Metastasis y curacion espontanea del cancer
Autor: Dr. P. García Férriz | Publicado:  28/06/2010 | Oncologia | |
Metastasis y curacion espontanea del cancer .3

Debido a este proceso electroquímico se han producido en las células malignas muy diversos efectos, que han sido descritos por el insigne Profesor Dr. González Barón, al que hemos seguido con mesurada pasión y no poca admiración. Nos describe con mucha sencillez el resultado de diversos experimentos en clínica, efectuados por acreditados y conocidos investigadores de laboratorio de todo el mundo. Por lo anteriormente expuesto, tratamos de expresar la necesidad imperiosa de mutua colaboración que debe existir entre los estudios experimentales de Laboratorio con los correspondientes a la Oncología Clínica.

Consideramos, pues, que existe una perfecta armonía, conexión o íntima relación entre los resultados obtenidos por el Profesor Sodi Pallarés 7 con la meticulosa descripción que nos hace el Profesor González Barón 1 sobre los muy variados efectos existentes en los diversos tumores metastáticos. Sólo pretendemos tratar de encontrar una eficaz línea o vía de investigación que aúne los dos distintos campos de investigación. Las correspondientes a la Clínica y al Laboratorio. Si no se produce con eficacia esta imprescindible conexión, difícilmente podría conseguirse tan anhelado objetivo: derrotar a tan terrible y criminal enemigo.

Nuestra modesta posición en el campo de la cancerogénesis es muy simple: sacar conclusiones viables de cuantos conocimientos de Laboratorio y de Clínica hemos obtenido. Consideramos que lo que hemos manifestado en distintas publicaciones, es suficiente para dar a conocer nuestra inclinación y distinta vía investigadora.

Se ha demostrado que “la conducción en los axones mielinizados es más rápida que en los axones amielínicos de un similar diámetro”. 2 Aquí se impone la lógica y el criterio de un adecuado razonamiento. La rapidez eléctrica será tanto mayor cuanto mayor sea el contenido de electrones y el grado de excitabilidad neuronal. Es evidente que, al no existir la mielina en determinados conductores nerviosos, los electrones (que tienen carga eléctrica negativa) no pueden aparecer ni favorecer la intensidad y fluidez eléctrica en igualdad de diámetro axónico.

A la electricidad le concedemos una vital importancia en todo proceso tumoral. Por ejemplo, “las ondas electromagnéticas actúan ejerciendo una acción similar en sus puntos iniciales y terminales”, 8 dando lugar con ello a una cascada metastásica con sus características generales y específicas, debido a que las células metastásicas pueden adquirir multitud de propiedades biológicas.

Según propuso Foklman en el año 1971, el crecimiento tumoral y la formación metastásica dependen del desarrollo de nuevos vasos sanguíneos o angiogénesis. 1 Dicho autor revisó los datos experimentales sobre los que se apoya esta hipótesis. 1 Actualmente se cree que la formación de metástasis depende de la angiogénesis. 1 La angiogénesis es necesaria tanto al inicio como al final de la cascada metastásica. 1 Y se aportan pruebas efectuadas en animales de experimentación.

Si todo este mecanismo de la angiogénesis fuese cierto en todo su proceso desde su iniciación hasta su fase terminal, preguntamos: ¿por qué no se produce neoplasia primaria donde no existe electricidad y sí en cambio hay riego sanguíneo? ¿Se conoce algún proceso tumoral en las extremidades de un parapléjico? Nosotros no lo conocemos. En el corazón es rarísimo que se produzca un cáncer primario, siendo rico en riego sanguíneo. En el yeyuno e íleon también existe circulación sanguínea, pero tampoco aparece neoplasia alguna. Lo mismo podemos decir del diafragma. Estas cuatro partes orgánicas, en cambio, no reciben la suficiente intensidad eléctrica para poder iniciarse un proceso tumoral. Luego creemos que para que se inicie cualquier tipo de cáncer es necesario que se produzca una excitación celular, que es la que provoca y activa la conducción nerviosa (eléctrica). Por tanto, donde no hay electricidad no se pueden producir acciones químicas, aunque exista riqueza de riego sanguíneo.

Consideramos, pues, que “la formación de neovasos en el inicio y en fases terminales de todo proceso tumoral, constituye un efecto más, provocado por una actividad electroquímica intensa y constante”. Los vasos sanguíneos nuevos de un simple mamelón son producidos por la presencia y actividad nerviosa. Los neovasos aparecen también en los papilomas plantares y una riqueza inervadora; sin la presencia nerviosa y hormonal no se puede producir el tumor papilar.

