Metastasis y curacion espontanea del cancer
Autor: Dr. P. García Férriz | Publicado:  28/06/2010 | Oncologia | |
Metastasis y curacion espontanea del cancer .7

Y nos explicamos: una pequeña corriente microscópica genera un campo magnético. Lo mismo sucede en los espines de las partículas de los electrones. Así pues, la corriente eléctrica total depende de la interferencia entre el flujo magnético y la corriente eléctrica. Los modernos equipos de detección magnética permiten identificar la zona espacial del cerebro (por ejemplo) de donde proviene una determinada señal mucho mejor que por medio de métodos eléctricos. 8

Aparte de los magnetogramas, existen diversas técnicas biosanitarias basadas en efectos magnéticos. Un campo magnético induce una magnetización debido a que los momentos angulares interactúan con las oscilaciones de los iones, que son los responsables de que se establezca un equilibrio térmico.

“Se ha analizado y tabulado los desplazamientos químicos de varios centenares de metabolitos, fundamentalmente en el plasma y la orina, pero también en la bilis y en los líquidos cerebroespinal, amniótico, etcétera.” 8 “El seguimiento mediante resonancia magnética del plasma de pacientes sometidos a tratamientos en algunos tipos de cánceres presenta unas perspectivas muy prometedoras.” 13 Efectivamente, este hecho real y evidente nos induce a pensar en las enormes posibilidades que puede proporcionarnos el empleo de los dos polos electromagnéticos a los que anteriormente hemos hecho referencia. Al quedar neutralizada la intensidad eléctrica, que siempre aparece aumentada en todo tipo de cáncer, su actividad química perniciosa sufre un brusco descenso. La célula maligna siempre precisa de la presencia eléctrica, y cuánto más intensa sea la electricidad, con más rapidez avanzan las células malignas. 8

Actualmente, están tomando fuertes impulsos los estudios que masivamente se vienen lanzando por todo el planeta en favor de la eficacia del biomagnetismo en muchas enfermedades, entre ellas, el cáncer. Sobre este punto ya hemos expuesto nuestras propias consideraciones. Sólo nos resta manifestar nuestro vehemente deseo de que se le preste de forma decidida y contundente a que sea sometido a un profundo estudio el tratamiento de todos los cánceres a través del biomagnetismo.

Merece la pena, a pesar de nuestras dudas.

“Teoría del Par biomagnético”

Imán. Trozo de material magnético que ha sido magnetizado y está, por tanto, rodeado de un “campo magnético”. Un imán que tiene la magnetización indefinidamente (siempre que no se caliente, golpee o exponga a extraños campos magnéticos) es llamado un imán permanente. V. también electroimán. “Ejerce una fuerza sobre un conductor próximo que transmite corriente”. Imán de campo. Produce el campo magnético en una máquina eléctrica. La mayoría de las máquinas es un electroimán. 13

Un electroimán consta de una bobina de hilo enrollado sobre una barra de hierro dulce. Cuando pasa una corriente a través de la bobina, se instaura un campo magnético y el núcleo de hierro dulce se magnetiza por inducción, de manera que su campo magnético se añade al producido por la corriente. De este modo se constituye un intenso campo magnético que puede establecerse o suprimirse a voluntad, permitiendo o no el paso de corriente. Se prefiere el hierro dulce porque puede magnetizarse y desmagnetizarse con facilidad. 13

Un imán es una sustancia que presenta ciertas propiedades, entre las que se hallan el poder de atracción de determinados materiales. Los materiales que pueden ser magnetizados son el hierro y el acero, y en cuantía menor el níquel y el cobalto. El hierro dulce adquiere fácilmente las propiedades magnéticas, pero también las pierde más rápidamente, recibiendo el nombre de imán temporal. El acero es mucho más difícil de imantar, pero retiene esta cualidad mucho más tiempo que el hierro, denominándose imán permanente. Este término es un tanto erróneo, ya que las propiedades magnéticas se pierden con el tiempo.

Una corriente eléctrica produce efectos magnéticos, como así sucede en nuestro organismo. Y una bobina de alambre que conduce una corriente actúa como un electroimán. Las propiedades magnéticas sólo están presentes cuando está pasando la corriente eléctrica.

Si un alambre que conduce corriente eléctrica actúa como un electroimán, hay que pensar que el nervio motor de nuestro organismo puede ejercer la función de electroimán, al ser también un conductor eléctrico. De aquí, que el “par biomagnético” tenga una acción positiva y eficaz para disminuir las intensidades eléctricas.

