correctivas ó paliativas porque, de cambiar nuestros malos hábitos de comer. Ni en chiste lo indican los médicos alópatas o la medicina oficial.

Todas esas mierdas de medicaciones existentes, para La Hiperplasia Benigna Prostática (HBP), solo afectan los músculos lisos de la próstata (el corazón y muchos otros órganos y sitios del cuerpo humano tienen estos músculos lisos y terminan igual de traumatizados), y crearan mayores inflamaciones y problemas degenerativos al paso del tiempo.
La Hiperplasia Benigna Prostática (HBP), consiste en un crecimiento no maligno (no cancerígeno; por un tiempo corto), en el tamaño de la próstata.

Este aumento del tamaño de la glándula prostática es producido por un aumento relativo de los estrógenos (hormonas femeninas, que produce las tortas de grasa con que se forran los hombres desde los 30 años de edad), sobre la testosterona (hormona masculina, que deberían tener para funcionar como hombres adecuadamente).