Perdón por no haber respondido antes, pero es que no tengo costumbre de utilizar los foros, y sólo entré en aquella ocasión por si mi información le era útil a alguien como "pista" a seguir. Hoy entré por curiosidad y me alegró ver tu mensaje. Antes que nada, quiero decirte que ya estoy en 70 kilos. Es decir, desde mayo hasta enero he perdido 41 kilos. ¡Increíble!, y sólo por controlar la alimentación para evitar las subidas de insulina, así de simple y así de complejo cuando los médicos no aciertan, la mayoría de las veces porque ni se paran a escuchar al paciente.
Te cuento. En mi caso, la hipoglucemia reactiva está asociada a una fatiga crónica. Es decir, cuando tengo crisis de fatiga crónica, soy más "sensible" a las subidas de insulina y por lo tanto, en esos días, es cuando más cuidado debo tener. También se me dispara cuando me va a venir y mientras estoy con la menstruación. De hecho, en esos días, si no controlo mucho no sólo lo que como, sino también la cantidad, a la hora y media más o menos después de la comida mi cerebro ya está pidiendo azúcar como un poseso. En cualquier caso, si algún día "pierdo la cabeza" y no consigo controlar, lo compenso los días que no tengo crisis, caminando y reduciendo la ingesta de hidratos y fructosa. Es muy importante que evites tener en casa alimentos con azúcar y que tengas siempre un buen plato de ensalada preparado, para que cuando "pierdas el control", llenes el estómago con algo que te haga el menor daño posible y vayas salvando la tentación de comer dulce. No es fácil, pero yo he "caído" varias veces, y aún así he perdido en 8 meses 41 kilos. Por lo tanto, no hay que desanimarse porque un día se te vaya de las manos.
Para que te hagas una idea, mi dieta consiste más o menos en lo siguiente:
Desayuno: un café con leche semi y sacarina, dos tostadas de pan integral con queso fresco y sal (la sal nos sienta bien a los que tenemos fatiga crónica y no tenemos problema de tensión alta).
A media mañana, sólo cuando he madrugado mucho: me tomo otro café o descafeinado, con dos tostadas de pan integral y queso fresco, o un yogurt con una tostada de pan integral y queso fresco.
Comida: 250 gramos de verduras y 100 gramos de pescado o carne (sin grasas). La carne es mejor que sea de vaca o buey, es decir, carne roja, ya que es con la que el organismo mejor asimila el hierro. Si tomo pollo la cantidad son 150 gramos. Y de postre tomo media fruta (para controlar la fructosa). No debes saltarte la fruta de postre, aunque sólo puedas tomar un poco, ya que compensa los azúcares de los otros alimentos, equilibrando los de absorción rápida con los de absorción lenta. La comida la puedo acompañar con dos tostadas de pan integral.
Merienda: un yogurt desnatado, dos tostadas de pan integral con queso fresco y un descafeinado.
Cena: igual que a la comida.
Como ves, es una alimentación sana, completa y equilibrada, donde lo que se controlan -además del aporte calórico- la fructosa y los hidratos, que son "nuestra amenaza".
En cualquier caso, si algún día te apetece tomar algo de pasta o arroz, existe una tabla de equivalencias, es decir, 200 gr de verduras equivalen a unas 4 cucharas de arroz. El arroz y la pasta que sean integrales. O puedes también usar la equivalencia del pan. Esto de las equivalencias es mejor que se lo pidas a tu médico, porque es muy extenso para ponerlo aquí, pero si no lo consigues, dímelo y te las escribo en otro mensaje.
Al principio es importante que peses las cantidades, para coger el hábito en cuanto a la cantidad que debes tomar. Pero en seguida dejarás de depender de la pesa y podrás calcular a ojo. Ten paciencia. Créeme, el hábito lo coges muy rápido.
Es muy importante que repartas así la comida a lo largo de todo el día, y que no hagas una comida fuerte y después te saltes la cena, porque cuanta más cantidad comas de una sóla vez, más fácil es que se te dispare la insulina.
Es importante también que sepas que antes, cuando comía normal, me daban unos bajones físicos tremendos a la hora y media más o menos de comer... me sentía sin fuerzas e incluso tenía una sensación de dolor interno por todo el cuerpo. Me sentía como si acabara de descargar un camión de cajas. Y con esta dieta eso ya no me pasa a diario como antes, sólo cuando estoy con crisis de fatiga crónica, y aún así no llega a ser lo mismo que antes.
Otra cosa muy, muy, muy importante es que debes acompañar todo esto de ejercicio físico. En mi caso está limitado por la fatiga crónica, pero aún así he comprobado que con andar es suficiente. Camina todo lo que puedas. Ponte un horario diario para caminar al menos una hora, porque eso te va a ayudar no sólo a controlar, sino también a perder el sobrepeso y a tonificar de una forma progresiva tus músculos, para que cuando llegues a tu peso estés más o menos en forma y tonificada.
Te deseo mucha, mucha suerte. Aquí me tienes para lo que necesites.
Un abrazo.