Hidroxiapatita Coralina HAP-200 y matriz osea en fracturas con defecto oseo
Autor: Dr. Yovanny Ferrer Lozano | Publicado:  31/08/2009 | Traumatologia , Imagenes de Traumatologia | |
Hidroxiapatita Coralina HAP-200 y matriz osea en fracturas con defecto oseo.4

La cantidad de HAP-200 utilizada estuvo en dependencia de la magnitud del defecto óseo. Predominó la fijación externa utilizando el modelo lineal RALCA® en 78 pacientes y el axial Orthoframe/ Mayo en 4 de las fracturas de húmero tratadas. La estadía hospitalaria se mantuvo en una media de 4 días.

 

Los complementarios hematológicos se mantuvieron dentro de límites normales.

 

La evaluación clínica del sitio de implante evidenció que el dolor y el edema posoperatorio se correspondieron con el comportamiento habitual de estas variables en la cirugía ósea de las extremidades. No encontramos signos clínicos ni imagenológicos atribuidos a rechazo del implante.

La variación del tiempo de consolidación (Tabla 4) se mantuvo dentro límites normales

 

Tabla 4: Tiempo de consolidación.

 

hidroxiapatita_coralina_fracturas/tiempo_de_consolidacion

 

Fuente: Historias Clínicas. * p < 0.05. ** Desviación Estándar

 

La osteítis del alambre fue la complicación más frecuente (7.8%), con un grado de concentración de Gini de 0.15. Esta infección logró controlarse con medidas locales.

 

De acuerdo a la escala de actitudes empleada el 87.2% de los pacientes estuvo totalmente de acuerdo o de acuerdo (12.7%) con el método propuesto por considerarlo estético y mucho menos invasivo que los métodos tradicionales.

 

Los resultados finales (tabla 5) se catalogaron de satisfactorios dada la complejidad de algunas de las fracturas tratadas y la magnitud del defecto óseo.

 

Tabla 5: Evaluación Resultados.

 

hidroxiapatita_coralina_fracturas/evaluacion_resultados_resultado

 

Fuente: Historias Clínicas

 

Discusión

 

Se ha estimado que hay 492,000 nuevas fracturas cada año (7) con una prevalencia de 100,000 casos sin consolidar. A pesar de las controversias que genera cada tratamiento la mayoría de ellas son por injurias de baja energía y con un grado relativamente menor de lesión en los tejidos blandos. Las fracturas severas son relativamente raras.

 

El tiempo de consolidación de una fractura depende de la proporción y tipo de trauma, de la extensión del mismo, la presencia de una patología previa, y de la edad del paciente. Lo anterior nos obliga a estudiar a cada fractura en forma individual para indicar el tratamiento adecuado.

 

La literatura revisada demuestra la alta incidencia de fracturas en pacientes de sexo masculino en edades de vida laboral y social activa (6,7) y que coincide con nuestra casuística.

 

El abordaje mínimo al foco fracturario que hemos utilizado pretende respetar esos mecanismos fisiológicos y bioquímicos que intervienen en la cicatrización. No encontramos en la literatura referencia al uso de un método semejante en el tratamiento de fracturas con defecto óseo. Escarpenter (8) nos informa de un proceder similar utilizado por Ceballos y colaboradores en el tratamiento de la Seudoartrosis.

 

Cuellar (9) demuestra que el abordaje periférico cuidadoso del foco ofrece la posibilidad de mantener un rango adecuado de movimiento garantizando la estabilidad articular.

 

La médula ósea autóloga utilizada representa una fuente de células madre osteoprogenitoras y factores de crecimiento que funcionan como reforzadores de la formación ósea. La toma de la misma comparada con la de injerto autólogo es mucho menos agresiva. Puede ser aspirada de la cresta iliaca posterosuperior en volúmenes de 100 a 150 ml e inyectar a nivel de una fractura o sitio de no unión, estimulando la curación ya que contiene células madre mesenquimatosas capaces de diferenciarse en diferentes tipos de tejido mesodérmico. Su diferenciación hacia una línea tisular en particular depende de señales inductivas específicas provistas por citocinas y factores de crecimiento locales. La implantación de células madre mesenquimatosas funciona para reforzar la producción de hueso, aumentando el número de células osteogénicas capaces de participar en este proceso de regeneración.

 

La Médula ósea no fraccionada es un excelente transportador dado que cuenta con propiedades osteoconductivas y osteoinductivas, pero por si sola no ofrece ningún soporte estructural, por esta razón es necesario combinarla con materiales de potencial mayor para promover la formación ósea.


Las proteínas óseas morfogenéticas y los factores de transformación del crecimiento refuerzan la curación de la fractura. Otros factores, como el factor II de crecimiento parecido a la insulina y los factores de crecimiento derivados de las plaquetas, también son importantes. Las proteínas óseas morfogenéticas regulan la quimiotaxis, la mitosis, y la diferenciación celular. Los factores de transformación del crecimiento están 100 veces más concentrados en el hueso que en otros tejidos, y los osteoblastos tienen una concentración alta de receptores para él. La actividad de transformar el factor de crecimiento no se entiende totalmente pero el efecto neto es un aumento de la matriz ósea.


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