Comportamiento de pacientes con Colecistitis Aguda Intervenidos Quirurgicamente
Autor: Dr. Manuel de Jesús Pérez Suárez | Publicado:  16/08/2010 | Cirugia General y Digestiva , Gastroenterologia | |
Comportamiento de pacientes con Colecistitis Aguda Intervenidos Quirurgicamente .2

Es importante también el conocimiento de las vías biliares, las cuales explicamos a continuación.

Vías biliares Extrahepáticas: se resumen en dos conductos hepáticos, derechos e izquierdos, que emergen del hilio y se reúnen debajo de este. Aquí comienzan las vías biliares extrahepáticas que comprenden la vía biliar principal y la vía biliar accesoria.

Los dos conductos hepáticos se reúnen para formar el conducto hepático, segmento inicial de la vía biliar principal. El conducto hepático recibe la vía biliar accesoria.

La vía biliar principal se relaciona con el pedículo hepático de la siguiente manera:

Detrás: al hiato de Windows.

Adelante: el duodeno, orificio de salida del estómago, lóbulo cuadrado, ocultan el pedículo.

Izquierda: epiplón menor y curvatura menor del estómago.

Derecha: el borde libre del epiplón menor.

La vía biliar principal se separa de los otros elementos del pedículo hepático.

Adelante: cruza la cara posterior del duodeno.

Atrás. Se encuentra la fascia del Treitz.

Porción terminal es intrapancreática, antes de atravesar la pared duodenal.

El colédoco y el conducto de Wirsung reunidos en un conducto común, en el 90% de los casos atraviesa la pared muscular posterointerna de la segunda porción del duodeno y desemboca en la Ampolla de Vater. 9

Frecuencia

Es difícil determinar con exactitud la frecuencia de la colecistitis aguda. Contribuye a ello el hecho de que muchos pacientes que la padecen nunca ingresan en el hospital y algunos probablemente jamás consultan un médico. En consecuencia, las estadísticas basadas en sólo los registros hospitalarios no proporcionan un índice adecuado de la incidencia; en cambio, reflejan la frecuencia de las formas más graves y complicadas del trastorno. Además, los datos basados en las revisiones retrospectivas de los registros hospitalarios dejan mucho que desear. Cuando se revisan estos registros críticamente se pone en evidencia que el diagnóstico no se confirmó en muchos casos o no se estableció con claridad en otros. 8

Está influida también por muchas variables de estimación de la frecuencia relativa de la colecistitis aguda en términos de su incidencia proporcional entre todas las intervenciones por enfermedad extrahepática del sistema biliar. Entre ellas está la actitud terapéutica predominante de la institución que publica los datos y los tipos de pacientes observados. Además, varía el ámbito del material operatorio analizado. 6-8

Etiología

Probablemente sería mejor considerar la colecistitis aguda como una colecistopatía obstructiva, en consideración a su génesis usual. 1, 8-11 Por lo general se considera que el paso precipitante en ella es la obstrucción de la salida de la vesícula biliar. En aproximadamente el 95% de los casos el agente obstructivo es un cálculo impactado en el cuello de la vesícula o en el conducto cístico. Incluso en los comparativamente pocos casos de colecistitis aguda que son alitiásicas, la ausencia de un cálculo en la vesícula biliar en el momento de la intervención o en la necropsia no significa necesariamente que nunca hubiera habido un cálculo. Esta posibilidad gana credibilidad por la frecuencia con se recuperan cálculos del colédoco en pacientes con vesículas biliares alitiásicas. 8, 10

Entre otras causas posibles adicionales de obstrucción a nivel de la unión del conducto cístico y la vesícula biliar están la torsión, angulación y acodadura del conducto cístico con producción de un espolón obstructivo, la malformación del conducto cístico, los vasos sanguíneos anómalos, la fibrosis secundaria a alteraciones inflamatorias en el interior del conducto cístico, la compresión por adherencias, la periduodenitis, la inflamación y edema inducidos por una úlcera péptica contigua, parásitos, (en particular el Áscaris lumbricoides), la compresión por adenomegalias, la infiltración por neoplasias y el taponamiento por bilis desecada, exudado inflamatorio, moco, detritos, la denominada arena o barro y un tumor polipoide pedunculado intrínseco. 8

La infección sistémica muy importante en ausencia de colelitiasis es con poca frecuencia responsable de la infección aguda de la vesícula biliar, sobre todo en niños. Entre las infecciones sistémicas en las que colecistitis aguda puede constituir un rasgo tiene un puesto preeminente la fiebre tifoidea. No obstante, la colecistitis aguda es rara durante esta infección. La Brucelosis y la Tuberculosis miliar generalizada son otros estados infecciosos que se han observado asociados en raros casos a colecistitis aguda. La colecistitis aguda puede presentarse en casos de septicemia muy importante, por organismos tales como el Bacillus Collí y Klebsiella Pneumoniae. Se han descrito casos raros de colecistitis aguda infecciosa primaria causada por organismos como Salmonella Oranienburg y el bacilo de Friedlander, también por Coxiella Burnetti. 5, 11-14

En algunos casos se presenta colecistitis aguda tras traumatismos, tras intervención quirúrgica y tras quemaduras. Se ha descrito Colecistitis aguda por recidiva de colecistitis tras colecistectomía subtotal. 15

Se ha descrito la obesidad como una condición que aumenta de forma sustancial el riesgo de enfermedades de la vesícula biliar y por lo tanto la aparición de colecistitis aguda. Dada la composición de la bilis y las alteraciones metabólicas sufridas en pacientes con obesidad, existe relación entre la presencia o desarrollo de litiasis vesicular en pacientes con sobrepeso u obesidad y en pacientes que durante el tratamiento de la obesidad, ya sea médico o quirúrgico, experimentan una rápida pérdida de peso y la consecuente formación de cálculos vesiculares y por ende una mayor propensión a la colecistitis aguda, con todas los riesgos que determina este tipo de paciente. 16,17

Se han descrito otras causas muy raras de Colecistitis aguda. La colecistitis xantogranulomatosa es una rara enfermedad inflamatoria de la vesícula biliar, variedad de colecistitis crónica, descrita por primera vez en 1970 por Christensen. El granuloma ceroide, el granuloma histiocítico de aspecto ceroide o la inflamación fibroxantogranulomatosa de la vesícula, son algunos de los sinónimos con los que se conoce. Generalmente es vista en mujeres adultas, con síntomas de colecistitis crónica y aunque es poco común, cada vez es reconocida con mayor frecuencia por patólogos y clínicos, lo que en los últimos años ha determinado un incremento en su frecuencia. 18

Entre otras causas raras de Colecistitis aguda se describe la alitiásica post apendicetomía en niños, reportada por Martínez Ruiz, J y colaboradores en España. 19, 20

El diagnóstico de la colecistitis aguda tiene tres momentos; el clínico, las pruebas de Laboratorio y el diagnóstico por imágenes. 1, 2,11

Se cree que un factor importante en la incidencia de las complicaciones es el tiempo que tarda en consultar un paciente durante su episodio agudo y el número de episodios anteriores, ya que al ser un dolor de tipo cólico autolimitado, permite que el paciente se demore más en consultar y acuda a los servicios de salud cuando ya hay una complicación presente. Entre las complicaciones más frecuentes están el Empiema Vesicular, Gangrena Vesicular, Perforación Vesicular, Plastrón Vesicular, Íleo Biliar, Colangitis, Fístula Biliar interna y externa, Pancreatitis Aguda, Pileflebitis, Hemofilia, y Hemoperitoneo entre otras. 3, 7,10


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