gracias, pepi, eres muy maja. Y tienes toda la razón del mundo. NO estamos enfermos aunque a veces nos sentimos enfermos. No deberíamos permitir que las extras condicionaran nuestra felicidad ni en lo más mínimo.

pero es verdad que nos sentimos limitados y, sobre todo, temerosos. Yo vivo con miedo. Tengo miedo de hacer cosas pensando que se me van a desencadenar las extras a lo burro. Me da miedo practicar natación, por ejemplo, por si en la piscina, nadando, me dan. Me da miedo a veces quedarme sola, por si me pongo mal. Me da miedo ir de viaje, por si me dan en un sitio que no conozco y no sé donde hay un servicio de urgencias. Creo, como decía mariajosé, que las extras han cambiado mi forma de ser. YO antes no era así, y ahora, por desgracia, llevo conmigo estos pensamientos negativos y pesimistas a todas partes.

un beso grande, y a ver si entre todos ganamos la batalla a nuestras cabecitas,

santy