Hollywood: El nacimiento de un ícono
La historia moderna de la camiseta blanca comenzó en 1953, cuando Marlon Brando apareció en la película Salvaje. Con su actitud desafiante y su camiseta blanca ajustada, convirtió lo que antes era una prenda de dormir en un icono de masculinidad y estilo rebelde. Brando no solo actuaba: marcaba tendencia.
Solo dos años después, en 1955, James Dean reforzó esta imagen en Rebelde sin causa. Su look sencillo pero cargado de actitud —camiseta blanca y jeans— se volvió la representación perfecta del espíritu joven e inconformista de los años 50.
Estos dos momentos clave hicieron que los hombres comenzaran a ver la camiseta blanca como algo más que ropa interior. Era ahora un símbolo de rebeldía, de juventud, de estilo personal.
Los años 60: del blanco al color
Durante toda esa década, la camiseta blanca reinó. Pero entonces llegó la Guerra de Vietnam, y con ella, un cambio inesperado. Los soldados estadounidenses comenzaron a teñir sus camisetas blancas con café, tanto para disimular el olor como para adaptarlas al entorno. De esa necesidad surgió una oportunidad creativa: comenzaron a experimentar con colores y estampados.
De ese espíritu libre y experimental nació una explosión de diseños: desde los estampados psicodélicos de los años 70 hasta las camisetas gráficas que siguen triunfando hoy.
De prenda básica a lienzo de expresión
Hoy, la camiseta es mucho más que una prenda cómoda. Es un lienzo para expresarte: puede hablar de tu estilo, tus gustos, tus ideas o tu banda favorita. Y en Dakonda, lo sabemos bien. Por eso siempre apostamos por camisetas que no solo te visten, sino que cuentan algo sobre ti.