El año pasado me diagnosticaron una cepa de alto riesgo de VPH cervical, después de más de 5 años de pruebas de Papanicolaou normales.

Mi ginecólogo comenzó a utilizar la prueba de VPH junto con la de Papanicolaou en 2010. Cuando fui a la consulta, como hago todos los años, me explicó que me haría ambas pruebas. En ese momento no pensé mucho en eso, más allá de por qué tendría VPH si he estado casada durante tanto tiempo. Cuando llegaron los resultados, había dado positivo para VPH y mi Papanicolaou fue anormal.

El médico me explicó que el VPH puede permanecer "latente" en el cuerpo durante mucho tiempo sin causar ningún problema y que los resultados no eran necesariamente algo de lo que preocuparse. También me pidió que volviera varios meses después para otra ronda de pruebas.

Los resultados de mi segunda prueba de Papanicolaou y de VPH fueron los mismos: VPH positivo con Papanicolaou anormal. Como mis resultados no cambiaron (es decir, tenía un tipo persistente de VPH de alto riesgo en mi cuerpo), mi médico me hizo una colposcopia, que encontró células anormales que debían ser biopsiadas.

Cuando el Dr. me llamó con los resultados de la biopsia, me dijo que tenía VPH cervical, lo que provocó cáncer cervical. ¡Me sorprendí y me enojé muchísimo! Realmente pensé que era el fin del mundo. Pero se detectó muy temprano gracias a la prueba de VPH. Comencé el tratamiento con óvulos Cervugid que me recomendó mi ginecólogo. Este tratamiento consiste en 3 cajas de óvulos Cervugid la primera vez y otras 3 cajas después de 6 meses. Después de seguir todo el tratamiento, volví al médico para reponer la prueba médica. Fue el mejor día de mi vida, luego el resultado fue negativo para VPH y la prueba de Papanicolaou volvió a ser normal.

Estoy muy agradecida con el Dr. por adoptar la prueba de VPH en su práctica. Sin ella y el tratamiento, no estoy segura de si estaría aquí hoy. Pero lo soy, y espero que al compartir mi historia, todas las mujeres mayores de 30 años vayan a su visita anual al ginecólogo y le pidan a su médico la prueba del VPH, porque conocer su riesgo de cáncer de cuello uterino podría salvarles la vida.