Metastasis y curacion espontanea del cancer
Autor: Dr. P. García Férriz | Publicado:  28/06/2010 | Oncologia | |
Metastasis y curacion espontanea del cancer .4

Al diafragma le asiste la misma circunstancia y posibilidad de padecer de metástasis que en los ventrículos. No conocemos ningún caso clínico de cáncer metastásico en los ventrículos ni en el diafragma.

Ambas regiones, ventrículos y diafragma, se encuentran en idénticas situaciones electroquímicas. Este es nuestro criterio.

Diafragma. Su inervación

El diafragma es el músculo más importante para la inspiración. La expiración, normalmente, es un proceso pasivo. 10 En el diafragma abundan más las células contráctiles que las células de conducción. 9, 10 Aquí observamos una clara similitud con las células contráctiles y de conducción cardiacas. Pero ¿cuál es su inervación?

El nervio frénico es el nervio motor del hemidiafragma correspondiente. Conduce al músculo las incitaciones rítmicas transmitidas por su centro en la médula oblonga (bulbo medular). Cuando se efectúan incisiones diafragmáticas (frenotomías) se debe tener en cuenta la dirección de las ramas terminales del nervio. 12 Pero el nervio también es sensitivo, doloroso al pinzamiento; sus fibras simpáticas contribuyen a la función trófica y al tono diafragmático. 12

El diafragma es atravesado también por numerosos órganos que pasan del tórax al abdomen y viceversa 12, debido a los hiatos y forámenes que tiene el diafragma. Por delante, el pericardio fibroso adhiere íntimamente al corazón y al diafragma a través del centro frénico por intermedio de su envoltura serosa y fibrosa 12, pero no aporta inervación motora hacia el interior del diafragma.

El hecho importante es que este músculo que funciona automáticamente, recibe dos nervios: los nervios frénicos. Los seis últimos nervios intercostales envían igualmente ramos para el diafragma. Su función motora es muy discutible. 12

Ramos simpáticos: llegan al diafragma, no sólo por los nervios frénicos, sino también por los plexos periarteriales.

Como vemos, el diafragma presenta, como el corazón, una inervación periférica, es decir, extradiafragmática. Su conducción eléctrica se efectúa a través de sus células contráctiles. Aquí observamos una gran semejanza neuroanatómica y neurofisiológica con el músculo cardiaco y los efectos son los mismos: escasez tumoral.

Es también muy importante conocer las ramas terminales de los nervios frénicos. De acuerdo con Thevenet y Prioton, se pueden describir tres ramas terminales tanto a la derecha como a la izquierda: anterior, lateral y posterior, que se separan del nervio algo por encima del diafragma. 12 Las dos primeras ramas, anterior y lateral, se insinúan en el espesor de las fibras musculares; la posterior pasa a la cara abdominal del diafragma. 12

Los terminales nerviosos de los dos nervios frénicos ejercen una función en el diafragma similar a la que ejercen los ramos terminales del nervio vago (parasimpático) que arrancan desde los plexos aórticos hasta la cara posterior de la aurícula derecha; y los terminales de los nervios frénicos llegan de forma muy atenuada a la cara superior del diafragma, transmitiendo también a sus células unas cargas eléctricas derivadas de potenciales eléctricos débiles; y, por lo tanto, predominando las cargas de signo positivo.

De aquí que deduzcamos la existencia de una patología electroquímica parecida entre ambos músculos, corazón y diafragma, tanto para la formación de tumores primarios como de tumores metastáticos, siendo más difícil la formación de los primarios por las causas que han quedado anteriormente expuestas. Y en el diafragma más difícil aún. Las casuísticas mundiales así lo demuestran.

El cáncer primario y la metástasis se producen también muy raramente en el yeyuno e íleon por causa similar a la del corazón y el diafragma. Su estudio ha sido publicado recientemente en la web PortalesMédicos.com, bajo el título “Nuevas aportaciones sobre la escasez de cáncer en el corazón, diafragma y yeyuno e íleon” (http://www.portalesmedicos.com/publicaciones/articles/1590/1/Nuevas-aportaciones-sobre-la-escasez-de-cancer-en-el-corazon-diafragma-y-yeyuno-e-ileon-.html).

