Factores psicosocioculturales y neurobiologicos de la conducta suicida. Articulo de revision
Autor: Dra. Teraiza E. Mesa Rodríguez | Publicado:  25/11/2009 | | |
Factores psicosocioculturales y neurobiologicos de la conducta suicida. Articulo de revision .4

Por otra parte, no se encontró diferencias significativas en los niveles de cortisol. En una segunda parte, les realizaron P300 y la variación negativa del contingente (CNV). Los resultados mostraron una reducción significativa de ambos P300 y variación negativa del contingente en pacientes con intento de suicidio en comparación con los pacientes sin historia de suicidio.

 

En conclusión, estos resultados sugieren que una respuesta embotada de la hormona del crecimiento (GH) a la apomorfina se podría considerar como un posible "marcador biológico" de la conducta suicida al igual que la hipoactividad dopaminérgica y la reducción de las amplitudes del P300 y variación negativa del contingente. Los cambios a nivel del sistema noradrenérgico, parecen desempeñar un papel menor (43). Aunque algunos autores señalan que el aumento de la norepinefrina podría estar relacionada con la conducta agresiva, es decir con el grado de letalidad (45). La no supresión en el test de dexametasona no puede considerarse como un marcador biológico de comportamiento suicida. Sin embargo puede ser útil en los caso de pacientes con intentos previos de suicidio es decir un paciente con test de supresión negativo con intento previo de suicidio tiene mayor riesgo y letalidad a futuro (44,45,46).

 

Estos resultados están de acuerdo con varios estudios previos que evaluaron la actividad dopaminérgica midiendo sus metabolitos en el líquido cefalorraquídeo (LCR) de personas que intentaron suicidarse (Jokinen J. y col.). Träskman y cols. encontraron concentraciones más bajas de ácido homovanílico en el líquido cefalorraquídeo (LCR) en pacientes con antecedentes de intento de suicidio violento o no violento. Montgomery y Montgomery y Agren mostraron también una relación muy significativa entre las concentraciones bajas de ácido homovanílico y la conducta suicida.

 

Con el proceso de envejecimiento hay una disminución de las neuronas dopaminérgicas y de la función de los receptores de dopamina, cambios que pueden explicar el incremento de las cifras de suicidio en adultos mayores y el aumento del riesgo en pacientes con enfermedad de Parkinson y corea de Huntington patologías que son producidas por los cambios degenerativos del sistema dopaminérgico.

Se ha hallado una asociación entre niveles bajos del 5-HIAA y del ácido homovanílico (HVA) metabolito de la dopamina en suicidas con depresión mayor. El valor predictivo de esta relación es motivo actualmente de controversia; algunos autores lo consideran como un marcador biológico de vulnerabilidad para la enfermedad afectiva pero no para el comportamiento impulsivo. Sin embargo, algunas investigaciones como las desarrolladas por Rujescu y colaboradores (2003) relacionan la presencia de altas concentraciones de dopamina con la aparición de conductas autoagresivas. Bajos niveles de dopamina se hallan en los cuadros de depresión inhibida o de melancolía, por compromiso del circuito del cíngulo anterior y de los ganglios basales (47,48,49,50,51).

 

Con el fin de obtener una mayor comprensión del papel que juega el estrés en los pacientes depresivos con intento de suicidio, Westrin A. y col. evaluaron en el plasma el neuropéptido Y (NPY) y la hormona liberadora de corticotropina (CRH) los cuales se supone que deben estar relacionados con el estrés y lo compararon con controles sanos. Encontraron un aumento de la hormona liberadora de corticotropina (p <0,001) y bajas concentraciones del neuropéptido Y (p <0,001). Los pacientes que habían intentado suicidarse en varias ocasiones tuvieron una menor cantidad de neuropéptido Y. Estos resultados sugieren que el estrés produce alteraciones en este sistema en los pacientes con trastornos del estado de ánimo he intento de suicidio. Siendo la hiperactividad del eje hipotálamo-pituitario-adrenal (HPA) es un factor de riesgo de suicidio en este grupo (52,53).

 

Aspectos Genéticos:

 

La investigación en genética molecular ha sido recibida en Psiquiatría con grandes esperanzas, y ha dado lugar al surgimiento de un área de estudio multidisciplinar, la Psiquiatría Genética, que asienta sus bases en la genética humana, la psiquiatría, la biología molecular, la estadística y la epidemiología.

