Sesenta y pico. Temas de la tercera edad
Autor: Dr. José Cukier  | Publicado:  6/11/2008 | Geriatria y Gerontologia | |
Sesenta y pico. Temas de la tercera edad.2

(6) En el erotismo fálico uretral, el lenguaje privilegia el suspenso, con múltiples caminos, decisiones y cierres prematuros de incógnitas. Suelen usar refranes, metáforas, como refugio en lo conocido para evitar la angustia de los interrogantes. Inversamente, el preguntar mantiene aperturas que sustraen al yo de la angustia, y que se puede transformar en un sostén continuado de incógnitas.

 

(7) El lenguaje del erotismo genital, se caracteriza por la frase de promesa. Quien promete, es alguien rodeado de encantos con los cuales intenta convencer. Promete la satisfacción de un deseo de aquel a quien se dirige.

Debe tenerse en cuenta, la combinatoria de los lenguajes del erotismo, se pueden combinar de tal suerte que uno opere como dominante vertebrando una estructura, y otro/s, como complementarios o subordinados.

Sentimientos.

 

Diferentes afectos que corresponden a cada paciente, influyen en la emisión sonora.

 

Estilos verbales.

 

1) En el erotismo preoral, intrasomático, se da un estilo verbal intrusivo, que no transmite mensaje, sino que solo busca descarga. El paciente suele sentirse mejor, "descargado", a costa de la inundación psíquica del interlocutor.

 

(2) Etapa oral de succión. Estilo reflexivo. Crea a su alrededor un clima de curiosidad, busca incógnitas. Supone ser objeto de la curiosidad ajena despojada de afecto.

 

(3) Etapa oral canibalística. Estilo lírico. De gran participación afectiva, reforzamiento de las emociones, variaciones del humor. Tienen poca distancia entre lo que dicen y sí mismos, y quedan englobados en sus palabras. Por su impaciencia se "tragan" las palabras.

 

(4) Etapa anal expulsiva. Estilo épico. Impactan y transforman los mensajes en inoculaciones, involucrando al escucha en el relato. Producen desconcierto, se muestran tensas y con depresión.

 

(5) Etapa anal retentiva. Estilo narrativo. Son lógicas y describen lo que le pasa, como si fuera un locutor, rígidos, meticulosos, detallistas, ordenados.

 

(6) Etapa fálico-uretral. Estilo dramático que crea suspenso. Es huidizo, temeroso, impedido por la angustia.

 

(7) Etapa fálico-genital. Estilo dramático; poético que crea impacto estético, redundante, hiperbólico y demostrativo y con riqueza expresiva. La riqueza de la narración tiene efecto fascinante, (Liberman).

 

Estilos Cinéticos: Implica la organización gesticular de cada estilo vinculado a cada erotismo, articulando la representación de palabra, fonología y motricidad.

 

(1) Etapa preoral intrasomática. Motricidad guiada por el aumento de tensión, que guía la meta. Conducta de choque contra la realidad con el fin de aturdirse (accidente, golpes, peleas).

 

(2) Etapa oral de succión. Estilo reflexivo, la actividad motriz está al servicio del pensar abstracto. El desplazamiento espacial, intenta enlazar representaciones.

 

(3) Etapa oral canibalística. Estilo lírico. Los gestos atribuyen formulaciones acerca de los estados afectivos propios o del interlocutor.

 

(4) Etapa anal expulsiva. Estilo épico. Induce al otro "a hacer". Se realiza un fragmento de acción para que otro desarrolle, en consecuencia, una cadena de significantes.

 

(5) Etapa anal retentiva. Estilo narrativo. Cada gesto aparece aislado de un proyecto, sacralizado, e intenta modificar la realidad por medio de la magia (rituales, que enfatiza la omnipotencia de la palabra.)

 

(6) Etapa fálico-uretral. Estilo de suspenso; la gesticulación se refiere a los acercamientos y alejamientos, penetración; intento de influir el estado del otro sin ser modificado simétricamente.

 

(7) Etapa fálico-genital. Estilo poético; es una gesticulación estética, con un argumento, un autor, un programa y un público. La complementariedad, se da en una simetría invertida. Por ejemplo un paciente histérico conversivo, con un discurso deslumbrante requiere una complementariedad correspondiente a la oralidad primaria (cuyas expresiones son abstractas y que piensa que toda manifestación no es más que la expresión de una idea). Si fuera un transgresor, requiere la complementación obsesiva que subraya las jerarquías, el orden, nexos y opciones para pensar.

 

La voz requiere ser adaptada al umbral auditivo, con vocabulario comprensible y mucho tiempo. La patobiografía es necesariamente prolongada, reiterativa, detallista. La entrevista con el medio familiar es insoslayable, porque ésta suele aportar datos que el viejo no recuerda. Además, es fundamental detectar la posición del anciano en el contexto, la calidad de los vínculos para lo cual es prudente invitar a cuanta persona desee aportar datos.

 

Los motivos de consulta más frecuentes. Investigación. Característica de la muestra.