Las propiedades magnéticas de un imán se deben, probablemente, a la rotación de los electrones en sus órbitas, lo que origina diminutas corrientes eléctricas y produce las propiedades magnéticas. La corriente electromotriz de nuestro cuerpo, al tener mayor abundancia de electrones por arrancamiento de cargas eléctricas negativas tanto de la membrana celular como durante su trayecto en la mielina, aumenta también el campo magnético.

Un imán puede producir propiedades magnéticas en una pieza de material magnetizable por contacto o por inducción.

El espacio que rodea a un imán, y en el cual se hacen aparentes las fuerzas magnéticas, se conoce como campo magnético. Las fuerzas que actúan a lo largo de líneas definidas, las líneas de fuerza magnética por las que se desplazaría un polo norte libre, sí podría moverse en el campo magnético. Las líneas de fuerza magnéticas se dirigen desde el polo norte hasta el polo sur; tienden a tomar el camino más corto entre dos puntos, es decir, líneas rectas. 13 Estas son las propiedades de las líneas de fuerza magnéticas.

Estos “polos norte y sur” que acabamos de mencionar, equivalen en nuestro organismo a los puntos inicial y terminal de nuestros conductores eléctricos (nerviosos). La corriente eléctrica que fluye por nuestros nervios, produce un campo magnético alrededor de la zona por donde está pasando. Y las ondas electromagnéticas que se producen en nuestros propios conductores, se dirigen a distancia y en cualquier dirección. Lo mismo que en los tendidos eléctricos, con la diferencia de que en nuestro organismo, al desaparecer la electricidad desaparecen las ondas electromagnéticas, y en los tendidos eléctricos las ondas electromagnéticas se independizan y se reproducen continuamente.

Es posible que por sus propios efectos químicos nuestra electricidad pueda producir virus, bacterias, etcétera, tanto en el tumor primitivo como en los tumores secundarios. Este proceso electroquímico se ajusta adecuadamente a la ley de Maxwell. Esta teoría defiende y demuestra que “las acciones químicas que se producen en su punto inicial son las mismas en sus puntos diana”. Aunque en nuestro organismo hay que tener en cuenta las diferentes características biológicas de cada órgano, glándula o tejido. Pero los efectos patológicos son los mismos. Ejemplo: en el tumor papilar plantar se producen distintas cepas de virus. Todos estos distintos virus son producidos por un mismo proceso electrohormonal. De aquí que deduzcamos que no es extraño que aparezcan también distintos virus en cualquier parte orgánica de nuestro cuerpo. Luego el cáncer no es producido por ningún virus. El virus aparece por un proceso electroquímico similar al que acontece en el papilomavirus plantar. El virus es, pues, un efecto.

Este proceso que acabamos de mencionar confirma una vez más la ley de Maxwell. Los tumores metastáticos son semejantes a los del tumor primario, aunque aparezcan distintos trastornos biológicos y estructurales que son propios en los diversos órganos, glándulas o tejidos.

El tumor papilar plantar, insistimos, nos demuestra que es producido por una actividad electrohormonal. Normalmente se produce entre los 7 y 12 años, aproximadamente. Si no hay electricidad, el virus no puede formarse. Luego el virus es una consecuencia de un proceso patológico electrobioquímico que se produce en el interior de la papila. Ésta es rica en nervios y en vasos sanguíneos, que son los que aportan las hormonas. Se conocen varios tipos de virus en dichos tumores papilares, que son benignos y no expansivos, donde proliferan abundantes neovasos y nervios.

En varias publicaciones que hemos dado a conocer, hemos expuesto que donde no hay inervación motora (electricidad) no pueden producirse acciones bioquímicas. Y ponemos como ejemplo a los ventrículos del corazón, diafragma y al yeyuno el íleon.

La electricidad se constituye en el sujeto, aunque a veces aparece elíptico. Es el caso de la enfermedad de Alzheimer, que por ausencia eléctrica iniciada en el parasimpático pélvico llega esta patología al hipotálamo. Esta glándula, al no recibir electricidad, deja de actuar; su inactividad electroquímica repercute en la hipófisis, que es la encargada de administrar y regular todas las necesidades hormonales del cuerpo. Queda también afectado el hipocampo, controlador esencial del sistema límbico. Al hipocampo se le han dedicado numerosos y extensos estudios, por su gran repercusión en nuestro organismo.

Tal es la importancia que tiene nuestro sistema nervioso, tanto por su ausencia como por su presencia.

Tratamiento

Consideramos muy interesante el método que preconiza y defiende el Doctor mexicano Isaac Goiz, cuyo sistema de combatir múltiples enfermedades (entre ellas, el cáncer) lo vemos aparentemente lógico. Sugerimos que los imanes se coloquen en el punto inicial y en todos los puntos terminales de los nervios motores que inervan el tumor primario (punto inicial) y los tumores metastáticos (puntos terminales).


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