El cuidado transpersonal en el proceso de interaccion del docente-estudiante de Enfermeria
Autor: Msc. Omaira Ramírez | Publicado:  27/05/2009 | Formacion en Ciencias de la Salud , Enfermeria | |
El cuidado transpersonal en el proceso de interaccion del docente- estudiante de Enfermeria.2

Es por ello, que para lograr una mayor efectividad en la educación, es primordial crear un clima que estimule el aprendizaje, propiciando en el estudiante su creatividad, interés y sobre todo su confortabilidad afectiva, caracterizada por la escucha atenta, el respeto por la singularidad del estudiante, la presencia existencial del docente, la cual no implica necesariamente las horas de tiempo, si no estar presente en pensamientos, palabras y hechos, teniendo que realizar cambios significativos en la misma manera que entra en nuevas etapas. Al respecto, Mora, J (1997) señala que “el saber cambia de estatuto al mismo tiempo que las sociedades entran en la edad post-industrial” (p.42). Cabe destacar que la educación es un proceso típicamente humano, por cuanto presupone capacidades exclusivas del hombre, tales como la inteligencia por la cual aprende y planea su perfeccionamiento, la libertad para auto realizarse , el poder de relacionarse y comunicarse y la posibilidad de socializarse integrando los valores en un aprendizaje cooperativo y en una educación liberadora.

 

Es evidente que estamos en la apertura del proceso donde las consecuencias para la educación y el mismo individuo apenas se vislumbran, es por lo que la educación constituye un hecho social en virtud de no ser exclusivo de la persona, sino que afecta a toda la realidad social y a cada una de sus instituciones, desde la familia hasta el estado.

 

En tal sentido, Alarcón, J (2004) expresa que la función principal de la educación es desarrollar el sentido racional, y el cultivo del intelecto haciendo énfasis en la comprensión de los principios de igualdad, corresponsabilidad, solidaridad, justicia, responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos.

 

Muchas de las contribuciones de la educación venezolana a la sociedad, se ven reflejadas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) que en su artículo 3, determina que “la educación y el trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar los fines inherentes a la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a la dignidad” (p.26). La construcción de una sociedad justa…. La promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo… En sí, la educación es, y debe ser permanente y total, tiene que abarcar todos los aspectos de la personalidad durante toda la vida; por ser una de las dimensiones esenciales de la vida humana.

 

Tomando como referencia lo expresado por la Carta Magna, la educación en enfermería implica formar para el trabajo con características especiales, en tanto que trata del cuidado de los seres humanos en diferentes circunstancias. De manera tal que, la formación de este recurso humano debe estar basada en el cuidado transpersonal como una experiencia académica a nivel de aula y de las prácticas clínicas de enfermería.

 

En relación a las diferentes concepciones de la Educación, Fermoso, P (1991) expresa que “la educación permite al hombre realizarse en doble sentido personal y socialmente”. (p.133). El proceso de personalización es el conjunto de mecanismos psicológicos que desarrollan la conciencia de sí mismo, el yo- o si mismo o self…. y el proceso de socialización como el desenvolvimiento de los procesos sociales, los de relación con los demás, convivencia en la comunidad, asimilación de pautas de conductas y los valores compartidos por los miembros del grupo y la utilización de la interacción., de manera que la educación se constituye en un proceso permanente que según Lorenzini, A y Andrade, R (2003) “es un proceso ininterrumpido, individual y/o grupal dialógico, en una constante jornada continuamente perfeccionable. Es siempre un proceso de transformación del ser humano, un arte y una ciencia en constante búsqueda de nuevos caminos” (p.40).

 

A la educación se le han dado diversas interpretaciones y no existe una respuesta única y dogmática; sin embargo, en esta época del post-modernismo debemos reconocer cambios significativos en la tarea de educar.

 

Estas aseveraciones se dan, por cuanto los autores precitados, se han inspirado de acuerdo a sus percepciones, experiencias, creencias, valores, sentimientos, estilos y condiciones de vida, igualmente su concepción humanista, ecológica, política, económica.