 

Se estudiaron las historias clínicas de 172 pacientes de ambos sexos, mayores de 65 años, que consultaron entre los años 1974 y 1989. Los mismos fueron entrevistados en la consulta privada y en la supervisión realizada al material clínico de colegas en formación. Se tomo al azar, hombres y mujeres que hubieran consultado por los motivos más diversos. Llegaron derivados en su mayoría por el clínico de cabecera, (95 pacientes), los casos más graves fueron traídos por algún familiar y solo las personalidades obsesivas concurrieron por su propia iniciativa.

 

Característica del método.

 

Se realizaron entrevistas clínicas a razón de 1 a 2 veces por semana. Los contratos de tratamiento, no fueron rígidos, por lo cual a veces los pacientes aumentaban o disminuían la frecuencia de sesiones. El mismo criterio se tomó para el tiempo de sesión, entre 40 y 60 minutos, acorde a la posibilidad y necesidad de cada cual. El tiempo de tratamiento, osciló entre los tres meses y el año, con consultas periódicas de control.

 

- Indicadores. Fueron tomados a los efectos diagnósticos los indicadores de la "escucha diferente focalizada", enunciados más arriba.

- Resultados. Se tomó el ordenamiento y la semantización psicopatológica psiquiátrica que sigue, porque resultaba la más adecuada para articularla con las propuestas semiológicas desarrolladas anteriormente.

 

1. Psicosis senil y psicosis arterioesclerótica. 46 pacientes - 26,74%

2. Depresión endógena.................................. 13 pacientes - 7,50%

3. Manía e hipomanía..................................... 14 pacientes - 8,13%

4. Paranoia y esquizofrenia............................ 10 pacientes - 5,81%

5. Depresión neurótica................................... 23 pacientes - 13,37%

6. Neurosis de angustia.................................. 28 pacientes - 16,27%

7. Neurosis con componentes histero-obsesivos..... 36 pacientes - 20,90%

8. Confusiones de origen tóxico................. 2 pacientes - 1,16% Estas cifras, muestran que los síntomas que se presentan por primera vez de los 65 años en adelante, el 50,54% corresponden a cuadros neuróticos.

 

Discusión.

 

Los síndromes cerebrales orgánicos (demencia senil y arterio-esclerótica), son de sintomatología progresiva, lenta o rápida con agudizaciones. Los síntomas pueden presentarse de manera integrada o separada y se caracterizan por déficit en la memoria de fijación, en la concentración y elementos afásicos, apráxicos y agnósicos. Labilidad afectiva, irritabilidad, alteración de los ritmos del sueño, reaparición de reflejos arcaicos, conductas infantiles superadas. Las reacciones depresivas o persecutorias emergen como consecuencia a la toma de conciencia de las pérdidas, y dependen de la personalidad previa. Pueden intercalarse episodios confusionales y psicóticos que exaltan rasgos previos, o agregan elementos nuevos.

 

Los trastornos afectivos, son los que se presentan en la clínica general con mayor frecuencia. Sensación de displacer ligada a la tristeza, con trastornos del humor, alegría, manía o depresión. Las depresiones reactivas aparecen a posteriori del factor desencadenante, en las endógenas hay un cierto plazo de latencia. Las formas endógenas se expresan con angustia, tristeza, llanto, astenia, abulia, anorexia, pérdida de peso, constipación, manifestaciones neurovegetativas. Suelen durar meses con intervalos de bienestar y recaídas cada vez más frecuentes y profundas. En los períodos de bienestar, queda como secuela pérdida de interés y alegría vital, amnesia, abulia.

 

La melancolía involutiva se expresa con gran angustia, e inhibición psicomotriz, de manera larvada después de algún duelo. Agravamiento matinal y mejoría durante el día, con insomnio rebelde y despertar precoz. Se acompaña de ideas de culpa y de ruina con desesperación. Quejas hipocondríacas o delirio persecutorio localizado en un órgano, exageración de síntomas orgánicos previos, completan el cuadro.

 

Las neurosis y caracteropatías, son exacerbaciones de la personalidad previa desencadenadas por los duelos vitales. Es preciso investigar la situación familiar, casamientos de hijos, muerte del cónyuge, jubilación, secuelas invalidantes de procesos orgánicos, pérdida de trabajo, agravan las limitaciones inevitables del envejecer.

 

Los síntomas previos, socialmente compensados, se ponen de manifiesto al fracturarse el equilibrio. La educación para el envejecer, ayudando a discriminar lo normal de lo patológico, anticipando al anciano y a la familia lo que le irá sucediendo, previene actitudes iatrogénicas, del paciente y de su contexto.

 

Los cuadros de confusión agitada y trastornos del sueño. Debe tenerse en cuenta que en el envejecimiento, se desorganizan los mecanismos del sueño, con pequeños sueños diurnos, frecuentes y de corta duración. Consecutivamente superficializan y acortan el sueño de la noche. Habida cuenta de la labilidad en la circulación cerebral y los cambios metabólicos, toda modificación conlleva modificaciones psicológicas de diversa intensidad de naturaleza confusional.  


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