todavía veo a veces,
en mis ojos aun que buscan
más allá del vidrio helado por la psiquiatria
alguna esperanza, el olor de alguna flor,

unas voces sensatas me dijeron
que no debía cansarme de se insumusio a ellos

que si la psiquiatria viene a buscarme,
que no diera permiso para que entraran de nuevo en casa, que nunca podré amarles.

pero si me obligan a ir con ellos,
todo lo que después quede de mí,
sea miseria, o inutilidad
será devuelto a ellos como ahora lo hago.
no a la medicacion!