 

La educación cada día más tiende a ser una educación integral, en el sentido que deberá cubrir todos los aspectos de la vida del individuo, con conocimientos científicos y destrezas profesionales, con valores humanos y morales, posibilitando cambios en el ejercicio de la responsabilidad ciudadana. En el proceso de educar se hace énfasis en el manejo de lo que el sujeto hace con lo que sabe y aprende. En consecuencia, según los Documentos de la Organización de las Naciones unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (1997) “la educación deberá constituir un proceso continuo que abarque cuatro aspectos básicos: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a ser y aprender a vivir juntos. Se trata, en definitiva, de aprender a aprender durante toda la vida” (p.194). Por lo tanto, en su sentido más amplio, la educación es el medio de la cotidianidad social de la vida, para manejar y aplicar ideas complejas, utilizando una amplia serie de conocimientos para buscar y lograr una comunicación de vida y de humanidad y una retroalimentación efectiva, eficaz, oportuna y pertinente en las diversas disciplinas, modalidades y niveles existentes en la educación, en este caso, la educación venezolana.

 

La educación superior, viene a ser el nivel educativo siguiente al nivel diversificado, es decir, que comprende el tercer nivel o de formación profesional quedando el cuarto nivel para los estudios de Post.-grado (especialización y maestría), y el quinto nivel para los estudios doctorales que constituyen el espacio propicio para la generación de conocimientos a través del desarrollo de investigaciones con diseños cualitativos fenomenológicos y por ende, representan para la comunidad científica de enfermería, la consolidación académica.

 

En tal sentido, para formar esa conciencia humanística se sintetiza y se resumen los postulados de la educación superior que se insertan en la estructura denominada universidad.

La Universidad como institución de educación superior, se inspira en la educación como un derecho humano y un deber social fundamental con la finalidad de desarrollar el potencial creativo de cada persona humana y el pleno ejercicio de su personalidad, basada en la valoración ética del trabajo y en la participación activa protagónica, consciente y solidaria en los procesos de transformación social (Art. 102. Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, 1999).

 

Morin, E (2000) expresa que ´´la universidad conserva, memoriza, integra y ritualiza una herencia cultural de saberes, ideas, valores; la regenera al volver a examinar, al actualizarla, al transmitirla, genera saberes, ideas, valores que, van a estar dentro de la herencia’ (p. 25). De esta manera, es conservadora, regeneradora y generadora. Ese carácter conservador puede ser vital, solo si significa salvaguarda y preservación, pues no se puede preparar un futuro si no se resguarda un pasado, y estamos viviendo en un milenio en el que están trabajando múltiples y poderosas fuerzas de desintegración cultural.

 

Así mismo, la universidad, como institución educativa, autónoma, transformadora y democrática, debe cumplir con sus misiones a saber: formadora de personas humanas capaces, críticos, reflexivos, humanistas ajustados a la realidad social del país; como generadora y propagadora del conocimiento; como patrocinadora de los cambios políticos, ideológicos, sociales, económicos, culturales, tecnológicos y científicos fundamentales para el desarrollo nacional, regional y local.

 

Con base en estos planteamientos, la Universidad tiene su objetivo central en la formación cultural y humanista. Su cumplimiento es un fundamento insoslayable, pero también una garantía de éxito en el logro de la formación profesional, científica y técnica de sus estudiantes.

 

En esta labor de formación humanista, la Universidad se preocupará ante todo, del hombre como tal, le hará un hombre culturalmente pleno y moralmente integro, que sus ideas, creencias, actitudes y valores expresen los principios y las conclusiones básicas del saber de la época, para ser utilizadas en la solución de sus problemas y de la comunidad donde se desenvuelve, lo cual implica un concepto de cultura como saber integrado y asimilado en la propia vida.

 

Por consiguiente, no se trata de la transmisión de información o de conocimientos, ni de acrecentamientos del saber por acumulación, sino de crecimiento interior por un proceso de maduración que, abriendo nuevos horizontes y señalando nuevas perspectivas va contribuyendo con el desarrollo integral del estudiante.

 

La esencia del cuidado es la interacción humana reciproca, arte de la verdadera relación humana, es buscar posibilidad de formar un nosotros sin destruir el yo- tú.

 

La comunicación solo es posible en un clima de libertad, en donde podemos expresarnos sin presiones paralizantes. En este orden, Pinto, N (2000) expresa que la comunicación requiere de algunos elementos indispensables tales como “la autenticidad de los interlocutores, el respeto a la originalidad ajena, el respeto a la originalidad propia, el deseo de compartir, la preocupación de hacerse comprender y la actitud de escucha y de atención permanente”.


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