Quiero soñar el mañana
sin el estorbo ni el cansancio
que causan los neurolepticos,
y que nublan los ojos
me quitan la fuerza y el ánimo para luchar.
Todo lo que me dan
es un espacio de oscuridad
mi anhelo ahora es confuso
pobre y apagado
y abandonarlos me dara la luz

Creo en el que cree en mí,
no quiero medicarme y escapar ,
soy lo que soy, y el miedo
nunca me hará
recular un solo paso
porque con las manos voy haciendo mi destino.

El árbol de mi deseo
crecera alejado de los horrores psiquiatricos
y amo tanto
su follaje
que su sombra me acoge día y noche.

Ningún viejo psiquiatra
me es preciso
para hacer que vibren
mis dedos y mis labios.

Pobres psiquiatras atribulados
llenos de desasosiego y de estrés
adónde iréis cuando hayáis llegado
a la triste nada que entre todos habéis creado.

Escribo y sigo escribiendo
voy caminando
que con los delirios
siempre miro hacia adelante.