Las expectativas iniciales que suscitaron estos estudios resultaron ser poco realistas, porque la detección de genes responsables de trastornos psiquiátricos se torno más difícil de lo que se pensaba. Basando en parte, en las alteraciones de los neurotransmisores y sus receptores varios estudios trataron de identificar los genes candidatos potenciales etiológico de importancia. Con respecto al suicidio Arango y col. examinaron los siguientes polimorfismos genéticos asociados a las alteraciones serotoninérgicas descritas entre ellos esta A779C, 5-HTTLPR alelo, G861C, la sustitución C129T y el T102C. Examinaron 220 casos postmortem y no encontraron ninguna asociación entre el genotipo y el promotor. Tampoco encontraron asociación con trastorno depresivo mayor, el suicidio o la agresión patológica con el polimorfismo genético en los pacientes suicidas (54,55,56).

 

Diversos Aspectos:

 

Proteína quinasa C:

 

La proteína quinasa C (PKC) es una enzima crítica en la vía de señalización del fosfatidilinositol, que está involucrado en muchas funciones fisiológicas en el cerebro y en la función de varios receptores, tales como 5-HT2C, 1-adrenérgicos y los receptores muscarínico M1. También ha sido implicada en la patogénesis de los trastornos del estado de ánimo. Por otra parte es uno de los objetivo para la acción terapéutica de los fármacos estabilizadores del estado de ánimo. El fosfatidilinositol produce la estimulación de los receptores anteriormente señalados, activando la fosfolipasa C efectoras, lo que provoca la hidrólisis del sustrato inositol-4, 5-bifosfato dando como resultados la formación de 2 segundos mensajeros, y del diacilglicerolinositol trifosfato. Este activa los fosfolípidos calcio dependientes de proteína quinasa C (PKC) y aumentando la afinidad de la enzima para calcio. El inositol trifosfato, por otro lado, moviliza el calcio intracelular. Una vez que ha proteína quinasa C (PKC) sido activada es que participan en la fosforilación de varias proteínas de la membrana.

 

La proteína kinasa C es una enzima clave en la regulación en diversos tejidos, incluidos el cerebro, está localizada presináptica y postsinápticamente, participa en respuestas especificas, como la migración, la proliferación, la atrofia, la apoptosis, y la secreción, lo que sugiere que esta isoenzima es importantes en las enfermedades clínicas. Ghanshyam N., Pandey, Yogesh Dwivedi, Hooriyah S., Xinguo Ren, Robert R., Conley, realizaron un estudio en el cual concluyen que existe una reducción estadísticamente significativa en la actividad catalítica de la proteína quinasa C (PKC) en el hipocampo de adolescentes víctimas de suicidio en comparación con los sujetos control. La reducción en la actividad de proteína quinasa C (PKC) fue asociada con disminuciones en ARNm y proteínas dependientes de la proteína quinasa C (PKC) en el hipocampo de estos individuos. Esto puede ser de vital importancia en la comprensión a futuro de las anomalías neurobiológicas del suicidio (57).

 

Neuroanatómicos: Con respecto a los cambios morfológicos solo se ha descrito la presencia de una hiperdensidad en la sustancia blanca periventricular en los pacientes con depresión mayor y un historial previo de intento de suicidio, demostrado a través de neuroimagen (58).

 

Colesterol:

 

Hacia los años noventa se debatió la relación entre los altos niveles de colesterol y la muerte por causas violentas. En una muestra de 37.635 adultos analizada por SIMON y colaboradores (1997) se presentaron 130 suicidios violentos y 46 no violentos, los primeros se correlacionaron con altos niveles de colesterol total y bajos niveles de colesterol de alta densidad, lo que guarda relación con la hipótesis que postula que bajos niveles de ácidos grasos poliinsaturados como omega 3 aumentan el riesgo para la depresión y el suicidio. Los niveles de 5-HIAA en líquido cefalorraquídeo (LCR) han sido correlacionados positivamente con los niveles plasmáticos de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga en sujetos normales. Las mayores concentraciones de CRH y de 5-HIAA en líquido cefalorraquídeo (LCR) se asocian con bajos niveles de ácido decoxahexanoico y de omega 3 en pacientes con riesgo de suicidio (59,60,61,62).


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