En las frías y cristalinas aguas del Cantábrico, una tradición centenaria se mantiene viva a través de las conservas elaboradas de forma artesanal. Conservas Hoya, con sede en Santoña, Cantabria, se ha erigido como guardián de esta herencia gastronómica, preservando con maestría los métodos y sabores de antaño.

Cada producto de Conservas Hoya es un reflejo de la estrecha conexión entre el mar y la tierra. Desde las anchoas maduradas durante meses en barriles de roble hasta los lomos de bonito capturados con técnicas sostenibles, cada conserva evoca la esencia de la cocina tradicional de la región.

Uno de los tesoros que resguarda esta empresa es la elaboración de la ventresca de atún, un corte tan delicado como apreciado. Conservas Hoya atesora los secretos de su procesado, envasando cada lata con el máximo cuidado para que su textura suave y su sabor intenso cautiven a los paladares más exigentes.

Pero la tradición de Conservas Hoya no se limita únicamente a los grandes clásicos. También ofrece una selección de conservas innovadoras, como las ensaladas de mar, que combinan una variedad de pequeños mariscos en un escabeche equilibrado y suave.

Cada vez que se abre una lata o un tarro de las conservas del Cantábrico de Conservas Hoya, se revive la historia de esta región costera, honrando los legados de generaciones de pescadores y maestros conserveros. Es un homenaje a la tierra y al mar, plasmado en cada exquisita conserva.
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Conservas del Cantábrico tradicionales