Aneurisma post-traumatico del segmento perioftalmico de la arteria carotida interna izquierda con epistaxis profusa grave
Autor: Dra. Mireya Helena Zavala Laya | Publicado:  31/01/2011 | Cuidados Intensivos y Cuidados Criticos , Angiologia y Cirugia Vascular , Cirugia Maxilofacial , Neurocirugia , Imagenes de Neurocirugia , Imagenes de Radiodiagnostico y Radioterapia , Imagenes de Angiologia y Cirugia Vascular , Imagenes de Cirugia Maxilofacial , Casos Clinicos de Neurocirugia , Casos Clinicos de Cuidados Intensivos y Criticos , Casos Clinicos de Angiologia y Cirugia Vascular , Casos Clinicos de Cirugia Maxilofacial | |
Aneurisma post-traumatico segmento perioftalmico arteria carotida interna con epistaxis grave .1

Aneurisma post-traumático del segmento perioftálmico de la arteria carótida interna izquierda con epistaxis profusa grave.

Mireya Helena Zavala Laya. Medicina de Emergencia, Terapia Intensiva y Nutrición Clínica. Departamento de Salud Pública de la Universidad de Carabobo. Unidad de Cuidados Intensivos de la Ciudad Hospitalaria Enrique Tejera.
Gloria Quevedo. Medicina Interna y Terapia Intensiva. Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Ángel Larralde.
María José Núñez. Medicina Interna y Terapia Intensiva. Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Popular Simón Bolívar
Teófilo Ortega. Medicina Interna y Terapia Intensiva. Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Popular Simón Bolívar
Rut Hernández, Willy Salamanca. Escuela de Medicina, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Carabobo. Estado Carabobo, Venezuela.

Departamento de Salud Pública, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Carabobo, Valencia, Venezuela.

Resumen

Los aneurismas de la arteria oftálmica son lesiones poco frecuentes (1). La incidencia general oscila entre el 0.5 al 11% (2) poniendo en peligro la vida (1). Su diagnóstico y tratamiento pueden convertirse en una emergencia, siendo lesiones consideradas como graves. En el presente caso, se presenta la complicación a consecuencia de un traumatismo del tercio medio facial, con gran vascularización (3), manifestándose inicialmente con sangrado autolimitado; meses después progresó a profuso y de difícil control. Paciente masculino de 25 años de edad que ingresa a la Emergencia de un Hospital Público donde ameritó permeabilización de vías aéreas, intubación orotraqueal, ventilación mecánica, soporte ventilatorio y hemodinámico, por epistaxis profusa grave y shock hipovolémico, con traslado a la Unidad de Cuidados Intensivos, ameritando abordaje quirúrgico para resolución definitiva de la lesión, con evolución satisfactoria, descontinuándose de la ventilación mecánica, lográndose la estabilidad hemodinámica y egreso de la Unidad de Cuidados Intensivos.

Palabras Clave: aneurisma post-traumático, arteria oftálmica, epistaxis.

Abstract

The ophthalmic artery aneurysms are rare lesions (1). The overall incidence ranges from 0.5 to 11% (2) endangering the life (1). Its diagnosis and treatment can become an emergency, be considered serious injuries. In this case, the complication occurs following trauma to the midface, with high vascularity (3), manifesting initially with self-limited bleeding; months later progressed to heavy and difficult to control. Male patient aged 25 who was admitted to the Emergency Hospital where warranted permeabilization public airways, endotracheal intubation, mechanical ventilation, hemodynamic and ventilatory support for severe profuse epistaxis and hypovolemic shock, with transfer to the Intensive Care Unit , meriting surgical approach for final resolution of the lesion with satisfactory outcome, discontinuing mechanical ventilation, hemodynamic stability and achieving graduation from the Intensive Care Unit.

Keywords: post-traumatic aneurysm, ophthalmic artery, epistaxis.

Introducción

Los aneurismas de la arteria oftálmica son lesiones poco frecuentes y con particularidades específicas (1). La incidencia general de estas lesiones oscila entre el 0.5 al 11% (2). Se originan en la pared medial o anteromedial de la arteria carótida interna, en el segmento entre la arteria oftálmica y el origen de la arteria comunicante posterior y ponen en peligro la vida del paciente (1), por lo que su diagnóstico y tratamiento pueden convertirse en una emergencia. Estas son lesiones poco frecuentes y consideradas como graves. En el presente caso, se presenta la complicación a consecuencia de un traumatismo del tercio medio facial, el cual tiene una gran vascularización (3), manifestándose inicialmente con un sangrado autolimitado, que meses después progresó a profuso y de difícil control.

Caso clínico

Paciente masculino de 25 años de edad el cual ingresa a la Emergencia de un Hospital Público donde ameritó permeabilización de vías aéreas, intubación orotraqueal, conexión a ventilación mecánica, soporte ventilatorio y hemodinámico, por epistaxis profusa grave y shock hipovolémico, con posterior traslado a la Unidad de Cuidados Intensivos. Antecedentes relevantes: Sangramiento intermitente por fosa nasal izquierda, autolimitada en repetidas oportunidades, posterior a accidente de tránsito, con traumatismo cráneo-facial severo, 6 meses previos a su ingreso, con secuelas de afasia mixta, discoria, amaurosis, parálisis facial y paresia braquial izquierda.

Se le realizó Tomografía de cráneo, con evidencia de áreas de reblandecimiento a nivel fronto-parieto-occipital izquierdo, probablemente relacionadas a áreas contusionales de evolución sub-aguda; discreto aspecto retráctil del sistema ventricular lateral izquierdo, sin efectos de masas sobre las estructuras de la línea media; leve ventriculomegalia asimétrica ex-vacuo (figura 2).

En tomografía de senos paranasales se evidenció fractura deprimida de la pared póstero-externa del antromaxilar izquierdo, pared superior y piso de la órbita ipsilateral, pared lateral del seno esfenoidal y dorso-sellar alineada, apófisis cigomática y cigoma “propiamente dicho, en dos”, asociado a componente sinusal-esfeno-etmoidal maxilar post-traumático, hipertrofia de cornetes y desviación septal derecha (figura 3).

En arteriografía cerebral de ambas carótidas internas y externas se apreció: Presencia de imagen sacular de cuello discretamente amplio de 5 mm, localizado en el segmento perioftálmico de la arteria carótida interna izquierda, con normalidad del resto del circuito anterior evaluado (figura 4).

El paciente ameritó abordaje quirúrgico para resolución definitiva de la lesión, con evolución satisfactoria, descontinuándose de la ventilación mecánica, lográndose la estabilidad hemodinámica y egreso de la Unidad de Cuidados Intensivos. 

aneurisma_perioftalmico_postraumatico/tomografia_craneo_tridimensional

Figura 1. Tomografía de cráneo tridimensional de fractura a nivel de la órbita izquierda. 

aneurisma_perioftalmico_postraumatico/tomografia_craneo_convencional

Figura 2. Tomografía de cráneo convencional con áreas de isquemia post-traumática. 


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