El yodo es un mineral indispensable para el correcto funcionamiento de la tiroides. Un mal funcionamiento de ésta provoca a menudo obesidad, ya que la tasa metabólica orgánica desciende, y probablemente sea ésta la razón por la que alguien habrá tenido la ocurrencia que mencionas. Sin embargo, recibir una suplementación transdérmica o por la vía que sea de yodo sin haber un déficit del mismo conlleva numerosos riesgos para la salud como el hipertiroidismo. Además es tal vez conveniente recordar que el tejido adiposo nunca se elimina localmente en el organismo (salvo por intervención quirúrgica, claro está), y por tanto es inútil cualquier método de reducción selectiva de la grasa. Por último, si aún así mantienes la creencia de que el yodo te puede ayudar, te recomiendo que uses el conocido y seguramente más económico Betadine, que al fin y al cabo es povidona yodada, y por tanto te hará el mismo efecto (placebo, sin duda).

Un saludo