¿Estamos en lo cierto? ¿Qué errores hemos cometido? Y, sobre todo, ¿qué le falta a esta dificilísima investigación para ser completada? Pacientemente esperamos. Fuerza magnética sobre corrientes eléctricas

“Supongamos que tenemos un hilo conductor por el que pasa una corriente eléctrica en presencia de un campo magnético; éste ejercerá una fuerza sobre cada una de las cargas en movimiento que constituyen la corriente eléctrica. Dicha fuerza es transmitida por las cargas al hilo conductor”. 8

Como vemos, la fuerza magnética puede ser transmitida al nervio motor a través de las cargas, tanto de signo positivo (+) como negativo (-). Un motor eléctrico se mueve gracias al momento de fuerza que produce un campo magnético sobre una bobina por la que circula una corriente. 13 ¿En nuestro cuerpo se produce un proceso similar?

Nuestro organismo está poseído de una gigantesca maquinaria eléctrica desenvolviéndose en un circuito cerrado. Pero también existe en nuestro cuerpo un campo magnético que ejerce una poderosa fuerza sobre cada una de las cargas positivas y negativas que forman nuestra propia corriente eléctrica.

El campo magnético de nuestro organismo está generado por las cargas en movimiento, es decir, por la corriente eléctrica. Los imanes son materiales que producen campos magnéticos debido a las corrientes microscópicas de sus electrones y a los espines de sus partículas, tanto electrones como núcleos. 8 Cada espín genera un campo magnético microscópico, al igual que lo haría una pequeña corriente microscópica. 8 Los campos eléctricos son producidos por las cargas y por las variaciones de los campos magnéticos. 8

Se sabe que los motores eléctricos se mueven gracias al momento de fuerza que produce un campo magnético sobre una bobina por la que circula una corriente. 8 Si este mecanismo es así, nos vemos impulsados tras largo razonamiento, a efectuar una obligada interrogante: ¿puede ser neutralizada la intensidad de nuestros conductores eléctricos al actuar la fuerza magnética? Lo que sí conocemos es que, al suprimirse la corriente electromotriz en las extremidades por una paraplejía, por ejemplo, la fuerza magnética desaparece. En los casos de hemiplejía poco intensa, la fuerza magnética aparece simultáneamente al recuperar el enfermo la corriente eléctrica. Las hiperqueratosis que padecían anteriormente a la hemiplejía vuelven también a reaparecer y en el mismo lugar donde estaban. Este proceso electroquímico lo hemos observado en nuestra propia consulta de Podología en varios casos.

Conclusión

La fuerza magnética actúa sobre cada una de todas las cargas de la corriente electromotriz neutralizando así la intensidad eléctrica. Al disminuir su intensidad y al no poder alcanzar los 10 o 15 eV, no pueden producirse radiaciones ionizantes; y al no existir dichas radiaciones, es muy difícil que se produzca radiolisis y los radicales libres. En cambio permanece la producción de intenso calor, del que más adelante nos ocuparemos.

Anteriormente hemos dicho de 10 a 15 eV debido a que el autor Ortuño Ortín 8 nos dice que a partir de los 10eV, mientras que el Profesor Dr. González Barón1 opina que es a partir de los 15eV. Sea cual fuere el mínimo de eV no cambia el proceso electroquímico que acabamos de describir.

Por tanto, ¿sería también la fuerza magnética la causante de la curación espontánea del cáncer, tanto del tumor primario como todos los tumores metastásicos? ¿Sería eficaz la colocación de un “polo biomagnético” en el tumor primario (punto inicial) y otro polo en el tumor metastático (punto terminal)?

Nos agradaría ver los interrogantes despejados y resueltos de forma concluyente y sin el menor atisbo de duda. Pero, sinceramente, tenemos nuestras dudas, a pesar de cuanto hemos leído en torno a la acción de la fuerza magnética sobre la corriente eléctrica. No obstante, es posible que con el empleo de dicha fuerza se consiga transformar la fuerte intensidad eléctrica de nuestros conductores nerviosos en potenciales eléctricos débiles. En este caso abundarían las cargas eléctricas de signo positivo y disminuirían los electrones. Si así fuese, no se producirían los efectos que ya conocemos: radiaciones ionizantes, radiolisis, calor, radicales libres, etcétera.

La verdad es que hay que dudar de todo mientras no se aporten las pruebas consideradas como irrebatibles. Esta es la verdadera investigación científica.

A continuación vamos a dedicarle unas breves líneas a un punto que consideramos ciertamente interesante: la difusión del calor.


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