Hipertension arterial. Estudio clinico-epidemiologico
Autor: Dr. Cándido Otero Arcis | Publicado:  27/12/2010 | Cardiologia , Medicina Preventiva y Salud Publica , Medicina Familiar y Atencion Primaria | |
Hipertension arterial. Estudio clinico-epidemiologico .2

En el mecanismo fisiopatológico de la Hipertensión se cita: que esta enfermedad de manera silente, produce cambios en el flujo sanguíneo, a nivel macro y microvascular, causados a su vez por disfunción de la capa interna de los vasos sanguíneos y el remodelado de la pared de las arteriolas de resistencia, que son las responsables de mantener el tono vascular periférico. Por lo cual la disminución del diámetro de la luz provoca grandes aumentos de la resistencia periférica. Con el de cursar de los años se produce una hipertrofia del músculo liso de los vasos con depósito de colágeno y material intersticial (placa de ateroma), Muchos de estos cambios anteceden en el tiempo a la elevación de la presión arterial y producen lesiones orgánicas específicas. (8, 17, 21, 22, 23, 24,25)

La enfermedad hipertensiva es una de las más difundidas en el planeta y no en vano la OMS se ha referido a ella como “la asesina silenciosa”, para poner de manifiesto su destacado papel en la génesis del daño de órganos vitales, ya que muchas veces nos percatamos de su presencia cuando ya resulta demasiado tarde; de ahí que los principales riesgos asociados a este trastorno no se deban en si al aumento tensional, sino a ciertas alteraciones que ocurren en diversos órganos claves. 8,4

Los clásicos denominaban a la hipertensión arterial (HTA) como la bailarina coqueta, debido a que ella practicaba silenciosamente durante años para hacer su debut en los grandes escenarios, como: cerebro, corazón y riñones. (6)

Estudios epidemiológicos concluyen que hay factores de riesgo que guardan relación con esta enfermedad, algunos de ellos relacionados con el estilo de vida, como es la ingestión excesiva de sal en la dicta (NaCl), debido a que se reabsorbe agua por lo tanto aumenta la volemia; incrementando el volumen sistólico y finalmente el gasto cardiaco y por consiguiente la presión arterial), la obesidad (relacionado con las lipoproteínas de baja densidad LDL, que tienen en mayor porcentaje del éster de colesterol que favorece a la formación de ateromas, la ingestión de más de 80 mL de bebidas alcohólicas al día, el hábito de fumar (es uno de los mayores factores de riesgo de enfermedades coronarias), el estrés, y otros que aunque no dependen del estilo de vida guardan también relación con la hipertensión arterial, dentro de estos se citan la edad, el sexo, color de la piel, la herencia, los factores socioculturales, las enfermedades como la cardiopatía isquémica, la enfermedad cerebro vascular y la diabetes mellitus, así como otros factores que interrelacionados juegan un rol en la producción de esta enfermedad. (10,11, 26,27,28)

En el 90 a 95% de los casos la causa de la hipertensión arterial (HTA) es desconocida, por lo cual se ha denominado "hipertensión arterial esencial", con una fuerte influencia hereditaria. Entre el 5 y 10% de los casos existe una causa directamente responsable de la elevación de las cifras tensionales y a esta forma de hipertensión se le denomina "hipertensión arterial secundaria" que no sólo puede en ocasiones ser tratada y desaparecer para siempre sin requerir tratamiento a largo plazo, sino que además, puede ser la alerta para localizar enfermedades aún más graves, de las que la hipertensión arterial (HTA) es únicamente una manifestación clínica. (3,29)

Los avances apuntan hacia lo que será el futuro del control de este índice gracias a la intervención de la genética y el diseño de nuevas drogas que bloqueen mecanismos específicos. En la actualidad, hablar de hipertensión arterial (HTA), es hacer referencia a una patología que, lamentablemente, se ha vuelto cada vez más común entre la población mundial, con cifras de prevalencia alarmantes no sólo por la cantidad de personas que puede padecerla, sino por las que desconocen su condición y, por ende, no están bajo un tratamiento médico. 30,31

Está demostrado que al lograr reducir la Tensión Arterial (TA) en 5 mmHg equivale a una reducción de 10% de la mortalidad por accidentes cerebrovasculares (ACV); sin embargo, no existen evidencias de una declinación en la prevalencia durante cuatro décadas a pesar de los progresos en su detección y tratamiento. (7)

La hipertensión arterial (HTA) constituye una epidemia mundial que padecen más de 1 500 000 000 de personas, tanto en países desarrollados como subdesarrollados. Afecta al 25% de la población adulta y se encuentra distribuida en todas las regiones, atendiendo a múltiples patrones de índole económicos, sociales, culturales, ambientales y étnicos. En el mundo se estima que 691 millones de personas la padecen, de los que alrededor del 50% son incapaces de cumplir un régimen higiénico – dietético y/o de llevar cabalmente un tratamiento con fármacos por más de un año, y que actitudes como éstas se encuentran muy influidas por los criterios, actitudes y conocimientos que tengan los pacientes de su enfermedad. (32, 33,34)

