No era burla, y perdona si te ofendiste.
La idea era tratar de forma distendida algo que no tiene ninguna base científica, especialmente al exponerse en un foro en el que se supone que participan personas cuyo criterio científico está en periodo de maduración.

Nuestra sociedad tiene grandes ventajas e inconvenientes respecto a las previas. Por un lado, se eleva a Verdad Absoluta el comentario de cualquier periodista (que no solo juegan a ser abogados y jueces, sino también científicos y médicos). Por otro lado, gracias al desarrollo de los medios de comunicación e Internet, todo el mundo tiene a su alcance una cantidad de información inabarcable, con fuentes no siempre fiables.
Surge así un problema de difícil solución, especialmente para el joven médico (o estudiante) que quiere "estar al día": la selección de las fuentes, descartando las que no se ajustan a una lógica científica o un rigor claro.

Os copio aquí un fragmento de un artículo interesante del periódico El Mundo (también hay periodistas sensatos), a raíz de las consecuencias de los comentarios de ese gran genio de la ciencia anteriormente conocido como Tom Cruise:

Realmente resulta bastante extraña -y asquerosita- esta pretensión de un ciudadano que, emulando a Tom Cruise, quería comerse la placenta de su hijo recién nacido. Digno de ser analizado desde una perspectiva psicoanalítica, en realidad más bien parece una especie de regresión cultural y supersticiosa que tiene una larga y antigua parafernalia ritual. Símbolo de la vida y de las aguas primeras, la placenta y el cordón umbilical se asociaban a la vida futura del niño y por esto se rodeaba de simbolismo el acto del entierro placentario, desde junto a un rosal hasta enterrarla fuera del alcance de los animales que transmitirían sus instintos al niño. En realidad, es modernamente que han surgido estas especies antropofágicas a las que atribuyen efectos taumatúrgicos. Realmente, los médicos de Son Dureta han actuado sensatamente ante la insólita petición, denegándola. Se han excusado en los protocolos hospitalarios de seguridad pero se han comportado con racionalidad, evitando extrañas pulsiones de más extraña naturaleza aún.

Ante un planteamiento así, creo que una aclaración en tono distendido puede ser muy gráfica y llegar de forma más clara a quien lo lea.

Ánimo y no te enfades conmigo...