La adicción tremenda de la cocaína no tiene nada que ver con sus efectos visibles y eufóricos más allá de lo que tendría de adicción las anfetaminas.
El problema radica en que lo que engancha es lo que no se siente:
los terribles efectos a nivel dopamínico que origina en el cerebro.

Yo no sé, pero hay fármacos como el elontril -antidepresivo- que actúan en la recaptación de la dopamina -no la serotonina.
Es eficaz en fumadores mas en cocainómanos... no soy psiquiatra, pero he de suponer que aliviara el mono.

Actos cómo enamorarse, hacer ejercicio intenso y continuado,
tomar cafeína, también producen efectos a nivel de dopamina.

Por supuesto, la necesidad de la psicoterapia es patente en cualquier caso.