Seroprevalencia de hepatitis B en embarazadas
Autor: Aliria L. Meza  | Publicado:  11/10/2009 | Gastroenterologia , Medicina Preventiva y Salud Publica , Ginecologia y Obstetricia , Microbiologia y Parasitologia | |
Seroprevalencia de hepatitis B en embarazadas.3

Tabla 2. Seroprevalencia de Hepatitis B en embarazadas según estado conyugal y anticore. Consulta prenatal Hospital “Julio Criollo Rivas” Ciudad Bolívar. Abril 2005.

 

seroprevalencia_hepatitis_B_embarazo/anticore_estado_conyugal

 

Fuente: Instrumento epidemiológico de hepatitis B en gestantes

 

Tabla 3. Seroprevalencia de Hepatitis B en prenatales según años de escolaridad y anticore. Consulta Prenatal Hospital “Julio Criollo Rivas”. Ciudad Bolívar. Abril 2005.

 

seroprevalencia_hepatitis_B_embarazo/prenatales_escolaridad_anticore

 

Fuente: Instrumento epidemiológico de hepatitis B en gestantes.

 

Tabla 4. Seroprevalencia de Hepatitis B en gestantes según número de parejas y anticore. Consulta prenatal Hospital “Julio Criollo Rivas”. Ciudad Bolívar. Abril 2005.

 

seroprevalencia_hepatitis_B_embarazo/numero_aprejas_anticore

 

* Número de Parejas en los últimos dos años

Fuente: Instrumento epidemiológico de hepatitis B en gestantes.

 

Discusión

 

La infección por el virus de la hepatitis B (VHB) afecta a toda la población mundial, variando la prevalencia según las distintas regiones. La OMS tiene definidos diversos patrones de comportamiento epidemiológico de la hepatitis B, estableciendo regiones de alta, mediana y baja prevalencia, según la interpretación de los diferentes marcadores serológicos del virus de la hepatitis B (VHB) (OPS, 1985). En Latinoamérica, la prevalencia se ubica en la clasificación mediana o intermedia (2% a 7%), (Silveira et al. 1999). Según la norma de la OMS, Venezuela es clasificado en este mismo rango de endemicidad (Echezuría, 2000).

 

En el presente estudio, realizado en la consulta prenatal del Hospital Julio Criollo Rivas, en Ciudad Bolívar la seroprevalencia de hepatitis B, en embarazadas resultó 0% para HBsAg, y 2,8% para antiHBc, lo cual representa una baja prevalencia (OPS 1985; Choc et al. 1990). Esto coincide con el estudio realizado por Del Nuncio et al. 1997, al afirmar que en Venezuela la transmisión vertical no es una vía importante de transmisión del virus de la hepatitis B (VHB). Desde este punto de vista se puede considerar como aceptable lo detectado en las embarazadas del Julio Criollo Rivas.

 

Los resultados obtenidos para HBsAg, coincidieron con los obtenidos por Escaff et al. 1989, Campos y Ryan 1995, pero difirieron de Buttierfel et al. 1990, Del Nuncio et al. 1997, Vázquez et al. 2003, cuyas cifras de prevalencia oscilaron entre 0,26 y 1,65%.

 

Respecto a la prevalencia de antiHBc esta se ubicó en 2,8% cifra muy por debajo de los resultados obtenidos por Vetencourt et al. 1989, Del Nuncio et al. 1997 que registraron desde 8,8% hasta 17% de positividad. Sin embargo el 2,8% de antiHBc en la presente muestra, estuvo por encima del 0,81% obtenido por Duarte et al. 1997 en Brasil que estudiaron 7992 embarazadas.

 

Según la norma de la OMS la prevalencia de antiHBc por debajo del 6% es considerada baja (OPS 1985, Choc et al. 1990). Por lo tanto los hallazgos obtenidos en este estudio (2,8%) indican una baja prevalencia de antiHBc. Es probable que esto se deba a una conducta sexual más conservadora de las embarazadas investigadas y a una menor frecuencia de factores de riesgo para contraer el virus, como es el uso de las drogas ilícitas endovenosas.

