He tenido a mi madre 13 años con demencia.Durante nueve años la cuidamos en casa , entre la familia y una cuidadora pero llegó un momento que ya era insostenible en casa , quien ha pasado por ello lo entenderá, tomamos la decisión de ingresarla en una Residencia .El día que la ingresamos fue de los más dolorosos de mi vida, pasamos una mala experiencia en la primera Residencia Ballesol de Pozuelo, a los tres meses la cambiamos a la Residencia San Diego y San Nicolás también de Pozuelo, y os puedo decir que fue una bendición, ha pasado allí sus últimos cuatro años, falleció en Noviembre, su situación en el último año fue muy delicada. Nunca podré agradecer a todo el personal los cuidados, el cariño, los mimos que la han brindado cada día.Mi madre no nos conocía, no sabía donde estaba, pero os puedo decir que respondía al cariño, y en esta casa la arrancaban sonrisas cada día. Mi hermana y yo la visitábamos casi todos los días, y lo veíamos. Mi madre se ha ido rodeada de muchísimo cariño, y a nosotras siempre nos han ayudado y arropado . Nunca podré agradecerles lo suficiente a las hermanas, y a todo el personal de San Diego y San Nicolás.