La actividad deportiva es una de las mejores formas que tenemos para mantener el cuerpo y la mente en perfecto equilibrio. El deportista al tener su mente ocupada en la competencia, logra liberarse de las tensiones de la vida diaria y del estrés laboral. Pero incluso la práctica deportiva puede provocar dolores en nuestro organismo, y eso por ello que cualquier trastorno debe ser tratado a la brevedad.
Y es justamente allí donde la reflexología entra en juego, ya que los masajes reflexológicos aportan un importante beneficio a todos los deportistas, sean profesionales o aficionados, resultando un complemento importante a la hora de entrenar, especialmente como herramienta para prevenir cualquier lesión física.
Cabe destacar que la reflexología no sólo cuida el aspecto físico, sino que también influye en la energía corporal: aporta fortaleza muscular, ósea y de tendones, permitiendo un mayor rendimiento y resistencia al esfuerzo físico. Y ante cualquier trastorno físico puntual, las sesiones de masaje podal ayudarán al deportista a recuperarse óptimamente e incluso en tiempos más reducidos a lo habituarles, además de colaborar en el aspecto emocional-energético que estimula el proceso de mejoría.
La terapia reflexológica, en caso de ser aplicada con tiempo prudencial sobre el deportista, permitirá además mejorar su concentración y liberarlo del estrés deportivo, nervios, problemas digestivos provocados por los crecientes niveles ansiedad, permitiendo que la persona llegue a la competencia relajada y armonizada.
Es fundamental recordar que al ser una terapia complementaria, la reflexología podal no sustituye al médico, sino que es una herramienta no invasiva y natural que permite que la recuperación del paciente sea más rápida y tolerable. Ante cualquier lesión, el trabajo del reflexólogo debe realizarse apoyando el diagnóstico del deportólogo o traumatólogo, para complementar cualquier tratamiento kinesiológico.
Los resultados de la reflexología podal pueden potenciarse si se acompañan con algunas pautas alimentarias específicas para restablecer al organismo del desgaste energético y físico, optimizando los resultados obtenidos tanto en el rendimiento como en la performance del deportista. La dieta del deportista debe ser siempre elaborada por un nutricionista, clínico o deportólogo, ya que debe modificarse según la disciplina que se practique, la exigencia, la edad y peso del deportista, etc.

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Santiago Martinez Natale