La Epidemiologia Sociocultural y las redes sociales como creadoras de normas de conducta ante la prevencion de las ITS/VIH-SIDA
Autor: Dr. Alfredo Barreiro Noa | Publicado:  12/11/2010 | Medicina Interna , Medicina Preventiva y Salud Publica , Informatica Medica , Sexualidad – Sexología | |
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Si bien los teóricos sociales modelan el mundo que estudian en consonancia con sus valores y actitudes, sus percepciones, supuestos, teorías, selección de variables y metodología, esta práctica no tiene por qué restarle méritos a sus investigaciones. Por lo anterior las consultas mutuas entre todos los actores contribuyen a aproximarse a las respuestas potenciales sobre las políticas, pero los teóricos de las ciencias sociales no son sino uno de los muchos colectivos, y rara vez llegan a conclusiones que influyen directamente en la respuesta. Los responsables de la toma de decisiones necesitan resultados con rapidez, debido en parte a la intensa presión pública a corto plazo a la que están sometidos. El sector de la salud pública puede cargar con el 90% de la lucha contra el Sida, que no es solamente de médicos, enfermeras encuestadoras, trabajadores voluntarios, es en realidad un trabajo a escala social.

Si nos movemos en el campo de la homosexualidad o la bisexualidad, estamos incursionando en pasar de lo privado a lo público y ese discurso social que aborda frases como – salir del closet- son enteramente peyorativas y van en contra del imaginario público que durante siglos tiene el cubano que ha definido muy claramente esta situación: apunta y banquea. O sea, el discurso social en el espacio público está "edulcorado" en relación a los discursos simbólicos que construyen esferas de poder que intentan afectar el ámbito privado del ejercicio de la sexualidad.

Homosexualidad. Bisexualidad, prostitución se asocian a perversión y promiscuidad, de ahí que el imaginario público en un marco de interaccionismo simbólico, conlleva que la gente considerada "normal" no perciban que no existen grupos de riesgo o "grupos preferidos por la enfermedad" sino prácticas de riesgo que la mayoría hacen.

Por esto consideramos que las campañas de prevención del SIDA han sido insuficientes, no en cuanto al número y difusión solamente, sino en cuanto a sus impactos y resultados.

Entonces ¿por qué no incursionar en el campo de estudio en redes sociales y organizacionales desafiando los paradigmas de grupos establecidos que, además, resultan insuficientes para contener y procesar el cambio en y de la sociedad actual? es por ello que el pensamiento de redes y sus correlatos metodológicos y organizacionales resultan un espacio de exploración y descubrimiento para potenciar recursos y habilidades innovadoras- tanto personales como institucionales- y trasladarlos a cada encargo social.

Las redes sociales se constituyen en la actualidad como una nueva práctica que pretende agrupar entidades y formar en ellas alianzas estratégicas que se basen principalmente en la negociación permanente. De manera general, se podría afirmar que el potencial éxito de este tipo de estructuras se basa en una sinergia nacida entre entidades e instituciones y ya no entre personas, llevando los beneficios de la misma, a un nuevo nivel. La visión de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones (Tic) no niegan esta definición, más bien clásica desde la sociología.

¿Por qué no considerar que un centro laboral de 300, 500 o 23 personas incluye todos los elementos catalogados de riegos y que están en esa red social que es la organización? Nadie en su centro de trabajo proclama si es Gay, prostituta o prostituto. Es a veces en el margen de los patrones, al margen de lo que establece la sociedad donde comienzan los cambios importantes.
Aunque las redes sociales son un tema que está de moda pues dado que el usuario medio de Internet aprovecha estas para relacionarse con otras personas a través de sitios Web muy conocidos como Facebook y twitter. Pero también académicos, consultores y empresas están interesados en dicha cuestión para comprender mejor cómo operan las entidades; cómo interactúan los empleados y los miembros de consejo de dirección; cómo identificar a los empleados clave; o cómo entender la dinámica de las relaciones y así mejorar la productividad y la difusión de las ideas.
En nuestro caso el establecer la estructura de las redes sociales puede ser muy útil para diferentes ámbitos, para comprender mejor la naturaleza de las interacciones entre los empleados y para socializar experiencias profesionales o cualquier tipo de conocimiento, idea o información correcta, equivocada o nueva sobre la prevención de las ITS-VIH-SIDA.

