Desde los 14 años me diagnosticaron fimosis y me prescribió el médico la cirugía de la circuncisión para eliminar los dolores y riesgos del prepucio. Me resistí a la cirugía. Desde entonces y por 10 años estuve atento al tema de la circuncisión y la sola mención de la palabra me generaba excitación, más aún tener a la vista un pene con el glande expuesto. Ahora, a mis 25 años, también estoy seguro de ser heterosexual, pero eso no quiere decir que se haya acabado la excitación ante ver la desnudez de una persona, más aún cuando tiene la circuncisión. Juan, 25 años