 

La edad gestacional de las embarazadas estudiadas, presentó un rango entre 4 y 36 semanas, con un promedio de 22 semanas de gestación. Este resultado es similar al obtenido por Vázquez et al. 2003, que investigaron en México, la seroprevalencia de hepatitis B en embarazadas, cuyo promedio de edad de embarazo fue de 22 semanas.

 

En cuanto a la edad cronológica, la mayor frecuencia se estableció entre 15 y 30 años, siendo el promedio 24,8 años de edad. El 6,1% de las embarazadas con edades entre 15 a 22 años, resultó positivo para antiHBc. Este resultado es contrario al obtenido por Del Nuncio et al. 1997, Berdasquera et al. 2001, Vázquez et al. 2003 donde la mayor positividad de anticore en grupos de edad comprendidos entre 20 y 29 años se estableció entre 25 y 29 años, y 26 años.

 

En este trabajo el grupo afectado fue el más joven (15 y 22 años), encontrándose una relación estadísticamente significativa entre edad cronológica y hepatitis B. Las edades cronológicas, reflejaron que las embarazadas estudiadas se encontraban en el periodo de mayor fertilidad.

 

Con respecto al estado conyugal de las 106 embarazadas en estudio más de la mitad manifestó vivir en concubinato, y una de estas resultó positiva al antiHbc. El 27,4% expresó ser soltera, resultando dos (2) positivas. Sólo el 16% manifestó estar casada y no hubo positividad en este grupo. Estos resultados son diferentes a los obtenidos por Vázquez et al. 2003, ya que el mayor porcentaje (75%) de las embarazadas eran casadas, y con los de Berdasquera et al. 2001, donde el 88% de las gestantes tenía pareja estable, (no se mostró si eran casadas). Sin embargo los resultados del presente estudio fueron similares a los obtenidos por Fernández et al. 1999 cuyo porcentaje de solteras fue el 20%. Al respecto es probable que la mayor positividad aparecida en este estudio en las embarazadas solteras, se deba a la práctica de un sexo libre lo que implica que la vía de transmisión del virus haya sido la sexual. La relación entre estado conyugal y hepatitis B no resultó significativa (p>0,05).

 

La ocupación de mayor frecuencia en las gestantes, fue la de los oficios del hogar (85,8%), y no se encontró ninguna ocupación de riesgo en el grupo. También en el estudio de Berdasquera et al. 2001, se demostró que más de la mitad de las embarazadas estudiadas eran amas de casa. Sin embargo en el estudio de Fernández et al. 1999, se señaló que el 18% de las embarazadas tenía una ocupación de riesgo, difiriendo con los hallazgos de este estudio en el que no se identificó ocupación de riesgo en las gestantes.

 

El nivel de escolaridad de la muestra se ubicó en 60%, con más de 7 años de estudio. En las gestantes con positividad del anticore se encontró que el 7,5% tuvo menos de 7 años de estudio. Este resultado no coincide con el obtenido por Berdasquera et al. 2001, quienes registraron 8,3% de gestantes con educación primaria y un 45,3% de gestantes con educación pre-universitaria aprobada. La relación entre nivel de escolaridad y hepatitis B; fue estadísticamente significativa, según la prueba Chí cuadrado aplicada en este estudio.

 

En cuanto al número de parejas de las gestantes estudiadas, 81% manifestó haber tenido una pareja. Este resultado es semejante al obtenido por Vázquez et al. 2003, en gestantes donde el 93% de la muestra refirió tener una sola pareja. Sin embargo el 4,6% de las embarazadas en este estudio, manifestó haber tenido 3 parejas, lo cual es congruente con el resultado obtenido por Del Nuncio et al. 1997, Berdasquera et al. 2001, quienes encontraron en las gestantes estudiadas tres o más parejas.


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