Más de 500 hematólogos analizan las principales novedades en el manejo de las neoplasias hematológicas
24/01/2009 16:25:09
La VI Edición del encuentro de ”Conclusiones del 50th Annual Meeting of the American Society of Hematology” bate récord de asistencia.

Madrid, 22 de enero de 2009.- Más de 500 hematólogos se dan cita estos días en Madrid para debatir y analizar las principales novedades que, a lo largo de 2008, se han producido en el campo de las neoplasias hematológicas.

Según el doctor José Luis Díez, coordinador del encuentro y Jefe del Servicio de Hematología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, “durante estos dos días tendremos ocasión de conocer los avances más relevantes que se han dado a conocer durante el 50th Annual Meeting of the American Society of Hematology, celebrado este año en San Francisco, y que, sin duda, están marcando nuevos hitos en el tratamiento de las principales patologías hematológicas”.

[u][u] [/u] [size:20pt]Avances en citopenias autoinmunes[/size][/u]

Las citopenias autoinmunes centrarán una de las mesas más relevantes del encuentro. De hecho, los resultados de un estudio llevado a cabo en pacientes con Púrpura Trombocitopénica Idiopática (PTI) “abrió el pasado congreso de la Sociedad Americana. Aunque pueda resultar anecdótico, sin duda esto demuestra la trascendencia que los resultados de este estudio tienen para los pacientes afectados de esta patología”, apunta el coordinador del encuentro.

La PTI es un cuadro que se caracteriza por la disminución de la cifra de plaquetas que, si bien no presenta una alta tasa de prevalencia, sí supone un impacto muy importante para los pacientes debido a su alto riesgo de hemorragias que, en ocasiones, pueden llegar a causar la muerte. “Tratamos la enfermedad con esteroides, como tratamiento en primera línea.

Sin embargo y a pesar de que puede obtener buenos resultados, algunos pacientes no responden o recaen tras una respuesta óptima”, explica el doctor Francisco Javier Peñalver, adjunto de la Unidad de Hematología del Hospital Universitario Fundación Alcorcón y uno de los moderadores de la reunión. En esos casos, el tratamiento de segunda línea en la actualidad es la esplenectomía, es decir, la extracción del bazo, órgano en el que se produce la destrucción de las plaquetas.

Hasta ahora, en aquellos pacientes no respondedores o en los que no está indicada la cirugía se venía usando una nueva opción de tratamiento con resultados esperanzadores: rituximab, utilizado como inmunosupresor. Sin embargo, “en el último congreso americano de hematología se han presentado los resultados de un estudio que utiliza la combinación de esteroides y rituximab para tratar a los pacientes en primera línea con resultados muy positivos”, explica el doctor Peñalver. De hecho, “el estudio tuvo que detener la inclusión de pacientes debido a la diferencia significativa que existía entre el grupo que recibió la combinación de fármacos y el que sólo recibió dexametasona”, señala el doctor.

Este estudio compara el tratamiento clásico con dexametasona con la combinación dexametasona más rituximab. La pauta de tratamiento fue en el primer grupo dexametasona durante cuatro días y en el segundo dexametasona durante cuatro días y cuatro dosis de rituximab. El objetivo primario del estudio era comprobar cuántos pacientes alcanzaban una respuesta mantenida superior a 50.000 plaquetas a los seis meses sin necesidad de recibir un tratamiento adicional.

Los resultados fueron rotundos. “Analizando los resultados iniciales se observó una ventaja del 52% en los pacientes que recibieron dexametasona más rituximab, frente a los del grupo control”, destaca el doctor. Asimismo, “un 70% del grupo de dexametasona más rituximab consiguieron alcanzar niveles de más de 50.000 plaquetas inicialmente en el día 30, frente al 27% del grupo control. Frente a esto, un 48% de los pacientes del primer grupo alcanzó más de 100.000 plaquetas, en comparación con un 23% en el grupo control”.

En cuanto a la respuesta mantenida, es decir, alcanzar más de 50.000 plaquetas a los seis meses, “se registró un 85% en los pacientes con dexametasona más rituximab y un 39% en el control. En cuanto a los que llegaron a más de 100.000 plaquetas a los seis meses, se observó una diferencia del 40% entre ambos grupos: 80% en el grupo de tratamiento, frente al 40% del grupo control”, concluye el doctor Peñalver.