La diabetes tipo II es una afección crónica que afecta la manera en la que el cuerpo procesa la glucosa en sangre, de manera que la persona no produce suficiente insulina o es resistente a la misma, impidiendo que la glucosa pueda ingresar a la célula para ser usada como fuente de energía y, de modo contrario, tiende a almacenarse en el torrente sanguíneo, provocando consigo numerosos problemas de salud.
Aunque se conoce que la incidencia de esta patología es elevada en países hispanos debido a las costumbres alimenticias que poseemos, si nos enfocamos en llevar una alimentación saludable y creamos el hábito de hacer ejercicio es posible prevenir y disminuir los riesgos de padecer dicha enfermedad.