Redes que cada una ofrezca una competencia relevante que le haga falta a la otra y dado que las redes pueden conformarse a través de lazos económicos (se refieren a aquellos que implican una movilización de recursos financieros) y no económicos (movilización de conocimiento e información cuyo valor no se refleja en dinero sino en mejoras de las capacidades y eficiencias internas, en el logro de mayores niveles de aprendizaje y en la obtención de información útil) es oportuno el trabajo en redes sociales como formas de interacción social, definidas como un intercambio dinámico entre personas, grupos e instituciones en contextos de complejidad; un sistema abierto y en construcción permanente que involucra a conjuntos que se identifican en las mismas necesidades y problemáticas y que se organizan para potenciar sus recursos (Dabas, 1993)

En realidad, la conducta social sólo puede ser entendida dentro del contexto de la estructura social en la cual toma lugar. De aquí que la socialización de la prevención del Sida no es solamente competencia o responsabilidad de los ya infectados, de los que son parte de los grupos considerados vulnerables sino, hay que llegar con ese mensaje cara a cara, red a red a cada centro de trabajo, centro de estudio, barrio y no solamente el discurso televisivo que satura a veces y con esta visión adentrarnos además en las ciencias sociales y humanísticas con la Epidemiología con enfoque sociocultural como una herramienta importante, que valore además el costo social y privado de cualquier acción de prevención. Es decir su relación costo-eficacia

Lo anterior condiciona la relación que debe existir entre los que hacen políticas y los que perciben sus efectos. La participación en las normas de convivencia y de promoción que conllevan la utilización de los espacios en la ciudad que promuevan acciones para modificar la percepción del riesgo y que involucre las entidades de Salud Pública, fábricas y organizaciones, formadoras de hábitos y costumbres, es decir conformen cultura como manifestación de un proceso histórico – social.

Un centro laboral, un centro de estudio reproduce las relaciones sociales y, construye representaciones sociales y se dan categorías, como: representaciones sociales, consciencia, alienación, ideología e identidad.

Estudiar la ideología, la consciencia y alienación tiene como objetivo que las personas implicadas con la finalidad de las transformaciones se conviertan en sujetos activos de su historia al definirse así mismo en términos de su inserción dentro de un conjunto de relaciones sociales.

Así, el habitante de una ciudad no es un individuo aislado, sino parte de una colectividad poseedor de un valor social, representando un interés o una institución. En todos los casos nos encontraríamos ante un sujeto y un objeto diferenciado según criterios económicos o políticos, éticos o históricos. Lo importante es conocer como la acción de cada individuo, provista de sus propios intereses y metas se transforma en una acción colectiva.

El 'desarrollo participativo' que tanto se habla, se refiere a un desarrollo que involucra a todas las personas, especialmente a aquellas cuyas aspiraciones no tiene nada que ver con las representaciones sociales sino, generalmente personales. Este es un objetivo del trabo en redes sociales de información para prevenir en centros que su función social es diferente a la prevención pero que están inmersos en la problemática del avance de la epidemia.

Involucrar a las personas en el debate sobre su propio riesgo a enfermar o el de su familia, y en la toma de conductas para evitarlas, nos lleva a comprender por qué es necesario implicarse en todo el proceso de promoción y prevención no como una actividad de iluminados, sufridores o trabajadores caritativos o de la salud es un deber de todos, para conseguir un cambio duradero y que sea valorado por la mayoría de los implicados. Los investigadores, los que trazan políticas y los funcionarios y directivos deben contar con los trabajadores, estudiante, población en general y no asumir con arrogancia la presunción de que sus técnicas particulares son el dominio exclusivo de académicos y de élites capacitadas. Con ello se lastran los objetivos propuestos.

Aplicando en el marco de la Epidemiología con enfoque sociocultural actividades propias de la animación sociocultural, vista como el proceso que se dirige a la organización de las personas para realizar proyectos e iniciativas desde la cultura y para el desarrollo social basado en cuatro ejes semánticos: cultura, organización de las personas, proyectos e iniciativas para el desarrollo social, es una manera de abordar esta batalla por la vida a que nos convoca esta pandemia.


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