Por otro lado se conoce que de los 15 millones de muertes por enfermedades circulatorias, 72 millones son por enfermedades coronarias del corazón y 4,6 millones por afecciones cerebro vascular, donde la hipertensión arterial (HTA) está en la mayoría de ellas, constituyendo uno de los problemas médicos sanitarios más importantes de la medicina contemporánea. (6,8)

Hace más de un siglo, se sabe que la presión arterial elevada disminuye la supervivencia, razón por la cual constituye para algunos autores el problema de salud más importante en los países desarrollados con una afectación del 20% de la población adulta de estos países, panorama muy similar presentan los países en vías del desarrollo, estimándose que en Latinoamérica hay poco más de 35 millones de hipertensos y que solo uno de cada cuatro pacientes reconocidos en tratamiento tienen cifras tensionales bajo control. (31)

Solo un tercio de los hipertensos son tratados y solo 12% de los tratados están controlados, es decir que presentan cifras de Tensión Arterial (TA) menores de 140/90 mmHg. La prevalencia mundial actual según diferentes estudios regionales es de 30%, pero en las personas mayores de 60 años, su prevalencia se eleva a 50%. (5,6)

Una pequeña minoría de pacientes hipertensos (10% o menos) presentan hipertensión secundaria tratable con medidas curativas, pero la mayoría (90%) muestra hipertensión primaria o esencial que solo puede ser controlada con el tratamiento médico a largo plazo. Antes de disponer de un tratamiento eficaz la esperanza de vida una vez hecho el diagnóstico era de menos de dos años, en la actualidad, con el mejor tratamiento hipotensor que contamos, los pacientes sobreviven por tiempo indeterminado. (4, 5, 8,30)

La prevalencia de la hipertensión aumenta con la edad en todos los grupos: etnias y sexo. Constituye un grave problema en la edad geriátrica, el 65% de la población comprendida entre los 65 a 74 años la padece, en las personas de piel negra aumenta la prevalencia y en los varones hasta los 50 años, luego este último patrón se invierte, como es conocido por la influencia de los estrógenos en el sexo femenino, que sobreviene con la menopausia. (9,13)

Esta prevalencia varía grandemente entre países y poblaciones. Aunque la frecuencia real de la enfermedad es difícil de asegurar dado los diferentes criterios diagnósticos. En algunas comunidades la hipertensión arterial afecta sobre todo a las personas mayores de 30 años, lo que representa millones a nivel mundial, con una mortalidad de 15 millones por año. Con una repercusión del 70% de los infartos cerebrales y muertes por falla cardiaca, el 37% en hombres y el 51% en mujeres según reportes del Framingham Heart Study. (13, 35)

López, en el metaanálisis de Lewiston, enfatiza los diferentes datos epidemiológicos mundiales donde se evaluaron 12.7 millones de personas al año mostrándose que la hipertensión arterial tiene una relación lineal y continua con enfermedad cardiovascular independiente a la edad, se demostró que el riesgo de ocurrir un evento cardiovascular aumenta el doble, si la presión basal de 115 mmHg se incrementa en más de 20 mmHg o si la presión de 75 mmHg sube 10 mmHg. (7)

Datos recientes del Estudio Framingham del Corazón sugieren que aquellos individuos normotensos mayores de 65 años de edad tienen un riesgo de por vida aproximado de 90% de tener hipertensión arterial. Desde los años 1980, el número de pacientes no diagnosticados ha aumentado de 25% hasta casi un 33% en los años 1990, la prevalencia de insuficiencia renal aumentó de menos de 100 por millón de habitantes hasta más de 250 por millón y la prevalencia de insuficiencia cardíaca congestiva se duplicó. (9,35)

En Estados Unidos la hipertensión arterial es el trastorno cardiovascular más frecuente, ya que afecta a más de 50 millones de habitantes; en 40% de adultos de raza negra y más del 50% de la población total mayores de 60 años están afectadas siendo unas de las principales causas de morbi-mortalidad cardiovascular considerada como problema de salud pública. (2,36)

Luquez, en el estudio De Anfones, calcula que uno de cuatro individuos sufren de hipertensión siendo evaluadas como factor de riesgo cardiovascular ateroesclerótico y que por sí sola incrementa el riesgo de dos a tres veces, debido a su alta prevalencia puede considerarse que el 35% del riesgo de manifestaciones cardiovasculares de ateroesclerosis es atribuible a la hipertensión arterial, predisponiendo a la Cardiopatía Isquémica, Enfermedad Cerebral Vascular e Insuficiencia Cardiaca. (9)

En Occidente las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte siendo la hipertensión arterial el factor de riesgo cardiovascular más importante y frecuente donde se estima que causa un 6% de muerte al año. (37)

El problema de hipertensión arterial ha tenido mayor relevancia en Latinoamérica como causa de enfermedad cardiovascular considerada enfermedad ateroesclerótica y establecida como la epidemia del siglo XXI. Donde las tasas de mortalidad según la OPS son altas desde 1990 reportando Argentina 46.6%, Chile 46,4% y Puerto Rico 40.5%. Siendo que Latinoamérica vive una transición epidemiológica la mortalidad cardiovascular representa que el 26% de las muertes por todas las causas este aumento es debido a la creciente prevalencia de los factores de riesgo. (1, 11,12)

En Cuba, la padece el 33% de la población adulta y menos de 50% de los hipertensos tratados están controlados. (6)


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