Por tanto, creemos que “los estímulos son de origen nervioso y no angiogénicos”. Ya hemos expuesto en tal sentido que las células de tumores metastáticos suelen invadir más rápidamente que las de tumores no metastáticos (primarios). Aquí podemos comprobar la importancia que tiene la inervación y la vascularización en todo proceso tumoral, desde su inicio hasta su fase final. Es indudable que sin sangre no hay vida, pero sin nervios no hay acciones químicas. Así pues, cada sistema tiene su específica función y comportamiento en la formación metastásica.

Es un hecho demostrado que “durante la extravasación y la intravasación, una célula maligna de cualquier tipo histológico debe penetrar la membrana basal subendotelial”. 1 Por último, las células metastásicas extravasadas en un órgano diana deben emigrar a través del estroma perivascular para poder desarrollar una colonia tumoral en el seno del parénquima. 1

Como vemos, la célula maligna extravasada sólo ha conseguido el contagio en tejido permisivo, pero no ha sido capaz de proyectarse a una tercera diana. Creemos estar convencidos de que este proceso de expansión ha quedado interrumpido porque la célula o células invasoras no han podido producir un estado de excitabilidad celular, que es imprescindible para que se produzca la conducción eléctrica (nerviosa).

Se sabe con certeza que “todas las células del organismo poseen un potencial de membrana. Sólo las neuronas tienen la capacidad de general señales eléctricas muy rápidas y proyectarse a grandes distancias a través de los axones y de las dendritas”. 2 Así pues, esta proyección y distribución nerviosa (eléctrica) puede hacer posible que se la considere como el medio a través del cual se cumple la ley de Maxwell. Este sistema de proyección a distancia no es único, también puede hacerse por vía sanguínea. Pero esta vía no acaba de convencer plenamente por la causa que acabamos de comentar. En cambio, creemos que la vía nerviosa es la que mejor puede justificar la metástasis a distintas dianas y a larga distancia.

Son muy numerosas las células malignas que consiguen la extravasación, pero “sólo un pequeño porcentaje (< 0’001%) llega a iniciar colonias metastásicas”. 1 Este proceso metastático lo comparamos con varias pruebas que se han efectuado en distintos laboratorios del planeta. Éstas consisten en el empleo de células de cultivo y aplicarlas a tejidos con sistema nervioso, produciendo el contagio tumoral. En cambio, esta misma prueba se efectuó con tejido sin inervación y el cáncer no se produjo. En este último caso, no era posible que se produjese un proceso electroquímico por ausencia de nervios. Una célula sin inervación carece de actividad química.

Metástasis cardiaca

La metástasis cardiaca es rara, a pesar de ser rica en riego sanguíneo. Su electricidad es extracardíaca. Si fuese la sangre la portadora principal de la metástasis, no se explica cómo no la produce frecuentemente en el corazón, en la piel, el músculo esquelético, en el yeyuno e íleon, diafragma, etcétera. En todas las partes de nuestro cuerpo existe su correspondiente riego sanguíneo. Somos del criterio de que la vía principal de expansión metastásica es la nerviosa.

Opinamos que tumores que se hacen incurables a pesar de haber sido tratados con todos los medios que actualmente hay disponibles, se debe posiblemente a que no se ha combatido su posible causa, es decir, la excitación celular constante. Y a medida que esta enfermedad va avanzando, la excitación celular es mayor, y por lo tanto, mayor será la intensidad eléctrica, que es la causante (así lo creemos) de que las metástasis se produzcan cada vez con mayor rapidez.

La creencia esencial en la que nos basamos sobre la etiopatogenia tumoral es la excitación nerviosa. Para que se produzca la excitación, las neuronas tienen que estar poseídas de buena energía química y mecánica. Si la persona no está bien alimentada, todas las células del organismo se debilitan; por tanto, las neuronas pierden su actividad química y mecánica, por lo que es difícil que se produzca y se cumpla la ley de transformación de la energía. Por ello no es de extrañar que “en el mundo, la incidencia de cáncer es relativamente baja en las regiones subdesarrolladas y se incrementa notablemente en las occidentales más desarrolladas”. 7 Luego creemos sentirnos reforzados con la teoría electrobioquímica para la formación y propagación tumoral.

Conclusión

Cuanto mayor es la intensidad eléctrica, las células malignas avanzan con mayor rapidez. 6, 7 Por tanto, a menor velocidad eléctrica, las células malignas avanzan más lentamente. Y si no hay corriente eléctrica no se pueden producir acciones bioquímicas. Esta última circunstancia es posible que sea la causa por la que se produzca la curación espontánea del cáncer. No conocemos otra.

Metástasis diafragmática

En el músculo diafragmático, al igual que en el corazón, es muy raro que se produzca la metástasis. Las características neuroanatómicas y neurofisiológicas de ambos músculos son similares. Incluso la producción metastásica es aún más escasa en el diafragma, al recibir este importante órgano potenciales eléctricos más débiles que los que existen en las dos aurículas.


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