Ya sea que se trate de un bikini o de una prenda de una pieza, el bañador o traje de baño ha cambiado la forma de vestir de las mujeres. Esta pieza mítica e imprescindible de tu armario de verano, despreocupada, decididamente femenina y a menudo subversiva, ¡ha hecho más de una ola en su historia! Como veremos a continuación.

Al principio... El bikini. Aunque a menudo se cita a Louis Réard como el inventor del bikini, su origen es en realidad mucho más lejano... En efecto, se descubrieron prendas muy parecidas en el yacimiento turco de Çatal Höyük, una ciudad neolítica fundada alrededor del 7000 a.C.

Famosos mosaicos de Villa del Casale, en Sicilia, que datan del año 300 d.C., muestran a mujeres con minibragas y una fina banda sobre los pechos. ¿Y después? En la Edad Media, se acusaba al agua de transmitir enfermedades, por lo que se evitaban los baños prolongados.

>>Los primeros bañadores
No fue hasta el siglo XVIII, cuando el baño en el mar hizo su aparición; pero no se trataba de revelar ninguna parte del cuerpo femenino. Las mujeres se bañaban en camisas, luego en corsés y pantalones anchos. Luego llegó el traje de baño de la Belle Epoque: una charlotte para proteger el cabello y un vestido de manga larga.

Y como no era buena idea ser visto en traje de baño, un hombre llamado Benjamin Beale tuvo la idea de crear cubículos de baño móviles. La mujer entraba en la cabaña con ropa de calle y se cambiaba, mientras la misma era arrastrada al agua por bueyes o caballos. Cuando terminaba la diversión acuática, se izaba una bandera para indicar que la cabina debía volver a tierra firme.

>>Annette Kellerman y su multa
En 1907, la nadadora australiana Annette Kellerman se atrevió a llevar un bañador ajustado y sin mangas que se parecía mucho al modelo de una pieza que conocemos hoy. Su audacia le valió una multa y el caso llegó a los titulares. Hay que decir que Annette era una joven con un carácter muy fuerte.

La razón es que había nacido con los músculos de las piernas atrofiados, por lo que tenía que llevar aparatos para poder caminar. A los 6 años de edad, el especialista le indicó la natación como una forma de estimular sus extremidades. 7 años después, gracias a sus prácticas acuáticas, las tenía casi igual de robustas que una persona normal.

A los 15 años de edad, dominaba todas las brazadas y triunfó en la primera competición de natación. 4 años después, nuevamente se hizo notar al intentar cruzar a nado el Canal de la Mancha. A los nadadores entonces se les permitía competir desnudos, pero a nuestra Annette la obligaron a llevar un bañador de neopreno. Ese mismo año, cruzó París a nado compitiendo junto a 7 hombres.

Para maximizar su rendimiento en la natación, Annette Kellermann llevaba un traje ajustado que dejaba al descubierto sus brazos y piernas. Fue este bañador el que usó en la playa de Boston en 1907 y el que la llevó a ser arrestada. El incidente, al que se dio mucha publicidad, lanzó la moda de los trajes de baño de una pieza y democratizó la natación para las mujeres.

>>La guerra por el traje de baño más pequeño del mundo
En 1932, el modisto parisino Jacques Heim diseñó un bañador de dos piezas, cuya parte inferior era un short de cintura alta que ocultaba el ombligo. Su nombre: Atome, en referencia al elemento más pequeño del planeta. Con esto, se sustituyó así al traje de baño de lana de punto; que pesaba 500 gramos seco y más de tres kilos al salir del agua.

Las estrellas de Hollywood lo popularizaron en los años 40. Sin saberlo, Jaques Heim acababa de lanzar una auténtica bomba de relojería. Y el responsable de la explosión fue Louis Réard, quien dirigía la tienda de lencería de su madre en París, "Les Folies Bergères".

Al ver a las mujeres enrollarse el bañador para optimizar su bronceado en la playa, Louis Réard tuvo la idea de crear un modelo que dejara al descubierto el ombligo. Tendría incluso menos material que el traje de baño más pequeño del mundo: ¡una declaración de guerra contra Jacques Heim!

El 5 de julio de 1946, Réard presentó su creación en un concurso organizado en la piscina Molitor. 4 días antes, los estadounidenses habían hecho estallar una bomba en las Islas Marshall, en el atolón de Bikini para ser exactos... ¿lo ves venir? Réard quiso dejar su huella: su bañador se llamaría por tanto "bikini, la primera bomba anatómica".

Esta prenda causó tal escándalo, que Réard no le fue posible hallar una modelo con el valor necesario para llevar su creación al concurso. Acabó contratando a una bailarina exótica del Casino de París, llamada Micheline Bernardini. Para resaltar la poca tela que tenía el nuevo traje de baño, se vendía en un empaque del tamaño de una caja de cerillas.

Aunque tiene sus fans, el bikini suscita críticas en toda Europa y el mundo. Está prohibido en las playas españolas, belgas e italianas. Francia está dividida: prohibido en la costa atlántica, el bochornoso traje de baño está permitido en el Mediterráneo.

El bikini fue popularizado por las estrellas
No fue hasta 1953, cuando el bikini recibió un impulso que haría despegar su popularidad. A los 19 años, Brigitte Bardot acompañó a su marido Roger Vadim al Festival de Cannes y participó en una sesión de fotos en la playa del Carlton. Posó con un bikini blanco de flores, todo el mundo habló del tema.

En 1956, fue en la gran pantalla donde BB escandalizó a los hombres con un bikini blanco que se convirtió en un éxito de culto en la película "Y Dios creó a la mujer". Unas pocas brazadas más allá, en la primera parte de la saga de James Bond, Ursula Andress también salió del agua con un bikini blanco. ¡La tendencia estaba en marcha!

Ni siquiera Pamela Anderson con su famoso bañador rojo de una pieza en 'Baywatch' pudo destronar al bikini. Pero la llamada de lo retro nunca está lejos y hoy, las tiendas de moda online con sus modelos enteros vuelven con fuerza, como podrás ver en el catálogo de Dakonda. Y es que, con independencia del diseño, el traje de baño no ha terminado de hacer furor.
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