Reacciones adversas e interacciones de la morfina:
- Nauseas
- Vómitos
- Miosis
- Depresión respiratoria
- Retención urinaria
En el empleo cotidiano con fines terapéuticos destacan las náuseas y los vómitos, mayores cuando el enfermo está en posición de pie o ambulatoria.
La miosis, el estreñimiento y la retención urinaria son también frecuentes, no se produce Tolerancia a ellos y pueden requerir medidas coadyuvantes.
La depresión respiratoria varía según las circunstancias y está sometida a la acción potenciadora de neurolépticos, anestésicos y otros fármacos depresores. También los inhibidores de la MAO potencian la acción depresora de los opioides.
Por sobredosificación aparecen estupor que evoluciona hacia el coma, depresión respiratoria que llega a la apnea y alteraciones metabólicas secundarias (acidosis respiratoria). Su tratamiento requiere el empleo de naloxona, que tiene además valor diagnóstico, a la dosis de 0,4 mg por vía IV.
Los IMAO, neurolépticos, hipnóticos, el alcohol y las benzodiazepinas intensifican los efectos depresores de los fármacos opioides en general, intensificando sus efectos adversos.
Otros agonistas puros:
1- Heroína
2- Codeína
3- Petidina
4- Fentanilo
Heroína
Derivado diacetilado de la morfina, tiene mayor liposolubilidad que ésta, por lo que llega antes al cerebro y alcanza allí mayores concentraciones: quizá por eso ejerce una intensa acción euforizante.
Codeína y dihidrocodeína
Son los derivados metilado y dihidrogenado de la morfina, respectivamente. Ambas presentan mucha menor afinidad por los receptores m, por lo que su potencia y eficacia analgésica son inferiores a las de la morfina. Igualmente, deprimen menos el sistema nervioso central (SNC) y no ocasionan farmacodependencia. Tienen acción antitusígena y capacidad de provocar estreñimiento.
Petidina
Es 10 veces menos potente que la morfina, pero posee igual actividad como agonista para producir analgesia, depresión respiratoria y farmacodependencia.
Metadona
Es ligeramente más potente que la morfina, con la que comparte todas sus propiedades farmacológicas.
Fentanilo y derivados
El fentanilo es de 50 a 150 veces más potente que la morfina. Tiene una liposolubilidad muy elevada, que condiciona su cinética y utilización, y muy escasa cardiotoxicidad.
Tramadol
Es una fenilpiperidina ciclohexano que presenta cierta similitud con la codeína y, como ésta, tiene una débil-moderada afinidad por los receptores opioides, más por los m que por los d o los k. En consecuencia, su acción analgésica es moderada entre codeína y buprenorfina.
Aplicaciones terapéuticas de los agonistas opioides:
- Dolor
- Edema agudo de pulmón (EAP)
- Anestesia
- Regulación del ritmo respiratorio
DOLOR: La morfina y la mayoría de los agonistas son considerados opiáceos mayores porque llegan a aliviar o suprimir dolores agudos de gran intensidad: dolores del postoperatorio, parto, cuadros abdominales agudos, traumatismos, cólicos renales y biliares, infarto de miocardio y angina inestable. Lo mismo sucede con los dolores crónicos intensos que acompañan tan frecuentemente el crecimiento y la evolución de las neoplasias.
Anestesia
El empleo de opioides en anestesia se encuentra muy generalizado. En algunas ocasiones, las dosis son pequeñas y tratan de completar la actividad analgésica de los anestésicos generales, pero con bastante frecuencia el opioide se administra a dosis muy elevadas (en particular, el fentanilo y sus derivados) como elemento sustancial de la anestesia.
Edema agudo de pulmón
La morfina a dosis habituales, asociada a otras medidas terapéuticas, reduce la precarga y la postcarga aliviando la congestión pulmonar y cardíaca; al mismo tiempo, reduce la sensación muy agobiante de falta de aire.
Regulación del ritmo respiratorio
En ocasiones conviene deprimir la actividad respiratoria espontánea con el fin de adaptar el ritmo respiratorio a las necesidades del respirador; ayuda a ello la morfina que, al elevar el umbral apneico, anula la ritmogénesis a poco que disminuya la PCO2.
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Antagonistas puros de los opioides:
1- Naloxona
2- Naltrexona
Naloxona y naltrexona
La naloxona y la naltrexona son derivados morfinónicos que en la práctica clínica se comportan como antagonistas puros de receptores opioides, por los que muestran el siguiente orden de afinidad: m > d > k. La naltrexona es 2 veces más potente que la naloxona, pero su eficacia es similar. Antagonizan tanto la acción de los fármacos opiáceos como la de los péptidos opioides endógenos y exógenos: analgesia, depresión respiratoria, miosis, coma, hipotensión, picor, hipertensión en vías biliares, bradicardia, estreñimiento, retención urinaria y convulsiones.
Reacciones adversas de los antagonistas de los opioides:
Dosis altas de opioides:
- Crisis hipertensiva
- Taquicardia
- Fibrilación ventricular
- Edema agudo de pulmón
Por sí mismas, la naloxona y la naltrexona no ejercen efectos apreciables; con la naltrexona a dosis altas se han descrito en ocasiones aumentos de enzimas hepáticas, sin que se haya podido demostrar histológicamente una lesión hepática.
Sin embargo, en pacientes tratados con dosis altas de opioides la reversión aguda de las acciones depresoras con naloxona puede ocasionar una crisis hipertensiva, con taquicardia e incluso fibrilación ventricular, y edema agudo de pulmón, que ha sido mortal en algunos casos.